Antes
de comprarlos, grabarlos
o lo que tu economía indique, el No te ofrece la oportunidad de
enterarte detalles, sonidos, invitados y potenciales hits de estos nuevos
discos. Que son parte de un aluvión de lanzamientos nacionales
previstos para julio, que incluyen a Fito Páez y Los Fabulosos
Cadillacs. Adelante, pues, a pasar el invierno y... play.
ANIMAL
Se han
tomado en serio el título de este nuevo trabajo. Usa toda tu fuerza
se llama el quinto disco del trío, que aparecerá el 20 de
este mes. Tal vez, demasiado en serio: con una potencia inusual incluso
para ellos, disponerse a escuchar la grabación a un buen
volumen puede volar más de una peluca desprevenida. El recorrido
por los doce temas que componen el disco casi no da tregua: desde el comienzo
con Revolución (corte de difusión que ya está
sonando por radio), todo es una sucesión de polenta y adrenalina
apenas interrumpida por la calma de Aura, el penúltimo
tema, lo más parecido a una canción pop de lo que el trío
pueda aventurarse. Claro que sólo sirve para resaltar un final
a todo trapo, con la promocionada versión de Highway to Hell
(AC/DC), en el que Andrés Giménez comparte las voces con
un invitado de lujo: Lemmy Kilmister, de Mötorhead.
Algunos datos de la grabación remiten al disco anterior de ANIMAL.
Por ejemplo, que fue grabado en el mismo estudio californiano, Indigo
Ranch, y que fue también masterizado en Oasis Mastring. También
trabajaron aquí el productor Richard Kaplan (que había coproducido
Poder latino con Max Cavalera) y el ingeniero Chuck Robinson (esta vez
participó sólo en la mezcla). Pero igual hay varias sorpresas:
la primera es que Andrés Vilanova demuestra haberse convertido
en una máquina de aporrear tambores y ensamblado a la perfección
con sus compañeros. Tal vez el batero quien no podía
haber tenido un mejor debut discográfico que éste
siga teniendo el apodo de El Niño por ser el menor
de la banda, pero aquí demuestra que puede hacer machacar y estallar
los parches tan bien como Jimmy De Grasso, la luminaria que ANIMAL contrató
para tocar en Poder... (luego de la repentina y abrupta partida de Martín
Carrizo).
También sorprende la casi total ausencia de partes rapeadas por
el bajista Andrés Corvalán. Apenas hay un esbozo en Choli
Rancho. Giménez mantiene la voz principal en todo el álbum
(salvo cuando la comparte con Lemmy), aunque no siempre suena igual. En
Revolución y Cuida tu fe, los dos primeros
temas, está deformada e inmersa en la electricidad de la música.
En otros momentos, como en el tema que da nombre al disco, la garganta
del vocalista y guitarrista aparece clara para insistir: Cada cual
va con su verdad/ Usa toda tu fuerza ya. El cuarto tema es Barrio
patrón, un hardcore furioso y precoz, apenas 55 segundos.
Ganar o perder arranca con el bajo de Corvalán en soledad
y se convierte en una aplanadora trash. Luego vienen Dios,
Choli rancho y Vamos por más, un potencial
segundo corte (Corriendo riesgos como inspiración/ siguiendo
la huella que otro dejó/ Vamos por más, amenaza).
Después Solo continúa la senda de letras positivas:
Sigue solo no importa lo que digan/ Nadie sabrá mejor que
vos lo que debés hacer, catequiza. Y Atropello
tiene uno de esos ritmos a repetición que le harían mover
la cabeza a Beavis & Butthead, con una guitarra que parece sobrevolar
la base metálica. Luego vienen Aura y el final con
don Lemmy (quien accedió a grabar con un sólo pedido: que
hubiera una botella de su whisky favorito en el estudio) y su voz gastada
de tantas botellas. Bueno, en realidad, no es el final-final: si se deja
correr el CD, hay un tema oculto. Pero no es de ANIMAL, sino de Los Choris,
una ¿banda? conformada por el baterista Demente, el bajista Pudrus,
el guitarrista Gordo Diablo y el cantante Gino Voyeur. El track (no se
lo puede llamar canción) es una suerte de experimentación
guitarrera cuyo único estribillo (El baile de Los Choris,
repiten) es tan enigmático como la real identidad de los músicos.
ROQUE CASCIERO
IKV
Las aterradas
mentes bienpensantes de la Ciudad Autónoma, que hicieron volar
a velocidad record ciertos afiches, deberían saber que Illya Kuryaki
& The Valderramas no invitan a mover el culo, sino a mover el coolo,
que es lo mismo pero en un país tan preocupado por las palabras
no. Coolo es el primer single de Leche, el disco con el que
IKV volverá a hacerse presente en las bateas tras los módicos
resultados (no artísticos, que habían sido notables, sino
comerciales) de Versus. Coolo es, también, uno de esos
raps a dúo que caracterizan a Dante Spinetta y Emmanuel Horvilleur,
y que con el correr del tiempo fueron rodeados por experimentos cada vez
más ambiciosos en el campo de la música negra. Ahí
está el chiste: Leche es el disco más negro de los ex niños
salvajes.
Desde siempre, y en eso no hay misterio, el dúo dejó traslucir
su pasión por el sonido afroamericano. En su sexto disco, sin embargo,
IKV filtró un poco sus influencias y parece haberse concentrado
en la vertiente de Prince y Earth, Wind & Fire. En el primer rubro
podrían agruparse baladas soul como Lo que nos mata
o Joya + guinda + fuego, en el segundo títulos como
el inicial Latin geisha o Guerrilla sexual. Sin
llegar a la clonación pero conociendo al dedillo los códigos,
los Kuryaki hacen en su nuevo disco una demostración de conocimiento
del género que seguramente pocos pueden exhibir en estas tierras
... Lo cual, aun abriendo un debate sobre la identidad del grupo, no deja
de ser un elogio.
Más allá de esas cuestiones, que hasta pueden despertar
alguna aspereza, Leche ofrece más de un momento intensamente disfrutable.
DJ Droga, grabado junto al legendario Bootsy Collins, el bajista
de los anteojos en forma de estrella, es un ejercicio de deformidad que
sintetiza las opciones estilísticas tomadas para todo el disco:
una base vibrante, sonidos de sintes añejos, guitarras que flotan
en el entramado resistiéndose en caer a tierra. Jennifer
del estero, momento fiestero y cachondo, fantasea largamente con
la presencia de la bella Jennifer López en la cocina. Wacho
empieza con cuerdas, pero le abre las puertas a la distorsión.
Apocalipsis wow se zambulle en el funk de pura cepa para asegurar
que el pueblo se sumerge en la droga de estación. Todo
ello con el altísimo estándar de sonido al que IKV se acostumbró
después de Chaco, incluyendo el abuso de recursos como los coros
femeninos, que repiten el dibujo a lo largo de todos los temas.
Si Coolo hizo estragos en la pacatería porteña,
habrá que poner atención a lo que suceda cuando en alguna
radio se animen a programar el track más potente de Leche. Que
lleva el indecoroso nombre de Hecho mierda, que lanza frases
100% Kuryaki como Ocho nuevas tácticas llegadas del norte
del país junto a una guerrera litoraleña y que luego
se desbarranca y rapea sin ambages, con ánimo de fiesta: Restorán
de club verano gendarme/ ambiente climatizado sadomasoquista, la pista
TC 2000 anarquista/ Haga sentir a su hija una reina en su cumpleaños
de 15/ confitería Princesa Petera, fiestas, agasajos, matanzas,
sorteos de TV color/ Estoy hecho mierda pero soy feliz. Illya Kuryaki,
los Valderramas, Jennifer López y mamá Africa. Mucha leche.
EDUARDO FABREGAT
CIENFUEGOS
Pobrecita
la raza humana/con su problema existencial, grita Sergio Rotman
en Hacia el cosmos/Hacia el infierno, segunda canción
del tercer disco de Cienfuegos. Y, ciertamente, Hacia el cosmos es un
álbum existencial, que se plantea el destino de la humanidad sin
pretender resolverlo. Catorce canciones sensibles a la euforia y a la
paranoia de fin de milenio, con títulos como La vida dura
sólo un segundo, Viaje hacia el fin de la noche,
Un millón de nada y Alimentándome del
sol. La muerte es una presencia volátil y permanente a través
de la lírica del disco, pero las guitarras potentes, el humor y
la percusión se encargan de despojarla de tonos melodramáticos.
Producido por Ricardo Mollo, el álbum abre con un preludio corto
de percusión. Y ese sonido tribal al comienzo de un cd de título
futurista, propicia la ambigüedad que orbita como un satélite
a través de todo el disco: lo terrenal y lo galáctico.
Así como el predecesor No Sabe/No Contesta tenía un cover
de Once in a lifetime, de Talking Heads, en Hacia el cosmos
Cienfuegos versiona con elegancia y oscuro entusiasmo Love will
tear us apart, de Joy Division. Después resulta un respiro
la psicodelia beatle al estilo Wild Honey Pie en La
vida es un pastel. Un cambio de tono necesario. Ella de Pontevedra
es un aterrizaje forzoso en el Gran Buenos Aires en medio de un viaje
por las estrellas (a la heroína del tema se la define como una
diosa del ritmo y la bailanta), y Desierto puede
alistarse en el club de canciones enérgicas y pegadizas de Cienfuegos
(como La eternidad, del primer disco, o Querés
saber lo que es estar muerto, de NS/NC).
Además de la formación estable (RotmanDiego y Martín
AloéFernando RicciardiHernán Bazzano), Toto
Rotblat y Julio Morales se ocupan de la percusión, Diego Uma (Babasónicos)
toca teclados en dos canciones, Mollo la guitarra acústica en el
cover de JD, y Mimi Maura (la mujer de Rotman) canta en Para mí
que no estás bien, una pequeña historia de amor metropolitano
entre tantos paisajes cósmicos.
PABLO PLOTKIN
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