El paro impulsado por los gremios docentes de varios puntos del país terminó metiéndose en la campaña. Ayer hubo niveles de adhesión importantes con acatamiento de hasta 95 por ciento en Capital y algunas localidades bonaerenses. Durante el día el eje de discusión pasó por una polémica desatada entre el área de Educación de Felipe Solá y la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB), que desde ayer lleva adelante un paro de 48 horas. El ministerio acusó a los maestros de llevar adelante una protesta “politizada” por “radicales” y la “ultraizquierda”. La FEB no aceptó el planteo y ratificó el rechazo a la oferta salarial.

“Acá no hay tintes políticos –protestó la titular de la FEB, Mirta Petroccini–. No somos oficialistas ni opositores. Sólo estamos llevando adelante lo que decidieron los docentes afiliados a FEB, con quienes estamos comprometidos.”

El gobierno de Solá acaba de acordar un aumento salarial con los gremios docentes de la provincia que están nucleados en el Frente Gremial Docente, una entente de la que forman (o formaba) parte la FEB, Suteba (Sindicato Unico de Trabajadores de la Educación), AMET (Asociación de Magisterio de Educación Técnica) y UDA (Unión de Docentes Argentinos). Todos, menos la FEB, aceptaron el aumento que hace bonificables 120 pesos que hoy perciben los maestros en forma no remunerativa, y que implica una mejora del 7 por ciento. FEB no aceptó y convocó al paro.

Para la provincia eso “es la demostración de que quieren meter la educación en internas netamente electoralistas e internas políticas propias”, dijo la directora general de Escuelas, Adriana Puigróss, que habló de la “representatividad” del gremio con “30 por ciento” sobre el total de docentes, como para minimizar los efectos. Según los datos de FEB, la representación creció por el apoyo de otros gremios. Un relevamiento en once distritos les permitió ver 90 por ciento de adhesión en el conurbano y el interior. El ministerio descontará los días del paro.

En tanto, el impacto del paro en la ciudad de Buenos Aires tuvo niveles de adhesión históricos, que dejó al 90 por ciento de las aulas vacías, según los gremios, “en todos los niveles y turnos”. Distinto de lo que sucedió en la provincia, el paro de la ciudad contó con la adhesión de todos los gremios: ADEF, ADIA, AMET, Ademys, Campyp, Suetra, UTE, Sedeba, UDA, Sadop, Seduca, según la información del Sindicato de Educadores de Buenos Aires (Sedeba). En vísperas del cambio de gobierno, ellos exigen a la gestión de Jorge Telerman acuerdos de recomposición salarial. “Ahora esperamos que el Ministerio de Educación convoque a los gremios a retomar las discusiones pendientes”, dijo Ada Leirós, de Sedeba. Hubo paros también en Catamarca y Corrientes.