Por Roberto Navarro
Hace pocos días Roque
Fernández consiguió que los funcionarios del Fondo Monetario Internacional
flexibilizaran las exigencias fiscales, permitiendo que el déficit de las cuentas
públicas alcance un máximo de 4950 millones de pesos en 1999. Varios economistas, entre
ellos el principal referente económico de la Alianza, José Luis Machinea, opinan que la
recesión golpeará en la recaudación y que tampoco esas nuevas metas se podrán cumplir.
Carlos Silvani, el titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP),
encontró la solución para terminar con el déficit: Hay que generalizar el IVA a
todos los bienes y servicios con una tasa del 25 por ciento, aseguró el recaudador
en una entrevista exclusiva con Página/12.
La idea del funcionario es provocadora, entre otras razones, porque hace pocos meses el
Congreso rechazó la propuesta de Economía de gravar con el 21 por ciento de IVA la
televisión por cable y la medicina prepaga. Los legisladores aprobaron una tasa del 10,5
por ciento, y cuando el ejecutivo la vetó, comenzó la batalla legal que hoy tiene
suspendido el IVA para las prepagas.
En un año electoral y con el Gobierno tratando de salir lo antes posible de una recesión
que amenaza ser más profunda y extensa que la del Tequila, Silvani decidió cortarse solo
con una propuesta que le asegura el rechazo de propios y extraños. La generalización del
IVA con una tasa del 25 por ciento resultaría en una pérdida del poder adquisitivo de la
población, que afectaría el consumo, profundizando la recesión. Pero el jefe de la AFIP
piensa lo contrario.
¿Qué necesita la AFIP para reducir la evasión impositiva y así reducir el
déficit fiscal?
Por un lado, hacen falta reformas legales que agilicen y hagan más efectivos los
procedimientos. Además, dotar con más recursos a la administración, que se encuentra en
un estado de relativa pobreza. Parece mentira pero, a veces, tenemos computadoras y nos
falta el cable para enchufarlas. Pero lo principal sería una estructura fiscal más
simple y eficiente.
¿Cuál es su propuesta?
Generalizar el IVA a todos los bienes y servicios con una tasa del 25 por ciento.
Pero el IVA es un impuesto regresivo.
Opinar así es ver sólo una parte de la película. La efectividad del sistema
económico se mide mirando los ingresos y los egresos. Si el gasto es progresivo, el
resultado final puede ser mejor teniendo una IVA alto. En Suecia, Dinamarca y Nueva
Zelanda todos los bienes y servicios están gravados con un 25 por ciento y son países
mucho más equitativos que Argentina. La verdadera injusticia es la que se hizo acá
exceptuando a la medicina prepaga para dar un privilegio a los sectores más acomodados.
En los países que el funcionario puso como ejemplo, por su organización política, la
recaudación impositiva está unificada. No existen impuestos provinciales, como Ingresos
Brutos, que grava con un promedio del 6 por ciento a los bienes y servicios.
Si la propuesta de Silvani se llevara a cabo en los términos en que la plantea, se
aplicaría el IVA del 25 por ciento al pan, la leche, el agua, los diarios, las revistas y
los libros, algunos de los principales productos que están exceptuados del gravamen. La
alícuota del IVA de la carne, la verdura y las frutas subiría 13 puntos.
La mayoría de los tributaristas coincide en que cuanto más alta es la tasa de los
impuestos mayor es la tentación del contribuyente a evadirlos. El mismo Silvani afirmó a
Página/12 que Chile es un ejemplo de eficacia en la administración tributaria y que una
de las razones es que las tasas de los impuestos del país vecino son más bajas. Aún
así el funcionario confía en que su idea sería la solución para el caso argentino.
¿La generalización del IVA del 25 por ciento en un momento en que la gente
manifiesta su insatisfacción por la ineficacia del Estado para cumplir con sus
obligaciones en salud, educación, seguridad y justicia no alentaría una mayor evasión?
La bronca o la insatisfacción de la gente son independientes del éxito en la
recaudación. No es cierto que en una sociedad satisfecha se recauda mejor. La gente paga
o no paga impuestos de acuerdo a la percepción que tenga del nivel de riesgo que asume.
Le doy un ejemplo: los habitantes de Nueva York son muy buenos contribuyentes con el
Estado Federal, que saben que es muy eficiente; pero evaden parte de sus obligaciones
impositivas para con el Estado de Nueva York, que no tiene la misma eficacia en el
control.
INSPECCIONES FISCALES EN SALONES DE FIESTAS Y
SOBRE DECORADORES
Evaden hasta en las fiestas de quince
Por R.D.
Sorpresas te da la vida,
y la AFIP también. Al menos, eso es lo que deben haber pensado quienes contrataron en las
últimas semanas los más cotizados salones de fiesta de Capital Federal y Gran Buenos
Aires para agasajar a sus invitados, pero se encontraron que entre éstos se les coló
media docena de inspectores fiscales. Más que los canapés, a los sabuesos los atrajo
conocer quién había sido capaz de contratar una fiesta a un costo de 50 a 80 mil
dólares, y si esa misma capacidad económica había sido puesta de manifiesto a la hora
de declarar sus impuestos.
Los autoinvitados inspectores no se conformaron con averiguar la capacidad contributiva
del agasajante: indagaron en el cumplimiento de las obligaciones previsionales y
tributarias de la empresa contratada para prestar el servicio. Resultado: al fin de la
recorrida, que demandó cuatro fines de semana, la AFIP se quedó con ajustes por
gravámenes y aportes no declarados por 600 mil pesos y labró un acta de clausura (de 3 a
10 días) contra una prestigiosa firma de cattering, habitual prestadora del servicio al
club más tradicional de la actividad hípica de la Argentina.
Un cuerpo de ocho inspectores de la AFIP visitó, cada viernes y sábado, los salones de
fiestas de primer nivel de Barrio Norte, Recoleta, Palermo, Núñez, Belgrano y San Isidro
a partir de mediados de febrero. Durante el operativo se verificó que el 40 por ciento de
los mozos, maitres y asistentes que atendían a importantes personalidades del ámbito de
la política, el deporte y el espectáculo invitados, no estaban declarados como empleados
ni contratados y, por lo tanto, eran instrumento de una maniobra de evasión previsional.
Por otra parte, se comprobó que varias de estas empresas de cattering no habían
incorporado el sistema de controlador fiscal emisión de facturas o tickets por
máquinas inviolables, exigible desde principios de año. En uno de estos casos, el
de una firma de organización de eventos con actividad en la zona de San Isidro, se
dispuso una clausura que la inhabilitará por un término de 3 a 10 días. La empresa en
cuestión es la concesionaria del Jockey Club.
Otra manifestación de riqueza a la que la AFIP le apuntó sus dardos es el equipamiento
de interiores, las refacciones de residencias y la decoración de parques y jardines. La
investigación permitió detectar diversos casos de evasión, incluso mediante trabajosas
maniobras con testaferros y transferencias bancarias apócrifas. Entre los involucrados,
figuran profesionales prestigiosos que ofrecen sus servicios en medios especializados, y
hasta los hijos de famosos personajes de la radio y la televisión. A partir de la
publicidad en revistas de moda, los avisos en suplementos de countries y programas de TV
por cable orientados a ese mismo público, se realizó un seguimiento de las empresas
contratistas y de los propietarios que las contrataban. Así, se detectó el
incumplimiento de las obligaciones tributarias en casos de prestigiosos profesionales, y
otros pertenecientes a familias de afamadas figuras del periodismo televisivo y radial.
En muchos casos, se encontró que los profesionales no emitían factura o lo hacían por
un valor inferior al efectivamente cobrado. En los mismos, se realizó el seguimiento de
los cheques con que se abonó, descubriéndose que eran depositados en cuentas no
declaradas al fisco. En otros, directamente se hacían figurar empresas
fantasma que facturaban el servicio, inscriptas a ese solo efecto y con el
obvio propósito de evadir impuestos. Según fuentes de la investigación fiscal, este
mecanismo se está expandiendo como forma de ardid que sustituye al antes habitual
mecanismo de facturas apócrifas (truchas). La evasión detectada en el
impuesto a las Ganancias e IVA mediante estas maniobras superó los 500 mil pesos. Pero
sólo en unos pocos casos. Se presume que en este rubro de actividad, la evasión podría
alcanzar a cerca de 30 millones de pesos.
Algunos buenos consejos de un contador famoso Enrique Fowler Newton es uno de los contadores más conocidos del país,
especialmente de todos los alumnos que estudian en la Facultad de Ciencias Económicas. No
hubo estudiante que no tuviera en sus manos su Manual de Contabilidad. En un e-mail
enviado a Página/12, Fowler Newton expone las complicaciones que existen para realizar
las presentaciones de Ganancias y Bienes Personales a partir de la semana próxima. Para
aquellos que deben efectuar ese trámite resulta de utilidad las advertencias que expone
el profesional:
Faltando muy pocos días para el vencimiento general del impuesto a los Bienes
Personales, la AFIP ha distribuido la versión 2.1 del software para la preparación de la
correspondiente declaración jurada. En esta versión se abandona el insólito y ridículo
requerimiento de que ciertas inversiones se discriminen por año de incorporación al
patrimonio. Esto requería un trabajo que muchas veces era engorroso y que sólo servía
para hacerle perder tiempo a los contribuyentes y a sus asesores impositivos.
Pese a esta mejora, la calidad del nuevo software es lamentable. Aunque
parezca increíble, la declaración jurada que se obtiene e imprime con el programa
muestra importes incorrectos en los incisos g y h del rubro 1, que corresponden a las
acciones y a los títulos de deuda públicos y privados. Por suerte, el error no altera la
valuación total de los bienes ni el impuesto determinado. A pesar de esta grosería, la
AFIP exige que los contribuyentes que utilicen el software declaren que los datos
contenidos en el formulario son correctos. Por otra parte, los inversores en
acciones no deberán confiar en la tabla de valores que la AFIP incorporó en el nuevo
software. Si lo hacen, es posible que vean multiplicada por mil la cotización de algunos
papeles. Por ejemplo, cada acción de Acindar se tomará a 1.195 pesos y no a su verdadera
cotización bursátil al 31 de diciembre de 1998 que era de un peso con 195 milésimos.
También hay problemas operativos que, comparados con los anteriores, pueden considerarse
menores. ¿Hasta cuándo deberemos soportar la ineficacia de la AFIP? |
Todos los dardos a López Murphy
En el gabinete gozaron con el
revuelo que produjo en la Alianza su idea de bajar 10% los salarios. Hasta los ortodoxos
lo criticaron.
Ricardo López Murphy, economista
radical de la Alianza y de FIEL.
Logró algo increíble: todos estuvieron de acuerdo en criticarlo. |
|
La
propuesta de rebajar 10 por ciento los salarios le reportó a Ricardo López Murphy una
tupida cosecha de cardos. Fernando de la Rúa se apuró en aclarar que el hombre de FIEL
no será mi ministro de Economía, dejándolo fuera de la carrera que hasta
anteayer disputaba con José Luis Machinea y Adalberto Rodríguez Giavarini.
Desde la Alianza, Graciela Fernández Meijide, Rodolfo Terragno y Arnaldo Bocco también
salieron a contestarle. No hay peor cosa que un liberal asustado, ironizó la
candidata a gobernadora por Buenos Aires. En cuanto se conocieron las declaraciones de
López Murphy, el equipo de campaña de De la Rúa le aconsejó que no titubeara en
desligarse categóricamente. Las críticas al economista radical llegaron incluso desde
quienes comparten su postura ideológica, como Roque Fernández, su ex número dos, Carlos
Rodríguez, y Domingo Cavallo.
El tema fue comentado con sorna en la reunión de gabinete nacional. Carlos Menem
introdujo la cuestión, señalando que López Murphy parece más un técnico del FMI
que un político en campaña, mofándose del revuelo que causó en la Alianza. Roque
se animó a insinuar una defensa, al afirmar que se trata del economista más
serio de la oposición, pero luego, en conferencia de prensa, opinó que las
expresiones de López Murphy fueron desafortunadas. Por supuesto, no
compartimos la idea de rebajar los salarios, añadió. Hizo un análisis
equivocado de la devaluación en Brasil, ya que se la presenta como una opción, cuando en
realidad refleja el fracaso de un país para tener ordenadas las finanzas públicas,
sostuvo el ministro.
Anteayer, De la Rúa y Carlos Chacho Alvarez emitieron un comunicado aclarando
que las opiniones de López Murphy no representan el pensamiento de la
Alianza. Nosotros estamos con la obsesión de crear trabajo para todos los
argentinos, de mejorar las condiciones de vida y la capacidad adquisitiva del
salario, insistió ayer el jefe de gobierno porteño, para que la onda expansiva de
las sugerencias de López Murphy no lesionara su imagen política. Aquí hay que
mejorar la competitividad del país para aumentar las exportaciones remarcó,
pero el grave error es pensar que eso debe ser a través del salario.
El vapuleado economista intentó defenderse. Lo que dije es que debemos mejorar las
posibilidades de generación de empleo y de retener el que ya tenemos, y para eso debemos
bajar todos nuestros costos y aumentar la productividad, además de bajar los índices de
corrupción y de subsidios, indicó López Murphy. Si todo eso no alcanzara,
si la opción fuera cerrar las empresas y causar desocupación, yo preferiría que los
niveles salariales bajen, subrayó.
En la Alianza buscaron ayer una interpretación política al exabrupto del
economista. Allegados a De la Rúa consideraron que López Murphy quiso instalar un
tema de debate, para forzar definiciones de sus competidores por el sillón de jefe del
Palacio de Hacienda, Machinea y Rodríguez Giavarini, pero calibró mal la bomba que
tiraba. En cambio, otros dijeron que tiene una militancia política de 30
años en el radicalismo y no puede cometer semejante error. La deducción fue que
quiso reforzar su alianza con el sector que más lo respalda, el de los empresarios, pero
que la jugada le salió mal.
OPINIONES
Por Raúl Dellatorre
Por Enrique M. Martínez
|