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El Buen Inversor

Jugar de lejos

Las AFJP están llenas de moretones. Este mes volverán a cerrar con saldo negativo. Buscan inversiones conservadoras y, por ese motivo, se retiran del recinto para la compra de acciones.

Por Claudio Zlotnik

A las AFJP la crisis no les pasa de largo; más bien las está atropellando. Convulsionados por las turbulencias en los mercados, los fondos de pensión fueron reorientando sus inversiones. Los estrategas de las administradoras intentan amortiguar el impacto por los fuertes derrapes de los activos financieros, para evitar así que se sigan licuando los ahorros de los futuros jubilados. Pero, por ahora, la conducta conservadora no alcanza para evitar el rojo en el saldo: en lo que va de febrero, la rentabilidad anual promedio del sistema es negativa en casi 7 por ciento. La cartera de inversiones de las AFJP fue cambiando desde que empezó la crisis internacional hasta la actualidad. En búsqueda de neutralizar la volatilidad de los mercados, los fondos desinvirtieron de aquellos activos más agresivos y se volcaron hacia los más conservadores. Si en setiembre del ‘97, justo antes de que las turbulencias llegaran a Occidente, las administradoras tenían depositado el 17,8 por ciento de sus fondos en depósitos a plazo fijo y otro 23,4 por ciento en acciones, ahora elevaron a 20,8 por ciento su participación en colocaciones a plazo y redujeron a 16,4 por ciento su tenencia de papeles empresarios. Además, hicieron crecer del 23,5 al 30,0 por ciento su cartera en los bonos denominados “de inversión”, aquellos a los cuales mantienen al menos durante cuatro años (no los pueden vender) para evitar contabilizar los eventuales derrapes. Otro dato que da dimensión a la mayor cautela: desde octubre del ‘97 las AFJP destinaron casi el 14 por ciento de los fondos recaudados (535 millones de pesos) a invertir en acciones. Pero esa porción es menor al 23,4 por ciento que venían invirtiendo en promedio desde el inicio del sistema, en julio del ‘94. Al dejar de lado los papeles empresarios, destinaron mayor recaudación a los títulos públicos y a los plazos fijos. Y, al mismo tiempo, se colocaron más fondos en los denominados “money markets” (fondos comunes de inversión de plazos fijos) y en cuentas corrientes para tener liquidez inmediata. Si en setiembre de 1997 las AFJP tenían casi el 60 por ciento de sus fondos puestos en inversiones de riesgo, el mes pasado habían recortado esas posiciones en diez puntos porcentuales para evitar la volatilidad de los mercados. El objetivo queda claro: tras las fuertes caídas de mitad del ’98 -después de la debacle de la economía rusa-, las AFJP buscan trincheras donde aguardar que pase la tormenta. Pero, al menos por ahora, los ahorros del público siguen reduciéndose. Según proyecciones de las propias AFJP, a las que accedió Cash, si las cotizaciones no lograran recuperarse con fuerza, la rentabilidad negativa del sistema continuará cuanto menos hasta fin de año. Los vaivenes de los mercados no perdonan. En manos del humor de los financistas, el sistema previsional dejó de ser, justamente, previsible.