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30 mil millones 
en pocas manos

Para fines de año, entre las AFJP y los Fondos Comunes de Inversión, ligados a la gran banca, manejarán ahorros compulsivos o voluntarios de los argentinos por casi un 11 por ciento del Producto Bruto Interno.


Por J.N.

t.gif (862 bytes) Hacia finales de este año, las AFJP estarán manejando fondos por unos 21.550 millones de pesos, mientras que los patrimonios de los fondos comunes de inversión (FCI) totalizarán alrededor de 8700 millones, con lo que entre unos y otros superarán los 30 mil millones de pesos, suma equivalente a cerca del 11 por ciento del Producto Bruto. De este modo, paulatino pero firme, van creciendo los canales de ahorro institucional que, ligados a su vez a algunas de las entidades más poderosas del sistema bancario, dibujan un mapa de fuerte concentración financiera. Para la Fundación Capital, el crecimiento de los fondos jubilatorios y de los de inversión, que se recuperaron de un drenaje anterior, adelanta la reactivación de la economía. Hoy ya manejan activos por unos 26.600 millones, y han continuado creciendo de manera sostenida incluso durante la prolongada recesión que soporta la Argentina, según subraya en su último informe el grupo de economistas que lidera Martín Redrado.
Estos arriesgan un pronóstico: durante el segundo semestre, recién iniciado, mejorará la rentabilidad de los fondos jubilatorios. Casi un 70 por ciento de sus recursos está colocado en activos de renta fija, como títulos públicos y plazos fijos. Otro 20 por ciento está en acciones. Es precisamente en torno de este punto que estalló la polémica, ya que la inversión en títulos de sociedades extranjeras saltó entre marzo y junio del 1,0 al 4,4 por ciento. La vía para esta emigración de fondos son los Certificados de Depósitos Argentinos (Cedear), que emiten los bancos contra tenencias de papeles de afuera. Las Administradoras ya pusieron $ 816 millones en esos instrumentos, cuando en marzo sólo contabilizaban 190 millones, y están aún muy lejos de alcanzar los topes permitidos. 
La discusión en torno de este egreso de capitales viene arreciando por razones precisas. Una fundamental es la búsqueda de recursos para el Plan Federal de Inversiones en infraestructura, que generará instrumentos financieros que podrían ser colocados en las carteras de las AFJP. Además de financiar obra pública, esos papeles servirían para ir tomando gradualmente el lugar ocupado hasta ahora por los títulos de deuda del Tesoro, vendidos al sistema de capitalización para cubrir el déficit fiscal. De cumplirse el previsto sendero de ajuste presupuestario, iría secándose esa fuente de nuevos instrumentos de riesgo soberano, siendo probable que parte del dinero que las AFJP invertían en ellos lo reasigne a la compra de Cedear, mera fachada de las acciones de corporaciones multinacionales. Esto es lo que algunos quieren prevenir.
Mientras que en el segundo trimestre de este año los fondos previsionales privados crecieron casi exclusivamente por la afluencia de aportes efectuados por sus asociados, ya que la rentabilidad resultó magra, en adelante podrían repuntar los rendimientos, según la visión esperanzada de la Fundación Capital. En cuanto a los 230 FCI que existen, sus portafolios reflejan nítidamente la cautela del público, ya que las tres cuartas partes del dinero que administran está colocado en los bancos, tanto en plazo fijo como en money market. Es apenas un 5,5 por ciento el volcado en los fondos de renta variable (acciones), y otro 4,0 por ciento eligió las opciones de renta mixta. La prevención de los ahorristas estuvo bien fundada: tanto las acciones argentinas como las globales tuvieron rendimientos negativos durante la primera mitad del año, de 9,4 y 3,6 por ciento bajo cero, respectivamente. 

 

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