Docentes e investigadores de la Universidad Nacional de Lanús realizaron una vasta investigación sobre muertes por armas de fuego en Argentina entre 1990 y 2008, a partir de los certificados de defunción de todo el país. En esos 18 años ocurrieron 59.339 muertes por armas de fuego, más que las 58.159 muertes de norteamericanos en Vietnam en el período similar de 1956 a 1975. La cifra argentina implica una tasa de 8,6 por 100.000 habitantes. Un estudio similar realizado en Brasil para los años 1991-2000 encontró tasas de 12,35 para el año 1991 y de 13,93 para el año 2000. El estudio, realizado por Hugo Spinelli, a cargo de la Maestría en Epidemiología, Gestión y Políticas de Salud de la Universidad Nacional de Lanús y por los docentes e investigadores Gabriela Zunino, Marcio Alazraqui, Carlos Guevel y Victoria Darraidou, será publicado en estos días por la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Constata la incidencia de la situación económico social en la producción de muertes por armas, además de las producidas por la criminalidad compleja, como en el caso de Benavídez, que forma parte de una realidad distinta y reclama respuestas diferenciadas. Las cifras del estudio muestran una tendencia de aumento progresivo de las muertes por armas de fuego desde 1991 hasta 2002, con pico en 2001. Ese año se registró un notable incremento de homicidios y muertes de intención no determinada por armas de fuego, con 8.781 casos registrados. Esas muertes se concentran entre hombres que tenían entre 20 y 29 años, si bien también creció el número de muertes entre las mujeres. Desde entonces hasta 2008 (último año con datos disponibles a nivel nacional) las muertes por armas de fuego han disminuido en forma significativa, como se observa en el gráfico.