Extranjerización e integración regional de la banca
Sin sentimientos nacionalistas
El titular de Felaban afirma que la
concentración es inevitable.
Pero pide
límites a la extranjerización.
Sebastiao Toledo Cunha es presidente de la Federación Latinoamericana de Bancos (Felaban) y de la junta directiva del Banco Latinoamericano de Exportaciones (Bladex). La semana pasada participó en las jornadas de la Asociación de Bancos de la República Argentina (ABRA), que nuclea a las entidades extranjeras, donde habló sobre las ventajas y desventajas de la integración de los mercados financieros. En una entrevista concedida a Cash advirtió que la concentración de la banca es inevitable en toda América latina, y considera que los bancos centrales deberían poner un límite a la creciente extranjerización. Además, pronosticó que los países más pequeños de la región verán desaparecer sus bancos nacionales. Toledo Cunha, quien también es director del Area Internacional del Banco Real, el cuarto de Brasil, asegura que la clave para sobrevivir en la actual etapa de integración está en la capacidad de expandirse regionalmente. Finalmente, el banquero brasileño cree que aún no están dadas las condiciones para una integración financiera en el Mercosur.
-¿Cuáles son los mayores problemas que enfrenta la banca regional?
-La gran mayoría de los países de Sudamérica se encuentra en un proceso de estabilización económica que obligó a los bancos a ajustar sus estructuras. Esto los puso frente a un gran problema. El spread (diferencia entre las tasas cobradas y las pagadas) está ahora en niveles del Primer Mundo, pero los volúmenes de negocios, en cambio, son del quinto mundo. La razón es que los bancos no pudieron crecer en estos años en la misma proporción en que bajaron los spreads.
-La integración vino a complicar más el escenario financiero.
-Así es. Frente a la conformación del Mercosur, la única manera que tienen los bancos de sobrevivir es alcanzando una presencia regional, sea por sí mismos o con alianzas estratégicas. Esa es la clave para mantener una masa crítica de clientes. No hay que olvidar que no sólo los bancos hablan de unificación, también las empresa se están internacionalizando.
-¿Cómo están enfrentando los banqueros esos problemas?
-Dado que en ningún país de la región se puede crecer buscando clientes, el único modo de hacerlo es comprando bancos. La alternativa es que los compremos nosotros o las entidades extranjeras. Los españoles, por ejemplo, lo han percibido. En Europa se vieron obligados a desarrollarse y atacaron América latina donde se están posicionando regionalmente.
-¿No cree que las entidades podrían fortalecerse a través de una mayor bancarización de la población?
-No estoy de acuerdo. Me parece que los argentinos y brasileños con dinero ya tienen una cuenta bancaria. El problema es que gran parte de la población es muy pobre. En Brasil el 82 por ciento de los asalariados no puede pagar los costos de una cuenta corriente con un sueldo de 700 dólares al mes.
-¿La concentración financiera es entonces inevitable?
-Dada la situación de nuestros bancos la concentración es inevitable. Yo creo que vamos a tener muchísimos menos bancos, cada vez más fuertes. Y seguramente la banca nacional de muchos países pequeños de la región va a quedar en manos extranjeras.
-¿Piensa que debería controlarse ese proceso de desnacionalización?
-Creo que los bancos centrales tienen que manejar esta situación y definir qué porcentajes de la banca les interesa que quede en poder de extranjeros. Aunque algunos países no tienen opción porque son muy pequeños para tener un banco nacional.
-¿Cuáles serían las ventajas?
-Un banco nacional tendría mejor voluntad de aplicar las políticas monetarias. De todos modos creo que todo eso está cambiando. En un épocadonde se imponen los bloques económicos, no podemos tener sentimientos tan nacionalistas.
-Brasil parece tener más acotada la extranjerización que Argentina donde ya supera el 40 por ciento del sistema financiero.
-No es tan así. En nuestro país ya entraron también el Banco de Santander, el Bilbao Vizcaya y el HSBC. Y no son los únicos. Lo que ocurre es que, como las entidades son más grandes, todavía quedan tres o cuatro bancos en manos nacionales.
-¿No existe el peligro de que la banca extranjera deje sin atender las actividades y regiones con mayores dificultades de cada país?
-Ese no es un problema de la banca privada, sino de un banco de desarrollo. El sector privado no puede trabajar a pérdida, ni hacer
planeamiento político, porque debe rendirle cuenta a sus accionistas. Sin duda es importante dar apoyo a áreas geográficas y a sectores con problemas, pero es algo que deben hacer los gobiernos. Nosotros, por ejemplo, tenemos un Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social.
-¿Piensa que están dadas las condiciones para una integración de los sistemas financieros del Mercosur?
-Me parece que es muy temprano aún para hablar de la unificación financiera. Nuestros países están todavía muy preocupados con los controles de su propias economías y hay muchas asimetrías en las políticas cambiarias y monetarias que son fundamentales para lograr una mayor estabilidad.
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