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Tom Morello cuenta cómo es el nuevo disco de Rage Against the Machine
Combatiendo
al capital
La
contradicción está ahí, siempre presente. Una banda
que participa activamente de la industria del entretenimiento que es consecuencia
del sistema capitalista, clamando por una revolución que destruya
ese sistema. Aun así, y haciendo abstracción de la cuestión
ideológica -algo difícil tratándose de quien se trata,
el cuarteto sigue siendo lo más importante que haya dado la cruza
rap-metal de la década. Aquí, su guitarrista e ideólogo
en jefe (junto al comandante De la Rocha) explica un poco de todo eso.
MARIANA ENRIQUEZ
La furia contra la máquina se toma su tiempo para grabar discos.
En 1992 editaron su disco debut, con canciones-molotov como Killing
in the name, Bombtrack y la furibunda Bullet in
the head y su memorable aceleración final. Pasaron
nada menos que cuatro años para que apareciera Evil empire,
segundo opus. El tiempo no afectó al público: el disco terminó
vendiendo más de tres millones de copias, sólo en EE.UU.,
y sumó otros siete en el resto del mundo. Respetando casi los mismos
tiempos, el 2 de noviembre aparecerá el esperado tercer disco de
la banda más poderosa y ¿combativa? de la década.
Se llama The Battle of Los Angeles y a su alrededor, la expectativa
crece día a día. A Tom Morello, egresado de Harvard, guitarrista
y cabeza parlante de la banda, la espera con ansiedad le parece bien.
Preferiría hacer discos más seguido, dice, pero
una de las ventajas de tomarse tanto tiempo es que nos da la oportunidad
de recargarnos y hacer el mejor disco posible. Nosotros no estamos dispuestos
a reciclarnos, a no pisar territorio nuevo. Tenemos que ir cada vez más
lejos. Y lleva tiempo lograr eso.
Producido por Brendan OBrien, The Battle of Los Angeles contiene
las habituales arengas en forma de letra, responsabilidad de Zack De La
Rocha: denuncia el racismo, ataca el sistema capitalista, apoya al Ejército
Zapatista de Liberación Nacional de hecho, esta semana, en
México DF presentaron el disco ante la prensa de todo el continente
y aboga por la liberación de Mumia Abu-Jamal, un periodista negro
acusado del asesinato de un policía blanco y, por tanto, condenado
a muerte (la fecha de la ejecución es el 2 de diciembre). Todo
ese coctel de proclamas al ritmo de furiosas tormentas eléctricas
aparece en Guerrilla radio, primer single del disco por venir.
Allí De La Rocha grita Mientras las puertas se cierran como
un ataúd/ la verdad es devorada/ Juego silencioso en la sombra
del poder/ Un espectáculo/ monopolizado/ Caracterizan y disfrazan
nuestra elección y, más adelante Lejos de los
días en Harlem/ Mumia atrapado, por favor que lo dejen libre/ ¿Quién
lo atrapó?/ Hey, chequeá los archivos federales/ Todos saben
que el juicio fue salvaje/ Y un ejército de cerdos quieren silenciarlos.
Aquí refiere no sólo a las denunciadas irregularidades en
el caso Abu-Jamal, sino también al intento de la policía
de Nueva Jersey de prohibir un show benéfico que la banda concretó
junto a otros artistas, los Beastie Boys por caso en el estadio
cubierto de East Rutherford, NJ. La novedad, dentro del terremoto que
provoca la canción, es un solo de armónica, diestramente
manejada por De La Rocha. Otras denuncias de De la Rocha incluyen las
compañías petroleras, y la cultura de los autos. En el tema
Testify, el cantante dice Los autos son nuestras sillas
de ruedas/ Se testigo de mi tos/ El silencio petrolero se burla de los
sin piernas/ Viajamos en ataúdes. Otra canción, New
Millenium Homes es una diatriba en contra de la miseria, y allí
la guitarra de Morello imita a una sirena. No es la única vez:
en la canción Calm Like a Bomb, un rap funk, la guitarra
de Morello imita a una alarma de un coche. El apoyo a Mumia se continúa
en el tema Voice of the Voiceless, donde se escucha A
través de paredes de acero/ Tu voz retumba/ Un verdadero rebelde
mi hermano Mumia.
Sin embargo, Morello dice que el álbum mantiene el estilo tradicional
bajo/guitarra/batería y todo al palo. Somos cuatro personas,
todo sigue siendo orgánico. La música viene de nuestras
almas, no de uno de los samples. Y seguimos dándoles a nuestros
fans material para pensar. Estamos diciendo la verdad acerca de cómo
vemos el mundo, y como en los otros discos, queremos que la gente absorba
y considere nuestra forma de entender las cosas. Si en Evil empire
queríamos despertar a la gente, ahora directamente reclamamos revolución.
Musicalmente también es un disco indicativo de la condición
del mundo de hoy. Todo es más duro, más rápido, más
intenso.
Ahora bien, es fácil jugar a ser el abogado del diablo en la causa
Rage against the machine. Es cierto que los medios de EE.UU. los llaman,
algo temerariamente, la banda más peligrosa de América.
También es cierto que sus discos aparecen bajo la etiqueta de una
compañía multinacional. Sus letras pueden ser revolucionarias
para el ciudadano de la Unión medio, pero no parecen (ni son) nada
frente a las parrafadas que solía arrojar el gran Jello Biafra
desde sus Dead Kennedys. Piénsese en Negu Gorriak o Todos Tus Muertos,
¿quién es más revolucionario desde el discurso? Otras
dudas pueden aparecer cuando se toma en cuenta el circuito de difusión
con que cuentan a favor en cada lanzamiento: alta rotación en radios
del palo rocker, idem para sus videos en MTV o Much Music. Todo concluye
cuando ellos mismos denuncian su estrategia. Se trata de combatir
al enemigo desde adentro, responde lacónicamente Morello.
Aun así, en un territoriointrínsicamente conservador como
USA, el cuarteto californiano es un producto raro de la época.
Dice Morello: Cuando empezamos, había una atmósfera
musical completamente diferente. Eramos una banda multirracial, multiétnica.
En ese momento, si tenías un afroamericano en la banda, no te pasaban
en las radios de rock. Y si tenías un blanco, no entrabas en el
circuito hip hop. Y si tenías un chicano que no cantaba en español...
Eso no tenía precedentes. Combinábamos las formas más
extremas de música: rap militante, punk, hardcore y hard rock,
y encima de eso, teníamos nuestras letras revolucionarias y semimarxistas.
No era exactamente la receta para un top ten ¿no? Pero, hoy, al
darnos cuenta de que nuestra música ha llegado a más de
diez millones de personas en todo el mundo, es algo fenomenal. No hay
Nostradamus posible que pudiera predecirlo.
Está claro, aun así, que The Battle of Los Angeles
no desencadenará ninguna revolución, pero ciertamente demostrará
quién es quién en la engordada escena del hardcore/funk/rap/metal
blanco. Hoy, con clones superexitosos a la Billboard como Limp Bizkit,
Kid Rock y, más allá, Korn hacen algo así,
pero con una perspectiva política nula, si no directamente opuesta
a ellos, la salida de un nuevo disco de RATM reposicionará
el mapa. Junto a Red Hot Chili Peppers, son los más veteranos,
parte de una generación de bandas que ya superó la mayoría
de edad y aún están ahí. Morello, modesto y prudente,
no quiere iniciar polémica alguna con sus colegas, pero considera
la tierra natal de la banda como decisiva en cuanto al estilo musical.
Sólo pudimos haber nacido en Los Angeles. Somos parte de
una tradición de productos únicos, como The Doors, X, Janes
Addiction o los Peppers. Esas bandas no pudieron armarse en ningún
otro lugar del mundo. Y esto se relaciona con el título del disco:
hay tanto de la ciudad en nosotros desde la diversidad étnica
hasta el funk y el hard rock, pasando por el punk sin compromisos y la
lucha, el horror, la agresión y la esperanza. Todo sintetizado
en doce canciones.
Doce canciones que alinean de la siguiente manera: Testify,
Guerrilla radio, Calm like a bomb, Mic Check
(Once hunting, now hunted), Sleep now in the fire, Born
of a broken man, Born as ghosts, María,
Voice of voiceless, New millenium homes, Ashes
in the fall y War within a breath. Terminar este
disco fue difícil para nosotros porque nos pusimos en mente que
tenía que ser el mejor disco de la banda, explica el egresado
de Harvard convertido en estrella combativa de rock. El primero
fue producto de unas semanas, cuando recién nos habíamos
conocido. Fue una explosión de creatividad. Evil empire
es un disco del que enorgullezco porque pudimos tomar nuestras distintas
influencias musicales y armar con ellas, algo coherente. Con éste,
la decisión fue dejar fluir la música y ver qué pasaba.
Creo que el resultado es buenísimo. Si tengo que describirlo, diría
que es el disco más heavy y más funky que hayamos hecho.
Creo que Timmy y Brad no tienen competidores como sección rítmica,
no hay ninguna banda que los supere, no sólo como músicos
individuales sino por cómo logran mezclar elementos del hip hop
y del funk con otros ritmos enormes. No hay ninguna banda de funk que
pueda rockear tan fuerte, y no creo que a la vez alguna banda pueda tocar
con tanto groove. Y creo que Zack hace un trabajo fenomenal en este disco.
Por fin logró mezclar la política con la poesía y
sintetizarlas en buenas rimas. Eso es complicado. Debe tomarse, además,
como sus iguales a otros raperos. El no es un tipo que canta en una banda
de rock y que, a veces, rapea. Eso está claro, ahora más
que nunca.
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