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El Baúl de Manuel

Por M. Fernández López

Educación física

Si decimos trabajo y fuerza, cisternas y niveles de agua, trabajos virtuales, refracción, hidrodinámica, etc., se pensará en la Física. Pero el tema es la Economía. Algunos economistas usaron nociones de la Física para representar nociones económicas. Fisher construyó en 1893 un mecanismo de cisternas y líquido para representar la optimización del consumidor. Keynes en 1924, en Reforma monetaria, consideró a la teoría cuantitativa del dinero como una “teoría fundamental, cuya correspondencia con los hechos no está en discusión”. Proponía medir la cantidad de poder adquisitivo con una unidad formada por artículos de consumo general, según la fórmula n = pk; donde k eran unidades de consumo, p el precio de cada unidad de consumo y n los billetes en circulación en manos del público. Keynes coleccionaba manuscritos de Newton, y acaso en uno de ellos encontró tal fórmula, usada para medir la altura del polo en relación con su latitud geográfica. La localización de una planta industrial que se sirve de fuentes de materia prima ubicadas en lugares distintos y fijos, y cuya producción es vendida en un único punto de consumo o mercado, fue resuelta por Launhardt a través del principio de los trabajos virtuales: la localización óptima es aquella en que los costos totales (obtención y manufacturación de materias primas más transporte del producto) son mínimos. La ruta más económica por tierra para alcanzar un canal, línea férrea o curso fluvial no es la ruta más corta, es decir, la perpendicular al segundo medio de transporte, sino una ruta cuyo ángulo es igual a la relación de tarifas de transporte terrestre y por el segundo medio (más barato), e igual a la fórmula de la refracción de la luz. Por último, un capital invertido en una producción, está en continuo movimiento, tanto por su disminución continua debida a la depreciación como a su reposición continua debido a inversiones nuevas. Cada nueva dosis de capital invertido, ¿cuánto tiempo promedio permanece trabajando en la producción? Esto fue llamado período medio de producción, por Böhm-Bawerk. La respuesta la da una relación de la hidrodinámica: es el cociente entre la cantidad total de líquido (o capital) y el flujo de salida de líquido (depreciación o inversión nueva, en la hipótesis de capital invariable). Esta relación fue llamada “teorema de la bañera” por Robert Dorfman, profesor de Harvard.


Juan se ahogó, ¿quién quedó?

No niego que ver Cómo se bañan las damas es más fascinante que saber Cómo veranean los economistas. Sin embargo, algunos de los capítulos más importantes de la historia de la ciencia económica tuvieron que ver con determinados veraneos. ¿Cómo hubiera sido la historia sin aquellos veraneos? Frank Capra mostró en It’s a Wonderful Life! (¡Qué bello es vivir!) un ejercicio así: un desesperado le pide a Dios no haber nacido nunca. Se le muestra cómo se habría desarrollado su mundo sin él: su esposa habría envejecido en una vida gris, sin casarse y sin hijos; el pueblo habría caído en manos de un usurero. Y así por el estilo. David Ricardo no recibió educación formal sino a través de maestros particulares. Pero le daba gran importancia al estudio. De gran talento para los negocios, enriqueció rápidamente en las guerras napoleónicas, y su afición lo llevaba hacia la matemática, la química, la mineralogía y la geología. Es probable que hoy lo conociéramos por su excelencia en esos campos, de no ser por aquel verano en Bath, en 1799, cuando leyó en un ejemplar prestado La riqueza de las naciones, de Adam Smith, que lo convirtió de hombre de negocios afortunado en un notable publicista de economía. La teoría económica de Marx, según hoy se admite, está basada principalmente en los Principios de Ricardo, publicados en 1817. Sin ellos, la economía de Marx acaso hubiera sido muy distinta, o no hubiera sido. Alfred Marshall veraneaba en los Alpes. Pero su vida, y por tanto el pensamiento neoclásico, estuvieron signados por otro veraneante: William Stanley Jevons. Era éste un luchador que buscaba darse a conocer rápido, en tanto que Marshall era un pensador que rumiaba sus ideas durante años. Cuando Jevons publicó en 1871 Teoría de la economía política, dio a conocer resultados que Marshall ya había encontrado en forma independiente. Marshall comentó la obra en 1872 con la amargura de perder la paternidad del nuevo enfoque. Jevons continuó publicando, no sólo sobre economía sino también sobre lógica, metodología de las ciencias, ciclos económicos, moneda, etcétera. Iba a ser una competencia entre titanes. Hasta que en el verano de 1882, de vacaciones en Bulverhythe, Jevons se ahogó. Marshall quedó como único dueño del terreno. Y nociones como la demanda de dinero o las curvas de demanda recíproca, que Marshall descubrió hacia 1879-85, recién las dio a conocer un año antes de morir, en 1923.