SOCIEDAD › TIENE 15 AñOS, USó EL AUTO DE LA MADRE SIN PERMISO Y CAUSó UN ACCIDENTE CON DOS MUERTES

La travesura que terminó en tragedia

El adolescente se llevó el auto de noche para salir con amigos. Pero en Lomas de Zamora embistió a un joven, que murió en el acto. Luego quiso escapar y todo fue peor. Chocó varias veces y al final falleció también uno de sus acompañantes.

Sin tener el permiso, un joven de 15 años usó el auto de su madre para salir de noche con sus amigos y, al regresar, en Lomas de Zamora atropelló y mató a un transeúnte, chocó contra un colectivo y luego contra una camioneta a más de 100 kilómetros por hora. Por ese tercer impacto, resultó muerto uno de sus acompañantes, de 17 años. Inimputable por no haber alcanzado la mayoría de edad, el chico fue demorado algunas horas en una comisaría, tiempo en el cual se le tomó declaración. Al caer la tarde, la Justicia le concedió arresto domiciliario en casa de su abuela, al menos hasta que su madre, que se encontraba de vacaciones en Brasil, regrese al país. Horas después, trascendió que su abuela habría sufrido una descompensación por la situación, por lo que el chico habría sido trasladado a un instituto de menores.

La sucesión de accidentes que se cobró dos muertes transcurrió en la madrugada, a media cuadra de la estación de Lomas de Zamora. “La madre estaba de vacaciones en Brasil y había dejado a su hijo al cuidado de la abuela. El auto también había quedado allí”, explicó un jefe policial. Tarde en la noche, mientras su abuela dormía, el chico, cuyo nombre no trascendió por ser menor de edad, había sacado el Volkswagen Fox gris, sin permiso, para ir con cuatro amigos hasta un bar de la zona sur. La abuela del adolescente contó a los investigadores que dormía y no escuchó cuándo su nieto puso en marcha el auto, por lo que no pudo precisar a qué hora había salido. Poco después de las cinco de la mañana, él y dos de ellos decidieron regresar.

Mientras circulaba por la avenida Alsina. el auto atropelló a Jonathan Alan Báez, un joven de 19 años que caminaba por la senda peatonal.

De acuerdo con la reconstrucción policial, luego de ello, asustado, el adolescente aceleró aún más y perdió el control del vehículo. Por eso, casi de inmediato, chocó contra el interno 51 de la línea de colectivos 266. El chofer de la unidad, Juan Carlos Occhipinti, estimó que en ese momento el auto circulaba a más de 150 kilómetros por hora.

Segundos después, el joven cambió de carril y circuló a contramano, con lo cual impactó de frente contra una camioneta Dodge beige. Por las consecuencias de ese golpe, murió el acompañante del adolescente, de 17 años.

Por el último impacto, el chico y su amigo, gravemente herido, quedaron atrapados en la estructura del auto. El adolescente que había causado la serie de accidentes intentaba infructuosamente salir del auto por la ventana. También pugnaba por salir el joven del asiento trasero. “Estaban atrapados, pero cuando los sacaron los bomberos, se querían escapar”, dijo Occhipinti. Después del choque, Delfino Alcaraz, el dueño de la camioneta chocada por el chico, intentó auxiliar a las víctimas. “El que manejaba intentaba salir por la ventanilla. El de atrás pudo salir solo, pero el acompañante estaba aplastado en la zona de la cabeza por los hierros del auto”, explicó Alcaraz.

Occhipinti contó que poco antes, mientras cruzaba la avenida con luz verde, había escuchado como “una explosión”. Era el comienzo de la secuencia que derivó en las dos muertes y los demás choques.

José, el canillita que despachaba diarios a metros del lugar, contó que primero fue una frenada fuerte, “después, el auto salió a toda velocidad y perdió el control”.

“Escuchamos el golpe y al muchacho que venía caminando se lo llevó también por delante, después me tocó a mí, cruzó de calle y chocó con la camioneta. El mismo impacto lo despidió para la otra mano y a los treinta o cuarenta metros embistió a la camioneta”, señaló Occhipinti.

En primera instancia, el adolescente que conducía el Volkswagen Fox fue trasladado al Hospital Gandulfo, donde fue atendido por golpes y contusiones y se le extrajeron muestras de sangre para determinar si había consumido alcohol o drogas; hasta última hora de ayer, se desconocían los resultados de esos estudios. Luego, fue derivado a la comisaría 8ª de Lomas de Zamora, donde los fiscales del Fuero Penal Juvenil Jorge Venzano y María Cristina Luzuriaga le tomaron declaración y pidieron a la jueza Nora Dina Guendler que concediera al menor arresto domiciliario. Las actuaciones se instruyen por “doble homicidio culposo y lesiones graves culposas”.

Al caer la tarde, la jueza hizo lugar al pedido de la fiscalía, aunque luego trascendió que, por el estrés de la situación que deterioró la salud de su abuela, el chico había sido derivado a un centro de contención de menores, al menos hasta tanto su madre haya regresado al país.

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La madre del chico, dueña del auto, estaba en Brasil y él había quedado al cuidado de su abuela.
Imagen: DyN
 
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