SOCIEDAD › ABSUELVEN AL EX JUEZ Y A SU EX ESPOSA POR LA MUERTE DE SU HIJA

Caso Fraticelli, sin culpables

Lo resolvió un tribunal de cinco conjueces de Venado Tuerto. Dos integrantes dijeron que Natalia Fraticelli se había suicidado y otros dos que fue asesinada, pero le dieron a la pareja el beneficio de la duda. El quinto no se expidió.

A más de nueve años de la muerte de la adolescente Natalia Fraticelli, sus padres, el ex juez Carlos Fraticelli y su ex esposa Graciela Dieser, fueron absueltos por la Cámara de Apelaciones de Venado Tuerto. “El fallo originó un expediente de 170 fojas” y “en la conclusión, dos conjueces se pronunciaron por la absolución ante la inexistencia del delito (aseguraron que Natalia se había suicidado); otros dos también por la absolución, por el beneficio de la duda, en tanto el quinto se abstuvo”, porque los votos anteriores eran suficientes para que la decisión quedara en firme, explicó Carlos Edwards, uno de los dos abogados del ex juez. Su aclaración sobrevino luego de que, en la mañana y antes de que todas las partes fueran notificadas de la resolución judicial, el propio Fraticelli enterara a la prensa del cambio en su situación ante la Justicia. Tanto él como su ex mujer estuvieron presos cerca de seis años, tras haber sido considerados culpables de la misteriosa muerte de la adolescente, ocurrida en la casa familiar.

Ayer, durante una pequeña conferencia de prensa en las puertas de los tribunales de Venado Tuerto, Fraticelli se mostró dolido por estos años pero conforme con la absolución, anticipó que promoverá una investigación sobre “los funcionarios judiciales que cometieron esta crueldad y barbarie”, y también dio la primicia de que pronto publicará un libro, escrito en colaboración con su actual pareja, en el que narra todo lo sucedido en su vida desde la muerte de Natalia. Graciela Dieser, en cambio, prefirió permanecer en silencio, lejos de la prensa, aunque este diario pudo saber que en horas de la tarde se hizo presente en la Cámara para conocer los detalles del fallo, que permanecía no develado al público hasta la noche de ayer.

“Me hicieron un daño tremendo”, dijo Fraticelli, en referencia al tiempo que pasó en prisión y luego, ya en libertad condicional, todavía en carácter de sospechoso por haber cometido o encubierto la muerte de Natalia. “Yo creo que no hay reparación alguna que pueda aliviar tanto sufrimiento”, agregó. Aún preso de ese pesimismo, reclamó que, tras ser investigados, los funcionarios judiciales responsables del proceso que acabó con una culpabilidad ayer revocada de manera oficial, sean “sancionados oportunamente”. “Manipularon mi vida. Pagué con la cárcel por haber dicho la verdad y ahora quedó demostrado que soy inocente. Yo quería demostrar mi inocencia y que mi hija descanse en paz”, agregó el flamante absuelto, quien al comienzo de la investigación sustentaba la hipótesis de que la chica había sido asesinada por un ladrón que habría escalado la pared de la casa.

A lo largo del día de ayer, los abogados de Fraticelli y su ex mujer (ambos durante el juicio insistieron en que la pareja se mantenía unida sólo de manera aparente, rehicieron sus vidas de manera separada al salir de la cárcel; él regresó a Rufino, y ella a su pueblo natal) fueron notificados oficialmente en los tribunales. El fallo de la Cámara Penal de Venado Tuerto, que lleva las firmas de los conjueces, Eduardo Pascual, Roberto Landaburo, Ariel De Armas, Juan Carlos Baravalle, y Héctor López (quien reemplazó al recusado Domingo Althabé), sobrevino tras revisar, a pedido de la Corte Suprema de la Nación, la decisión de otro tribunal local, que había considerado a Fraticelli y Dieser como coautores de homicidio doblemente calificado. Otro de los abogados del ex juez, Aurelio Cuello Murúa, fue aún más específico al explicar que fueron Baravalle y López los magistrados inclinados a dictar absolución “por el beneficio de la duda”, mientras que Pascual y De Armas “votaron por la inexistencia del delito al considerar que Natalia se había suicidado”. Landaburo, por su parte, se abstuvo “bajo el argumento de que había votos concordantes”.

Durante la tarde trascendió que, de acuerdo con fuentes judiciales, el fiscal de Cámara posiblemente apele la sentencia del tribunal, algo para lo cual tiene un plazo de diez días hábiles. Pero eso “no tendría ningún sentido”, estimó Fraticelli, quien explicó que “hay cosas más importantes en estos momentos” para la sociedad. “Hay una inquietud de la gente por la inseguridad y por los delitos que no se resuelven”, agregó a modo de ejemplo. Esa confianza fue también la que abonó sus planes a mediano plazo, en gran medida atados a la decisión que la Corte Interamericana de los Derechos Humanos tome frente a su caso, que sus abogados plantearon, recurso mediante, en 2004, para que pueda recuperar su cargo de juez.

Desde que recuperó la libertad, y tras haber sido alejado del cargo durante el juicio, Fraticelli sigue viviendo en Rufino, el pueblo en el que era magistrado y, de acuerdo con Edwards, “nunca tuvo inconvenientes para caminar por las calles, incluso en la época de publicidad negativa”. Allí mismo ejerce la docencia en un instituto terciario, y en los ratos libres ultima detalles del libro sobre su vida que escribió con la colaboración de su nueva pareja, la terapeuta Norma Tejedor. Graciela Dieser, en tanto, vive en un campo cercano a Venado Tuerto, el pueblo donde reside su familia; procuró no mantener contactos con la prensa. Tras el juicio que los encontró responsables por la muerte de Natalia, tanto Fraticelli como Dieser fueron condenados con la privación de la libertad; él permaneció detenido cinco años, nueve meses y 25 días; ella, seis años, cuatro meses y nueve días; ambos recuperaron la libertad en octubre de 2006.

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Carlos Fraticelli estuvo casi seis años preso, acusado por el crimen de su hija, ocurrido en 2000.
Imagen: Télam
 
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