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PROPUESTAS
empleo
- Casi 4 millones de personas
con problemas de empleo es la herencia que dejará Carlos Menem.
- El índice de desocupación
es de 14,5 por ciento y el de subocupados, 14,9.
- El PJ y el cavallismo prometen
bajar el desempleo al 6 por ciento para el año 2003.
- Algo más cautos, en
la Alianza confían reducirla al 9,5 por ciento y anuncian que,
de llegar al gobierno, declararán la Emergencia Ocupacional.
- El PJ confían, fundamentalmente,
en que el cre- cimiento de la economía potencie rápidamente
el empleo. Y proponen estímulos a las pymes.
- Cavallo pone el acento en
la flexibilización laboral como motor de la creación de
puestos de trabajo.
Por Roberto
Navarro
Los candidatos saben que el
gran desafío será bajar el desempleo. Los datos revelados
por el INdEC el jueves último son contundentes: 14,5 por ciento
de desocupados y 14,9 por ciento de subocupados. Casi 4 millones de personas
con problemas de empleo son parte de la pesada herencia que le dejará
Carlos Menem a su sucesor. Los tres principales partidos dicen estar listos
para enfrentar el problema. El fósforo se encendió y la
mecha empezó a consumirse: el próximo gobierno ya tiene
su misión imposible. Cash dialogó con los tres candidatos
a hacerse cargo del Ministerio de Trabajo en caso de que sus respectivos
partidos lleguen al poder (ver recuadros). Y tuvo acceso a los documentos
realizados por sus equipos de asesores. Con una buena cuota de optimismo,
el PJ y el cavallismo esperan bajar el índice de desocupación
al 6 por ciento para el año 2003. Algo más cautos, en la
Alianza confían en reducirla al 9,5 por ciento.
Alianza
En la Alianza anuncian que, de llegar al gobierno, declararán de
inmediato la Emergencia Ocupacional y crearán un foro
de concertación laboral entre empresarios y sindicatos. En el justicialismo
confían en que el despegue de la economía potencie rápidamente
el empleo, pero igual proponen corregir las asimetrías que sufren
las pymes con respecto a las grandes empresas en materia financiera y
fiscal. Ni la alianza ni el PJ quieren modificar las leyes laborales.
Acción por la República (AC), en cambio, pone el acento
en la flexibilización del régimen laboral como motor de
la creación de puestos de trabajo (ver aparte).
El abogado laboralista Jorge Sappia, número puesto para Trabajo
si gana la Alianza, es amigo de Fernando de la Rúa de la niñez
y fue ministro de Eduardo Angeloz en Córdoba. Julio Godio, del
Frepaso, será su jefe de Gabinete y quien elaboró, en el
marco del IPA (Instituto Programático de la Alianza), el programa
de políticas laborales que, según aseguró Sappia
a Cash, será el que instrumentará de llegar al ministerio.
Sus principales puntos son los siguientes:
- Declarar la Emergencia Ocupacional y convocar a empresarios y sindicatos
para la conformación de un foro de concertación, que proponga
medidas para elevar la productividad. Piensan que en la actual crisis
encontrarán una mejor predisposición en los actores económicos
para ceder posiciones en la búsqueda de una mayor competitividad,
que permita aumentar las ventas externas y así generar nuevos puestos
de trabajo. El mismo grupo, al que esperan dotar de carácter oficial
mediante una ley, deberá coordinar la acción de foros municipales,
que trabajarán sobre las situaciones particulares de cada región.
- Crear un fondo para subsidiar con dinero en efectivo a las empresas
que contraten a jefes de familia desocupados y a jóvenes que buscan
su primer empleo. El 34,5 por ciento de las personas de entre 15 y 19
años están desempleadas. No sólo es la franja con
mayor desocupación sino también la que los políticos
ven con mayor potencial de conflictividad social.
- Incrementar la cantidad de planes de empleo público (en la actualidad
hay 345 mil personas trabajando en programas de empleo temporario del
Estado), pero exigiendo a los beneficiarios la participación en
programas de reentrenamiento que aumente su calificación laboral
y les facilite así su reinserción en el mercado.
- Aseguran que aplicarán estrictamente la Ley de Compre Nacional,
que obliga al Estado y a las empresas privatizadas a priorizar la elección
de productos nacionales en lugar de importados, ante situaciones de igualdad
en calidad y precio.
- Dotar a la aduana de eficiencia y transparencia para evitar que sigan
ingresando productos subfacturados o a precios de dumping, que compiten
en forma desleal con la producción nacional, destruyendo puestos
de trabajo. Hay sectores completos, como el juguetero, que prácticamente
desaparecieron ante la competencia desleal de los chinos, que se producen
con materias primas y servicios subsidiados por el Estado y con operarios
que cobran 50 dólares mensuales.
- Transformar al Banco Nación en un banco pyme, que dedique todos
sus esfuerzos al apoyo crediticio para las empresas pequeñas y
medianas, que son las que generan el 60 por ciento de los puestos de trabajo.
- Promulgar la Ley de Transparencia Crediticia, similar a la que existe
en Estados Unidos, que obligue a la banca privada a maximizar sus
esfuerzos para apoyar financieramente a las pymes.
- Creación de programas de autoconstrucción de viviendas,
con aporte de materiales del sector público y pago de un salario
básico.
Justicialismo
Jorge Todesca es el vocero de Eduardo Duhalde en temas laborales y el
coordinador del equipo que elaboró los programas de promoción
de empleo de la plataforma justicialista. El economista confía
en que un sostenido crecimiento de la economía provoque por sí
solo una reducción en la tasa de desempleo. Propone, de todas maneras,
una serie de medidas para mejorar el perfil de la demanda y la oferta
laboral.
- Con respecto a la demanda de empleo, el equipo duhaldista pone el acento
en el apoyo a las pymes. Proponen nivelar las posibilidades de las pequeñas
empresas con respecto a las más grandes. Quieren garantizar el
acceso al crédito, creando fondos de garantías mediante
los bancos provinciales, y complementar la acción con mecanismos
de asistencia tecnológica y sistemas de apoyo al comercio exterior.
- También planean promover la equiparación de condiciones
entre pymes y grandes empresas en temas como los descuentos en tarjetas
de crédito, impuestos municipales y costos de servicios.
- Para mejorar la calidad de la oferta de trabajo plantean reconvertir
los programas de empleo público en sistemas de capacitación
dentro de las empresas, con salarios a cargo del Estado y desgravaciones
fiscales para las compañías participantes. Así esperan
mejorar la calificación laboral de los desocupados y ponerlos en
contacto con el mundo del trabajo.
Osvaldo Giordano, del cavallismo
Eliminar
las cargas sociales
El candidato para la cartera
laboral del partido de Domingo Cavallo afirmó a Cash que la desocupación
sólo bajará si el país crece a una tasa del 6 por
ciento anual. En ese contexto, aseguró que tiene un programa de
trabajo para bajar el índice de desempleo al 6 por ciento en los
próximos cuatro años. Estas son sus principales propuestas:
- Disminuiremos la burocracia en la contratación laboral.
En la actualidad un empresario tiene que hacer siete trámites distintos
para regularizar la situación de un empleado: ante la obra social,
el sindicato, la AFJP, la ART, el seguro de vida, el de retiro y la ANSeS.
Vamos a reducirlo a una sola gestión.
- Vamos a democratizar la negociación. Los convenios colectivos
vigentes son de la década del 70. Nosotros impulsamos la
negociación de cada empresa con sus trabajadores.
- Trabajaremos intensamente en la calificación del personal.
Pondremos en marcha una revolución educativa, basada en cantidad
y calidad de estudios. Además, daremos seguridad jurídica
a los contratos de aprendizaje.
- Vamos a cambiar el actual sistema de indemnizaciones por un seguro
con mínimo costo. Un sistema laboral moderno se basa en la movilidad
de trabajo. La indemnización es un obstáculo para este fin.
- Impulsaremos la modernización de la seguridad social. Vamos
a eliminar las cargas sociales, que son un sobrecosto que disminuye la
competitividad de las empresas. Hay que buscar mecanismos similares a
lo que se hizo con las AFJP y las ART.
Jorge Sappia, candidato a ministro
de la Alianza
No
alentaremos los contratos temporarios
¿Cómo
van a bajar la desocupación si son gobierno?
Más allá de las medidas que se puedan llevar adelante
desde el Ministerio de Trabajo, hay decisiones económicas que tomar.
El Estado debe alentar la inversión genuina. Crear un puesto de
trabajo sale plata, y la tiene que poner el sector privado. Un Estado
eficiente y transparente, servicios públicos a precios internacionales,
un sector financiero que aliente a la producción y una Justicia
independiente serán el escenario que alentará la inversión.
¿Cuál será el aporte de la cartera laboral?
Declararemos la emergencia ocupacional como una manera de invitar
a todos a que se involucren en el tema. Vamos a crear un foro intersectorial
que elabore programas para aumentar la productividad. Una economía
competitiva generará puestos de trabajo para todos. Es un camino
difícil, pero sus resultados serán sólidos. No podemos
tener un índice que, ante la primera recesión, se va del
12 al 18 por ciento.
¿Va a haber una política orientada a apoyar a las
pymes, que son las grandes generadoras de empleo?
Lo más importante es asegurarles el acceso al crédito.
Hay que transformar el Banco Nación en un banco pyme, que financie
a tasas razonables los emprendimientos que se generen en todas las ciudades
en las que haya una sucursal. Pero además hay que poner a la banca
privada al servicio de la producción. Vamos a mandar al Congreso
una ley de transparencia crediticia, que obligue a los bancos a orientar
una mayor parte de sus esfuerzos al sector pymes.
¿Va a haber cambios en la legislación laboral?
No, los cambios necesarios ya se hicieron. No vamos a alentar la
creación de los contratos temporarios ni reduciremos las indemnizaciones,
que ya bajaron bastante. En nuestros contactos con empresarios comprobamos
que ellos también están conformes con la legislación
actual.
¿Las cargas sociales seguirán bajando?
Hasta que se logre disminuir fuertemente el déficit fiscal
no se puede hablar de reducir ningún impuesto. Pero, de todas maneras,
quedó demostrado que las rebajas anteriores no trajeron como contrapartida
un aumento del empleo.
¿Cómo se van a atender las necesidades de los desocupados
hasta que consigan trabajo?
Se buscará cubrir a la mayor cantidad de gente posible con
el seguro de desempleo. Pero, además, pensamos dotar a cada padre
de familia desocupado de una libreta sanitaria, que le asegure una buena
atención médica para sus hijos.
¿A cuánto esperan bajar la desocupación
si llegan al gobierno?
En un escenario de crecimiento económico, en los próximos
cuatro años podemos bajar el índice de desempleo a un dígito.
Reduciendo la desocupación del 14,5 por ciento actual al 9,5 en
el 2003 arreglamos el problema de la tercera parte de los desocupados
en un período de gobierno. Eso solo justificaría nuestro
paso por el poder.
Jorge Todesca, el especialista
del PJ
Vamos
a favorecer a las pymes
¿El modelo
económico generó desocupación?
No, con este modelo, en 1996, cuando salimos del Efecto Tequila,
la desocupación bajó hasta el 12,7 por ciento. El plan económico
alentó el crecimiento y con él el empleo. Por supuesto que
hay cosas que mejorar y medidas que se pueden tomar para alentar la creación
de puestos de trabajo.
¿Cuáles?
Si logramos que las pequeñas y medianas empresas tengan una
mayor participación en el proceso económico, habrá
más empleo disponible. Hasta ahora, sufrieron un proceso de selección
adversa. Pagan más intereses, más impuestos y más
caros los servicios. Trabajaremos en todos esos aspectos, principalmente
en el financiero.
¿Qué otras medidas van a tomar?
Vamos a trabajar mucho sobre la oferta laboral. Ese es un tema que
no se toca, pero la mayoría de las empresas que vinieron del exterior
tuvieron que disponer programas de capacitación muy intensos para
disponer de mano de obra calificada. En los países desarrollados
invierten más del 5 por ciento del PBI en mantener y reentrenar
a los desocupados, en la Argentina el 0,25 por ciento. Vamos a elevar
ese presupuesto.
¿Cómo van a organizar los programas de capacitación?
La idea es reconvertir los programas de empleo público. En
vez de tener a la gente barriendo plazas, hay que ubicarlos en empresas
que los califiquen para realizar nuevos trabajos. El Estado les pagará
los salarios y premiará a las empresas con desgravaciones fiscales.
De esta manera, además, las personas estarán más
cerca del mundo del trabajo y siempre tendrán posibilidades de
quedar efectivos en la misma compañía en que realizan el
entrenamiento.
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