SOCIEDAD › DETUVIERON A DOS BONAERENSES VINCULADOS CON EL MAURI, UN BARRA DE LA DOCE

La banda de los narcopolibarra

Un subcomisario y un sargento protegían a la banda de narcos detenida el viernes. Detenían a bandas competidoras de la zona.

Un subcomisario y un sargento de la Bonaerense dejaron en claro que existen nexos importantes y, especialmente, vinculantes entre uniformados y narcos. Lo confirmaron, en realidad, exponiendo sus propios cuerpos en la escena de los hechos: ayer fueron detenidos ambos, acusados de pertenecer a la banda de narcos detenida el viernes pasado, en la que figuraba con mención especial uno de los capos de La Doce, la barra brava de Boca: Carlos Mauricio Fernández, que chapeaba con el apodo de “El Mauri”.

Los dos uniformados fueron detenidos ayer, sospechados de tener vinculación con la banda de narcotraficantes desarticulada la semana pasada durante un operativo realizado en Pilar, cuya principal característica fue que entre sus integrantes figuraba el Mauri Fernández, uno de los cabecillas de La Doce, la polémica barra brava de Boca Juniors. Los detenidos son el subcomisario Rodolfo Rodríguez y el sargento Walter Ojeda. Ambos con puestos en la Dirección Departamental de Investigaciones de Zárate-Campana. De qué se los acusa. De usar como informante a un integrante de la organización del Mauri, quien les iba pasando, según las pruebas, informaciones sobre otras bandas que operaban en la zona de Pilar y Campana, para que la Bonaerense les cayera encima con todo el rigor de la ley.

La sospecha que sostiene la acusación no es una versión sino que la proveen las escuchas telefónicas en las que el informante les pasaba data a los dos Bonaerenses. En una de las conversaciones el informante les pasó el dato de que en un taller mecánico de Matheu, partido de Escobar, encontrarían un auto en el que se ocultaba un cargamento de drogas. Los dos Bonaerenses armaron un operativo en el que después de revisar el taller no encontraron nada. O al menos eso es lo que dijeron. Así y todo, el taller no encontró la paz. Después de la detención de la banda del Mauri, otros Bonaerenses –estos últimos investigadores de la causa del narco de La Doce–, cayeron en el mismo taller y encontraron el cargamento, lo que disparó la decisión de detener a los dos ex brazo armado de la ley.

El viernes pasado, el capobarra de La Doce, Carlos Mauricio Fernández, fue detenido por Bonaerenses de la Sub DDI de Pilar y la Superintendencia de Drogas Ilícitas. No fue el único. En aquella oportunidad, la detención del Mauri resultaba parte de unos 35 allanamientos en la zona de Campana, Zárate, Pilar y Escobar, durante los que fueron detenidos otros 19 acusados de integrar la narcobarra.

El ministro de Seguridad, Ricardo Casal, no perdió la oportunidad de dar una conferencia de prensa en la que dijo que El Mauri “vivía en una zona de gran poder adquisitivo, se movía en autos de alta gama y realizaba viajes de placer a lugares exóticos y, como ha pasado últimamente en estas personas que lideran bandas, se mimetizan en barrios caros para disimular su actividad ilícita vinculada con el narcotráfico”. Ayer, Casal fue más cauteloso con la información y no apuró el paso para dar una conferencia, para respetar de ese modo la presunción de inocencia de sus dos subordinados.

La banda fue acusada de comerciar y distribuir cocaína y marihuana en las zonas norte, oeste y sur del conurbano. Y ahora de hacerlo con protección policial. La causa quedó en manos del juez federal de Zárate-Campana, Adrián González Charvay. Rodríguez fue alojado en la subcomisaría de Ricardo Rojas, El Talar, Tigre; Ojeda, en la seccional 9ª de Tres de Febrero, Villa Bosch.

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Una de las bandas detenidas en los últimos días, ayer en Tribunales.
Imagen: DyN
 
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