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Agustín
Pichot, crack de Los Pumas
El
jugador trip hop
Lo
habrás visto en televisión, en algún partido del
Mundial de Rugby -que todavía sigue o en cualquier repetición
o nota referida a la cuestión. Se sabe: Los Pumas hicieron mucho
más de lo esperado en la competencia y se volvieron con un digno
8¼ puesto. Pero él sobresale. Ya sea porque no es un oso cuadrado
de los que abunda en este deporte, ya sea por su pinta de Burrito Ortega
de la ovalada (medias bajas, pelo largo, gambeta). Según el circunspecto
Daily Telegraph inglés, se trata de alguien con un look
de estrella pop, nacido del fútbol y con temperamento de artista.
Famoso por un voluminoso arsenal de ropa fina (y cara), tanto como por
su especial habilidad para sacar limpia la pelota de cualquier formación
fija su palomita es marca registrada, Pichot acaba de firmar
contrato con Bristol, club de la ciudad de Tricky y Massive Attack recién
ascendido a primera en la competitiva liga inglesa. A los 25 años,
ganará 400.000 dólares por un año de sus servicios
como medio-scrum atrevido y pícaro con la pelota. Hincha de Boca
y orgulloso dueño de un BMW a la James Bond, Agustín Pichot
tiene el mundo en sus manos.
Daniel
Tognetti, después del golpe
En
la boca
BRUNO MASSARE
Difícilmente
alguien no se haya enterado. La noche del martes previo a las elecciones,
la boca ensangrentada de Daniel Tognetti escupía insultos y se
indignaba por la pasividad de los policías. Recuérdese:
en la cobertura del acto del peronismo, el sábado 17 de octubre,
lo golpearon y nadie se hizo cargo de... nada. Recién cuando
empezamos a filmar y a increparlos, los tipos tomaron conciencia de
que tenían que hacer algo, asegura hoy, ya pasado el mal
momento. Pero la cosa no terminó ahí. Tras la agresión
que demandó tres puntos de sutura en el labio, Tognetti
fue hasta la comisaría para hacer la denuncia y se encontró
con los muchachos duhaldistas. Yo estaba muy enojado, muy dolorido,
y los tipos estaban de lo más tranquilos. Son militantes rentados,
inclusive a uno ya lo tenía visto de antes. Están los
videos, están los nombres, no tendría que haber inconvenientes
para que esto se esclarezca, dice. Y la boca lastimada no es casualidad,
dice. No en vano me pegaron ahí. Es mi herramienta de trabajo
y seguramente es el lugar de donde salen cosas que a ellos les molestan.
¿De ahora en más cambia algo en tu forma de trabajar?
Todavía no lo tengo muy claro. Seguramente va a repercutir
en mí y es como que voy a tener que andar con mucho cuidado,
trataré de tomar todos los recaudos posibles. Pero considero
que en el poco tiempo que llevo trabajando me he ganado cierto respeto
y una banda de militantes violentos y rentados no me va a decir adónde
tengo que ir a trabajar.
Una
cadena de e-mails distinta
Reíte
de
los elefantes
JAVIER AGUIRRE
A
cualquier usuario habitual del correo electrónico le molesta
bastante la llegada imprevista de e-mails enviados por desconocidos.
Pero si alguna vez te llega uno con el título La Saga Paquidérmica,
abrílo. Estarás ante una sorpresa. Se trata de una serie
de absurdos chistes de elefantes, compilados e inventados por Leonel
Mauro DAgostino, de 24 años; guitarrista, guionista y humorista
oriundo de Lomas del Mirador. La Saga comenzó como un divertimento
para compartir con mis amigos, pero empezó a tener buena repercusión
y muchos me mandaron e-mails de conocidos para que los suscribiera,
dice Leonel. Las entregas de La Saga Paquidérmica llegan aproximadamente
una vez por semana, y el perfil habitual de sus chistes es: ¿Qué
hace un elefante vestido de obrero de la construcción? Respuesta:
Un solitario homenaje a los Village People. O bien: ¿Flotaría
un elefante sumergido dentro de una piscina llena con jalea de damasco?
Respuesta: Es recomendable no llevar a cabo tal experimento, ya que
la jalea de damasco suele ser desagradable.
DAgostino explica, a modo de justificación teórica
de su idea, que La Saga cuenta con un Manifiesto Paquidérmico
que él resume así: El propósito íntimo
es analizar el recorrido y la formación de los chistes. Ocurre
algún acontecimiento importante y al día siguiente ya
todos conocen el último chiste sobre... Nadie sabe quién
crea ese chiste, o si se trata de una organización supersecreta
destinada a inventarlos. Ahí surgió La Saga. Y elegí
al elefante porque es el animal que más chistes ha inspirado
en la historia de la humanidad. Ya Groucho Marx hacía chistes
de elefantes. Ojo, yo no me siento el Groucho Marx argentino. Más
bien el Joe Rígoli ecuatoriano.
Para terminar, nada mejor que citar otro capítulo de La Saga:
¿Sabés cuándo un elefante calza pantuflas
de peluche? Respuesta: Luego de pasar por un criadero de conejos.
Si querés recibir las entregas de La Saga
Paquidérmica,
envía un e-mail a [email protected].
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