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Jueves 22 de Julio de 1999
tapa tapa del No


la leyenda ramone continua

P.P.

En 1996 se separaron y pulverizaron una esperanza religiosa del público punk argentino: si la inmortalidad existía, los Ramones debían ser la primera evidencia. Marky Ramone, el baterista, no perdió tiempo elaborando el duelo. Armó un trío, lo bautizó Marky Ramone & The Intruders y ya tiene unos 150 shows en su historia. Entre ellos, una tórrida noche en Cemento el año pasado, llena de agradecimientos mutuos y punk básico. Dee Dee Ramone hace ya diez años que había dejado de ser parte de los Ramones. Compositor de muchos de sus grandes éxitos, el guitarrista y cantante vivió hasta hace poco en City Bell, cerca de La Plata. La chica argentina que hizo que una de las máximas celebridades punk habitara por un tiempo el Gran Buenos Aires se llama Bárbara Zampini, 22 años, ahora bajista y también cantante de The Ramainz, el trío que integran ella, su novio y Marky, y que acaba de editar un álbum en vivo, Live in NYC, grabado a principios de año en el Continental de Nueva York.
La banda toca muchos de los clásicos ramoneros, por supuesto: “I wanna be sedated”, “Sheena is a Punk Rocker”, “I Don’t care”. “Veo que hoy hay muchos imitadores”, dice Marky Ramone en diálogo telefónico con el No, desde NYC. “Imitadores de los Ramones, imitadores de Pearl Jam. Después está la basura dance. Las Spice Girls, los Backstreet Boys y toda esa mierda. Son tan graciosos”. Si las grutas hablaran, probablemente tendrían la voz de Marky Ramone. “No me olvido de los Ramones: me divertí mucho en su momento, y fue una de las mejores bandas de la historia. Pero tengo que mirar al futuro, no al pasado. Y la verdad es que con Dee Dee y Bárbara lo estamos disfrutando mucho, nos llevamos muy bien. Nunca una pelea”, asegura Marky, y adelanta una visita con los Ramainz en septiembre y una posterior con los Intruders, en el verano. Hasta entonces, amigos.




Sobre el regreso de Nine Inch Nails
Para que tengan

MARIANA ENRIQUEZ

La espera parece haber terminado. Finalmente, después de cinco años, nuevas canciones de Nine Inch Nails están sonando en las radios norteamericanas. Obviamente, tanta expectativa no podía ser desaprovechada, y las nuevas canciones trajeron consigo un buen escandalete.
El cd doble de la banda de Trent Reznor (de hecho, es él solo y eventuales sesionistas) se editará recién en septiembre, pero los adelantos–singles son “The Day The World Went Away” (una suerte de balada oscura con letras susurradas, a la “Hurt” de The Dowward Spiral) y “Starfuckers, Inc”, mucho más industrial y poderoso, que ya es provocativo desde el título (es fácil imaginar los beep beep que le habrán mandado). Las canciones ya habían sido pirateadas en Internet, y se conseguían fácilmente en MP3 bastante antes de que se difundieran como singles. Pero no es la música la que está levantando polvareda. Es decir: los fans están contentos porque lo nuevo suena muy parecido a lo que NIN venía haciendo antes, y los críticos ya se encargarán de apuntar si la espera valió la pena. Lo que está dando que hablar son las letras. Por ejemplo, en “Starfuckers, Inc”, Reznor parece estar refiriéndose a dos de sus archienemigos o ex amigos: Courtney Love y Marilyn Manson.
Dice la letra: “Mi Dios en el asiento de atrás de una limusina/ Mi Dios viene envuelto en celofán/ Mi Dios saca trompa en la tapa de las revistas/ My Dios es una putita superficial que trata de hacer una escena”. Y después, encara el estribillo al grito de “Starfuckers/ Starfuckers/ Starfuckers”. La palabra refiere a las groupies de estrellas, o también a aquella gente que haría cualquier cosa por ser una estrella. Recordemos que Courtney tuvo una suerte de romance con Reznor hace unos años, y que más tarde salió a denunciar que Trent era un machista, horrorizada por la forma en que trataba a sus groupies. Por supuesto, Courtney tiene una lengua de temer, y cierta vez en un concierto, señaló que Nine Inch Nails (Uñas de Nueve Pulgadas) debería llamarse “Four Inch Nails” (Uñas de cuatro pulgadas) en obvia ironía acerca de las supuestas medidas de la “herramienta” de Reznor. Y Manson está peleado con Trent por varios motivos, desde celos hasta críticas que Reznor hizo al estilo de vida del Reverendo, pasando por todo el chusmerío de la autobiografía de Marilyn, donde por poco no acusa a su entonces amigo de boicotear su incipiente carrera. O sea, volvió Trent y repartió para todos lados. Habrá que esperar furibundas respuestas y habrá circo para rato.



Un pequeño Marilyn Manson porteño
In-definido/a


M.E.

”Todos están preocupados por la transgresión permitida y las estructuras que ya fueron aceptadas. Lo que queremos es ser una novedad estética y sonora” dice Alan, contando lo que quiere ser. Y es Cleopatra Paradise. Alan de adolescente supo tener una banda que se llamaba Comando Travesti, en la que jugaba con la confusión sexual y la androginia, haciendo covers de música disco gay, desde Village People a Divine. Ahora, con Cleopatra Paradise, sigue jugando con las mismas cuestiones, pero desde una estética más glamorosa y con música electrónica. Futurismo y glamour, algo cercano a... a... Sí, a Marilyn Manson. Aunque lo de Cleopatra Paradise sea un tipo de rock electrónico con algo de progressive house, e influencias del pop de los 80. Ellos/as son Alan (voz), Nicky (teclados y programación), Fredericks (guitarra) y Afrodita (coros). La banda nació el año pasado y debutaron en octubre del 98 en el Ciclo Molotov del Rojas, y están a punto de terminar con la grabación de su primer disco, bautizado Muchacho del siglo XXI, en obvia referencia a la canción de T. Rex que revivió Placebo para la banda de sonido de la emblemática Velvet Goldmine. Algunos títulos de canciones dan una idea de las intenciones: "Viaje espacial", "Milenio virtual", "Futura revolución", en estilo "electro-rock", según su definición. Sobre el escenario, Alan juega a ser una superheroína, mezcla Manson, mezcla Ziggy Stardust: él mismo se diseña la ropa (en un tiempo tuvo un negocio en la galería Bond Street que se llamaba Pink Flamingos). “No tenemos el típico concepto de rock de no querer triunfar: queremos triunfar, queremos ganar plata y si tenemos que usar todos los medios, los vamos a utilizar”, amenaza. “Lo que más está presente en mí mismo es el concepto de androginismo, que no sólo tiene que ver con el travestismo, sino con la rotura de las barreras sexuales, que las mujeres se permitan su parte masculina y los chicos sus partes femeninas”, reflexiona. Y lanza un desafío: “Si a los padres y a la gente grande les parezco horrible, eso me gusta”.

  • Cleopatra Paradise tocan mañana, como invitados de Adicta,
    en Ave Porco, Corrientes 1980, alrededor de la medianoche