La prehistoria
de dos bandas con mucho en común
Todos
Auténticos
Tus
Muertos
Decadentes
Horacio
Villafañe (a) Gamexane y Jorge Serrano (a) Perro Viejo cuentan
cómo empezó todo. Y cómo sigue la historia entre
las dos bandas que animarán este sábado un festival inequívocamente
bautizado Amigazo. Desde la pequeña disquería
de San Isidro hasta el escenario de Obras, todo en un viaje que está
por cumplir veinte años.
PABLO
PLOTKIN
Un
poster de Sid Vicious en la vidriera de una disquería argentina,
a principios de los ochenta, no representaba poca cosa. Sobre todo porque
no había pasado mucho tiempo desde la explosión londinense
del 77, Internet y la MTV aún no existían, y, si bien
el gobierno militar estaba en las últimas, todavía estaba.
Y a la policía no le caía simpático el retrato de
un flacucho inglés con los pelos parados, cara de heroinómano
y un símbolo anarquista garabateado en el pecho. Por eso Gamexane
entonces guitarrista de Los Laxantes entró a ver LPs
a Siete Vueltas, la disquería que Jorge Serrano tenía en
San Isidro. Realmente acá nadie conocía a Sid Vicious
ni a los Pistols en esa época. Además Jorge tenía
discos de Lou Reed, cosas que traía él de afuera y que le
costaba mucho vender: no había público para eso, le
cuenta al No el curioso de entonces. La anécdota viene a
cuento del inminente Festival Amigazo (mañana), que juntará
a los Decadentes, Arbol y Karamelo Santo, este sábado en Obras.
Empezamos a frecuentar la disquería con Félix (bajista
de Todos Tus Muertos), que era del barrio, y yo de Beccar. Así
que ahí empezó la amistad. Fidel Nadal también
andaba por ahí, y sólo había tenido un amago de banda,
Los Eunucos. Yo tocaba la guitarra en ese grupo, relata Serrano.
En esa época los grupos punk eran muy pocos y todos éramos
parientes, completa.
Cuando Serrano se separó de su primera mujer, cohabitó un
tiempo con Félix para compartir los gastos de la casa. Yo
no era de querer tocar en vivo, pero me gustaba componer, cuenta
el mayor creador de hits instantáneos que el rock haya
producido para cualquier fiesta popular. Era bastante tímido:
le tenía miedo al escenario. Así que con Félix y
Fidel empezamos a tocar, y como ellos se movían más, pegaron
una fecha en un lugar que se llamaba el Centro de Asistencia Social al
Detenido, un local anarquista. Esa y otra vez en la fiesta de cumpleaños
de una amiga en común fueron las únicas dos veces
que yo toqué con los Muertos. Durante esos días Serrano
compuso Gente que no, El espejo y Tango
traidor, algunas de las canciones que con los años se hicieron
imprescindibles en los recitales de TTM.
Pero entonces el hombre tímido y prolífico decidió
ir a probar suerte a Alaska, ¡como electricista! Jorge necesitaba
irse del país, se acuerda Gamexane. Lo dice en la letra
de Tango traidor: Quiero irme del país y despertarme
mañana en otro lado... Me cago en la bandera, me limpio el culo
con la escarapela. La verdad que nuestra adolescencia y post adolescencia
fue bastante turbia. Caías en cana mil veces y era todo muy frustrante.
Unos meses después, con Gamexane ya integrado a los Muertos, Serrano
volvía por un rato para grabar con los Auténticos
Decadentes su disco debut, hecho de manera independiente. Y decidía
quedarse. Los Decadentes eran todos más atorrantes, no sentía
ningún compromiso, ni siquiera con tocar bien. Ahí todo
se fue dando más fácil y naturalmente. Lo de los Muertos
era algo más serio. Y el escenario me ponía muy paranoico.
Gamexane: Lo curioso era que los Deca tocaban en el mismo
circuito que nosotros, con su estilo de cumbia murguera tan particular.
Pero también eran punk: todos ellos venían de la escuela
del punk rock. Ibamos al Parakultural, nuestros lugares de reunión
eran esos boliches bien subterráneos. Aunque en aquel momento no
eran tan aceptados por el público masivo de rock, su actitud sí
era aceptada por el circuito under. Hablo de esa época de independencia,
antes de que muera Luca.
Serrano: Nosotros tocamos varias veces con Attaque 77, por
ejemplo, en el Parakultural. Y un punto de conexión entre nosotros
y el punk por ahí es el ska, que es un ritmo alegre y tropical,
y al mismo tiempo es una música aceptada e incorporada por el circuito
punk.
Gamexane: Los Deca generaron su onda, que ya es totalmente
reconocible, y hasta imitada. El sonido Decadentes ya es una fórmula
para un grupo: lochabacano, cagarse de risa, el cabaret, la joda... Antes
eran los únicos. Ahora, si una agencia quiere inventar un grupo,
usa el molde de los Decadentes. Eso me parece increíble, porque
ellos son los auténticos.
Dos bandas que surgieron de la escena punk y que supieron como pocas encontrar
un camino personal en el rock argentino de este tiempo. Los Auténticos
Decadentes fundaron lo que Serrano llama el folklore porteño,
un culto espontáneo a los emblemas de la ciudad de Buenos Aires
que en esta década devinieron en grasas: la coupé Fuego,
las putas de Constitución, la fugazzeta, el cabaret. Todo sin ninguna
pretensión de volverlo cool y con una banda de sonido orquestada
al milímetro para cualquier trasnoche reventada. Lo de los Muertos
es más universal: el hardcore de protesta que revalúa desde
el Tercer Mundo el encontronazo celestial entre Bob Marley y Sid Vicious.
Eso, más algunas dosis de hip hop, sangre afrolatina y actitud,
los hizo pioneros locales de un movimiento de punk elaborado, capaz de
nutrirse de muchos otros ritmos.
Serrano: Creo que en algún momento hubo una apertura
que no sé bien de qué lado salió, ni me importa
a tocar distintos estilos latinoamericanos, una cosa que los Cadillacs
también la tenían. Nosotros fuimos bastante pioneros en
ese sentido. Los Muertos tienen esa actitud de apoyo a las causas aborígenes.
Nosotros somos más irreverentes, pero de alguna forma estamos apoyando
lo que es una cultura tercermundista. Los Decadentes, se note o no, tenemos
la intención de hacer un folklore porteño, de esta época.
Gamexane: Creo que lo que nos hermana con los Deca son las
ganas, más que nada, ese entusiasmo de cuando empiezan a salir
las cosas. Musicalmente, a veces escucho arreglos en temas de ellos y
me doy cuenta de que vienen de algunas cosas que escuchábamos en
común. No necesariamente punk rock. El tema La guitarra,
por ejemplo, para mí tiene el sonido del disco Spike, de Elvis
Costello. Esas influencias las compartimos. Y Jorge es un compositor que
no se come ninguna, y dice lo que siente. Es de la escuela del dolor.
Es un genio, aunque yo lo veo como amigo. Me acuerdo de esos años
de la disquería, cuando ninguno de nosotros se imaginaba que con
los Decadentes iba a pasar todo lo que pasó y que los Muertos en
el 2000 nos íbamos a estar yendo cada vez más tiempo de
gira. Así que tengo más ese recuerdo de Jorge, como amigo,
aunque al geniecillo también lo veo. Y a veces me cago de risa.
Cuando aparece con Valeria Lynch, por ejemplo, me divierte.
Serrano: Las dos bandas eran bastante raras cuando aparecieron.
Los Muertos era un grupo punk, que ya era medio raro. Con un cantante
negro, que no es una cosa muy usual en la Argentina. En ese momento Fidel
andaba con cresta, y ver un negro con cresta era más raro todavía.
Y nosotros éramos un grupo que prácticamente no sabía
tocar, puro bardo arriba del escenario. Tocábamos en ambientes
punk y la música que hacíamos era boleros y cumbia. Era
bien raro.
El
amigo enojado
Nicolás
Landa fue acordeonista, manager y compositor de los Auténticos
Decadentes. Hace unos tres años se alejó de la banda, y
en estos días está caliente. El motivo parece
ser el mismísimo Amigazo, que se hizo por primera vez en la primavera
de 1996 en el Paraguay, con la participación de los Decadentes,
TTM, 2 Minutos, Juana La Loca y los uruguayos de Niquel. Landa dice ser
el principal ideólogo junto al Bocha, manager de los Muertos
del evento original, y quien lo bautizó. Así es que este
domingo a la tarde, como respuesta, organizará en el club 12 de
Octubre, de Benavídez, el Amigazo II (porque el primero fue el
del Paraguay), con la presencia de su nueva banda, Los Animalitos, más
los locales La Reina del Ghetto, Los Panteras Negras (de Chile), el cantante
de cumbia Omar Yané y el folklorista Daniel Altamirano. Como
un falso Woodstock, define Landa. Bien de barrio, un verdadero
amigazo. Algo más callejero y copado, con la entrada a un peso.
Y a beneficio de los chicos de Ciudad Oculta, proclama. Se le pregunta
si se trataría de un Amigazo alternativo. El de ellos es
el alternativo, se apura en contestar él, compadrito. El
nuestro es el pulenta. Igual está todo bien con los Decadentes:
sigo siendo amigos de muchos de ellos y compongo también con algunos.
Para mí Jorge Serrano es el mejor compositor del mundo y Cucho
es mi mejor amigo. Pero así como mis ideas antes se las llevaban
ellos, ahora me las llevo yo. Tengo una banda que es mejor que los Decadentes
y los Muertos y no es de sobrador, pero los Animalitos es
como eran esas dos bandas hace diez años. Es una banda de todos
animalitos del Gran Buenos Aires, sin laburo, y con hambre. Como eran
ellos hace diez años.
Siempre
a full
Mis primeros
recitales punk fueron ésos: iba a ver a Todos Tus Muertos, Alerta
Roja, Sentimiento Incontrolable. Con los Auténticos Decadentes
me divertía mucho, en esa época tocaban para un público
más bien punk, heavy. Recuerdo un recital en Parque Patricios que
hubo tiros, de todo. El barrio estaba atestado de punks, la hinchada de
Huracán fue al show, y viste cómo son las hinchadas de fútbol:
no les gusta sentirse invadidas. A los Muertos los habré empezado
a ver en el 85. Igual, los que más me gustaban en esa época
eran Los Mutantes del Caos y Alerta Roja. Era reloco, una escena pequeñita,
como una cooperativa. Estaban también Los Corrosivos. Y a los Decadentes
los empecé a ver recién en el 87: entre el público
había heavies, punks, skaters. Después, cuando salió
el primer disco, con el éxito de Vení Raquel
y todo eso, empezó a ir otro tipo de público. Hay gente
que dice que no es rock, pero para mí es rock a full. Matan.
MOSCA
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