EL PAíS › LOS RURALISTAS OBTUVIERON NUEVAS CONCESIONES POR PARTE DEL GOBIERNO

No se fueron con las manos vacías

Si bien no lograron una rebaja de las retenciones, el Gobierno les anunció algunas flexibilizaciones en materia de exportaciones e incentivos para la producción de carne que traerían una mejora en los precios.

 Por Fernando Krakowiak

La Mesa de Enlace se fue sin novedades en materia de retenciones a la exportación de granos, pero obtuvo varias concesiones, sobre todo para la ganadería. Lo que sigue es un detalle de las novedades que comunicó ayer el gobierno:

1 Apertura de los registros de exportación de trigo y maíz. Es la medida que genera más dudas porque el Gobierno subordina este punto al abastecimiento del mercado interno. Por lo tanto, su argumento suele ser que las exportaciones están abiertas, pero no hay remanente exportable comprobado. Ayer, en cambio, la ministra de la Producción, Débora Giorgi, aseguró que en base a las últimas declaraciones ante la Oncca se pudo determinar que hay un remanente de 1 millón de toneladas de trigo y de 1,3 millón de toneladas de maíz que se podrán exportar en lo inmediato.

2 Se agilizan los Registros de Operaciones de Exportación. A partir de ahora la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (Oncca) tardará sólo un máximo de cinco días para otorgar los ROE rojo (necesarios para exportar carne), ROE verde (para granos) y los ROEL (para lácteos). En la Oncca afirman que ese venía siendo el plazo de los ROE rojo para cortes de alta calidad y de los ROE verde, mientras que para los ROE rojo destinados a la exportación de cortes comunes y los ROEL el tiempo de espera era de quince días. Por lo tanto, en los hechos sólo en estos dos últimos casos se debería notar la diferencia. Los ruralistas querían la eliminación de los ROE, pero el Gobierno los defiende, pues afirma que sirven para tener un registro de las exportaciones y diseñar políticas públicas.

3 Reducción de los encajes de exportación. Se anunció una reducción de los encajes vigentes para la exportación de carne del 65 al 30 por ciento. Esto significa que a partir de ahora los frigoríficos podrán exportar el 70 por ciento de lo que tengan en sus cámaras. Además, el encaje para los cortes especiales de alto valor (lomo, bife angosto, cuadril, bife ancho y tapa de cuadril, entre otros), menudencias y termoprocesados directamente se elimina. Por lo tanto, al tomar el conjunto de las exportaciones el encaje real va a estar incluso por debajo del 30 por ciento. Esta medida beneficia a los frigoríficos que tendrán menos capital de trabajo inmovilizado y mayor utilidad. Los productores también se verán beneficiados porque ahora saben que la exportación está prácticamente liberada y no les podrán tirar para abajo los precios con el argumento de que no se puede exportar.

4 Incentivar la terminación de novillos pesados. Para incrementar la oferta de carne, el Gobierno le otorgará a los invernadores dos pesos por cada kilo que engorden los novillos hasta un máximo de 100 kilos, pero sólo si están terminados. En el sector se entiende que un novillo pesado está listo cuando llega al menos a 460 kilos. En la actualidad, los animales se envían a faena con un peso promedio cercano a los 260 kilos. Por lo tanto, en los hechos los invernadores deberán engordar el novillo más de 100 kilos para cobrar el subsidio. La propuesta que ayer se le presentó a la Mesa de Enlace fue consensuada con la Asociación de Productores Exportadores Argentinos (APEA), que agrupa a más de 30 consorcios asociativos en nueve provincias. Esta entidad estimó que en los primeros seis meses de implementación de la medida se podrían sumar al mercado 150 mil nuevos novillos pesados, lo que supone un costo fiscal inicial de 30 millones de pesos. En el Gobierno prevén que en dos años las compensaciones alcanzarían a 2,4 millones de cabezas, elevando el costo a 480 millones de pesos. No obstante, una parte de ese desembolso se recuperaría a partir de los mayores ingresos provenientes de las retenciones, pues la mayoría de los cortes del novillo pesado tienen como destino la exportación.

Si bien el subsidio irá a los invernadores, también se espera incentivar la cría de ganado porque la demanda de animales se incrementará y eso, combinado con la rebaja de los encajes, hará subir el precio de la hacienda. El efecto no deseado es la disminución de la oferta de carne que se podría producir en el corto plazo. El modelo que venía promoviendo el gobierno a través de los feedlots apuntaba a garantizar la provisión de carne enviando a faena animales relativamente pequeños. Ahora, en cambio, se incentivará un mayor engorde para incrementar la oferta con igual número de cabezas. Eso implica que muchas de las cabezas que iban a faena con 260 kilos ahora seguirán engordando y faltarían en el mercado entre tres y seis meses, lo que demora la terminación de un novillo pesado. Igual los especialistas consultados por Página/12 afirmaron que en algún momento había que tomar esta decisión para garantizar una provisión fluida en el mediano plazo y lo mejor es empezar en el invierno cuando la demanda cae.

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Pese a los anuncios, los integrantes de la Mesa de Enlace volvieron a mostrarse disconformes.
Imagen: Guadalupe Lombardo
 
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