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Dar
en el clavo
Producción de David Cufré
Los industriales ven al 10 de diciembre como una fecha
difusa en el almanaque. Los cuatro meses que restan hasta entonces parecen
un camino de obstáculos, sin la gracia que puede tener un video
game. La recesión más profunda de las últimas décadas
los encuentra en las peores condiciones. El Gobierno ha perdido capacidad
política para atemperar la crisis económica. Carlos Menem
ocupa sus últimos días como jefe de Estado en apagar los
focos de incendio que se propagan aquí y allá. Cada semana,
una nueva provincia se suma a la fila de los que piden socorro financiero
al gobierno nacional, para remendar sus propias grietas. Mientras tanto,
el Poder Ejecutivo no puede disimular sus internas, como ocurrió
esta semana con la pelea entre Roque Fernández y el ala política,
encabezada por el mismo Menem. En materia económica el panorama
es tan o más desalentador. Y los industriales remarcan que todavía
faltan cuatro meses para el recambio gubernamental.
La encuesta exclusiva que realizó Cash entre los industriales que
asistieron a la Quinta Conferencia de la Unión Industrial, de los
más poderosos a los pymes, refleja los temas principales que inquietan
a los hombres de empresa. Uno de ellos es la situación por la que
atraviesa Brasil. Los industriales entienden que el gobierno de Fernando
Henrique Cardoso será incapaz de contener la disparada de la devaluación
del real. Y que ello golpeará inevitablemente a la Argentina. No
podemos esperar hasta diciembre para que se tomen medidas en defensa de
la producción nacional, dicen a coro los empresarios. Esto
ya no es una recesión, sino una depresión muy profunda que
todavía no ha tocado el piso, aseguran.
Al temor de la avalancha de importaciones desde Brasil se suma el impacto
que la devaluación del real puede provocar sobre el sistema financiero.
El acceso al crédito, de por sí complicado desde hace más
de una año, sería con la crisis de la región directamente
una quimera. En especial, para las empresas más chicas, que son
justamente aquellas con espaldas más débiles para soportar
hasta que asuma el nuevo presidente.
En rigor, los industriales ya no confían en que el gobierno menemista
pueda hacer grandes cosas para facilitar la transición. Por lo
tanto, su apuesta política está centrada en trasladar los
reclamos a los candidatos a sucederlo. Quieren aprovechar este momento
para arrancarles compromisos en defensa de la producción hacia
adelante, pero también que impulsen las medidas de auxilio que
demandan de manera urgente. Fernando de la Rúa recogió el
guante en la conferencia de la UIA, al proponer a su contrincante un pacto
de gobernabilidad. Se trata, justamente, de utilizar su fortaleza política
para sancionar rápidamente leyes en defensa de la producción.
En tanto, a través de la UIA, los industriales propician la creación
del polo productivo. Allí confluirían la propia
entidad, junto a las cámaras del sector rural y la construcción.
Es una virtual ruptura con el Grupo de los Ocho y con el establishment
financiero. Durante la era menemista los encontró en la misma vereda,
demandando por la apertura, la privatización y el modelo de libre
mercado. Pero los industriales entienden que el gobierno terminó
orientando su política económica sólo hacia los intereses
de los banqueros y operadores bursátiles. Por lo tanto, quieren
establecer un nuevo paradigma a partir de diciembre. Pretenden que el
futuro gobierno se ocupe esencialmente de las cuestiones productivas,
y fuerce a los hombres de las finanzas a bajar las tasas de interés
y a someterse a mayor competencia. No es posible que la industria
quede relegada a un papel secundario, porque por ese camino el país
se va a achicar cada día más, comentó a Cash
Osvaldo Rial, presidente de la UIA.
Un tema que también es crucial para los industriales es el Mercosur.
Grandes y chicos coinciden en que debe protegerse como un objetivo estratégico,
pero difieren respecto a qué hacer en el corto plazo.Aquellos que
dependen del mercado interno, como los productores textiles, metalúrgicos,
azucareros y del calzado, presionan por medidas unilaterales argentinas
en resguardo de las importaciones de Brasil. En cambio, aquellos con fluidas
exportaciones al país vecino, como los fabricantes de autos, alimentos,
plásticos y productores petroleros, prefieren resguardar las relaciones
con Brasil. De todos modos, unos y otros consideran que la crisis es demasiado
profunda como para hacer públicas sus diferencias en esta cuestión.
Por ahora, lo único que les preocupa es cómo llegar al 10
de diciembre.
ENCUESTA
EXCLUSIVA DE CASH
A DIEZ EMPRESARIOS
SOBRE LA CRISIS
1.
¿Hay
que suspender el Mercosur?
2. ¿El real se seguirá
depreciando?
3. ¿El próximo gobierno
debe devaluar?
4. ¿Cómo serán
los últimos cuatro meses de gestión de Carlos Menem?
Javier
Tizado
presidente de Siderar
1.
Hay que aprovechar la crisis del Mercosur para perfeccionar su funcionamiento.
De ningún modo se puede suspender la integración. Los gobiernos
deben crear los ámbitos institucionales adecuados para resolver
los conflictos, sin necesidad de intervenciones un tanto heroicas de los
presidentes.
2.
La depreciación del real puede continuar. Pero tarde o temprano,
la devaluación será ajustada en gran medida por el aumento
de la inflación.
3.
Una devaluación desataría un proceso inflacionario y alteraría
seriamente el funcionamiento de toda la economía. No creo que sea
el camino apropiado para resolver los problemas que padecemos. Hay otras
instancias que en el mediano plazo pueden dar mejor resultado. El tema
está más presente en los comentarios de los analistas del
exterior que en la mente de quienes operamos en el país.
4.Si
bien la situación es complicada y hay algunos problemas serios,
no percibo un clima social soliviantado. De cómo transcurran los
últimos meses de este gobierno va a depender la forma en que se
resuelvan una serie de conflictos. Si a cada grupo de cuatro personas
que corta una calle le dan lo que piden, seguramente tendremos muchos
otros cortando calles.
Livio Kühl
director de Socma
1.
No hay que suspender el Mercosur. Tampoco se puede seguir como si no pasara
nada. Tiene que haber un proceso refundacional, en base a la experiencia
obtenida.
2.
El proceso devaluatorio del real puede seguir y nos va a complicar. Naturalmente
nos tenemos que proteger, pero acordando medidas con Brasil.
3.
No. Es un tema de costo-beneficio. La devaluación, aparentemente,
podría resolver ciertos problemas. Pero, seguramente, traería
muchos otros más graves. Tengo claro que el peso está sobrevaluado.
El tema es si la solución es devaluar. Yo creo que no. El próximo
gobierno no tendrá otro remedio que soportar presiones devaluacionistas.
4.
Se está dramatizando la situación. No vemos la realidad.
Es la primera vez en 70 años que se está produciendo un
cambio de gobierno en condiciones normales.
Aldo Roggio
presidente del Grupo Roggio
1.
Yo apuesto al Mercosur. Tenemos que encontrar caminos para ir hacia adelante
sin frenar la integración.
2.
La situación de Brasil es muy complicada. No me animo a decir si
el real se seguirá depreciando, pero en caso de ocurrir, nos afectará
duramente. Somos socios y tenemos que avanzar juntos. Si nos quedamos
en estos episodios, dolorosos pero menores, perdemos de vista el proceso
principal, que es crear un mercado atractivo para todo el mundo.
3.
Este tema hoy tiene que estar totalmente fuera de análisis. La
situación del país está lo suficientemente convulsionada
como para agregar un factor adicional de incertidumbre. Tenemos que abroquelarnos
en defensa de la convertibilidad.
4.
Las transiciones no son fáciles. Nos ha tocado una situación
económica complicada, pero confío en que el gobierno terminará
su gestión con normalidad.
Ricardo
Fragueyro
gerente corporativo de Acindar
1.
De ninguna manera. El Mercosur debe seguir adelante y el esfuerzo de los
dos socios debe ser para perfeccionarlo. El Mercosur tiene un carácter
estratégico para argentinos y brasileños.
2.
Argentina y Brasil se tienen que sentar a negociar para que el proceso
de devaluación del real no produzca un deterioro en ciertos sectores
industriales. Hay que ver si en Brasil no se da un proceso inflacionario
que licue la devaluación.
3.
Argentina no debe ni puede devaluar. La devaluación empobrece el
mercado interno. Y las empresas argentinas viven básicamente del
mercado interno. Hay una minoría que pide la devaluación.
Pero esto ocurre desde que se instauró la convertibilidad. El próximo
gobierno deberá tomar las medidas económicas necesarias
para que esa presión se disipe.
4.
En cada elección los movimientos sociales y políticos se
recalientan. Una vez pasadas las elecciones, el nivel de exteriorización
de conflictos se reduce notablemente.
Hugo
DAlessandro
director de Arcor
1.
El Mercosur se va a consolidar con más Mercosur. Suspenderlo
sería un error.
2.
Brasil está tratando de encauzar su economía a través
de un ordenamiento fiscal. No creo que se siga depreciando el real. Va
a oscilar en una banda de entre 1,70 y 2,00 reales por dólar. Argentina
tiene que tomar las medidas necesarias para ser más eficiente y
más competitivo.
3.
Por ahora no debería pensarse en la devaluación. Sería
caer en el facilismo y debemos apelar a otras medidas. Todos los candidatos
han manifestado que se van a mantener dentro de la convertibilidad, con
lo cual no creo que haya presiones devaluacionistas del sector privado.
4.
La transición se puede complicar. La situación es muy difícil
y hay que tomar medidas en tiempo y forma. Los candidatos deben estar
en contacto con el Gobierno para consensuar ya las medidas necesarias.
Horacio
Larre Oroño
presidente de la Asociación de Fabricantes de Piezas y Componentes
1.
No hay que suspender el Mercosur, sino ordenar su funcionamiento. Hay
que dotarlo de herramientas institucionales mucho más sólidas.
2.
Es muy negativo que se siga profundizando la depreciación del real.
Pero en el largo plazo, como Brasil sigue sin hacer las reformas de fondo,
la inflación se va a comer buena parte de la devaluación.
En el corto plazo, hay que acordar medidas de protección para la
industria argentina.
3.
No hay que devaluar, pero sí resolver el problema de la competitividad.
4.
Si no se logra salir de la recesión, los conflictos
se van a agudizar. Por eso hay que comenzar ya a sancionar las leyes que
hacen falta para superar este momento.
Osvaldo
Rial
presidente de la Unión Industrial Argentina
1.
Hasta que se encuentre la manera de diseñar un nuevo Mercosur,
el Gobierno debe defender la producción local. Hay que tomar todas
las medidas que hagan falta, aunque Brasil se oponga. No vamos a perder
nuestras industrias por la falta de armonización de políticas
en el Mercosur.
2.
Brasil tiene problemas económicos y políticos muy complicados.
Ellos deben resolver sus problemas para que el Mercosur pueda funcionar
con políticas más simétricas a las que tenemos hoy.
Apuesto y deseo que eso ocurra, pero en este momento la situación
de Brasil es muy complicada.
3.
No hay que devaluar. Pero sí se debe mejorar la competitividad
y para ello es necesario una fuerte política productiva. Las medidas
tienen que tomarse ya, incluso antes de las elecciones. Esto ya no es
una recesión, sino que es una depresión. Y todavía
no hemos llegado al piso.
4.
La transición es ordenada. Hay muchos problemas, pero necesitamos
hacernos firmes para que el próximo gobierno asuma en condiciones
normales.
Enrique Mantilla
presidente de la Cámara de Exportadores
1.
Hay que superar los conflictos sin frenar el Mercosur. Los conflictos
comerciales son algo normal.
2.
Fernando Henrique Cardoso tiene una popularidad del 12 por ciento. Su
bajo poder político dificulta la superación de este momento
de crisis.
3.
No hay que devaluar. La actual paridad cambiaria es un pacto social, y
de ello depende la legitimidad política de lo que pueda hacer el
Gobierno.
4.
Es una de las transiciones democráticas más sencillas y
más tranquilas que hemos tenido en muchísimos años.
Lo que pasa es que tenemos mala memoria.
Roberto
Favelevic
titular del Instituto de Desarrollo Industrial de la UIA
1.
Al Mercosur hay que replantearlo desde el vamos. Brasil nos compra lo
que necesita y nos exporta todo lo que puede. Ellos actúan de manera
prepotente.
2.
Brasil tiene problemas económicos y políticos muy serios.
No me sorprendería que, en el corto plazo, continúe la devaluación
del real.
3.
El tipo de cambio es una restricción grande al crecimiento. La
sola idea de una devaluación produce escalofríos. Pero hay
que empezar a trabajar en serio sobre esa hipótesis. Hay un problema
de tipo de cambio que debemos reconocer que existe. En este momento no
es posible devaluar porque los costos superarían los beneficios.
Pero no es bueno asumir una postura dogmática en ese debate.
4.
Los cambios de gobierno en Argentina son conflictivos. La situación
recesiva es muy seria y hay que tomar medidas ya. La situación
se puede seguir deteriorando.
Rolando
Pietrantueno
presidente del Consejo Argentino de la Industria
1.
Argentina debe tomar las medidas lógicas de protección de
su industria, sin perjuicio de que continúen las negociaciones
normales del Mercosur.
2.
Es posible que en el corto plazo el real se siga depreciando. Habrá
que ver cómo se resuelve la situación política en
Brasil. La situación se va a normalizar cuando Fernando Henrique
Cardoso recupere popularidad.
3.
Más que en devaluar, el próximo gobierno debe pensar en
resolver el problema de la pérdida de competitividad. Eso se logra
con una batería de medidas.
4.
El final de mandato de Menem será complicado. Está todo
muy confuso.
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