|
REPORTAJE
|
|
De
regreso
Por
Roberto Navarro
El
proceso de extranjerización que vivió la economía
en la última década comenzó a mostrar su
costado negativo. Las multinacionales, que se quedaron con la
mayoría de las grandes empresas locales, están remitiendo
las ganancias a sus países de origen. Por cada peso que
ganaron en 1999, giraron 68 centavos al exterior y sólo
reinvirtieron 32. En total se fueron 1716 millones de dólares.
En la década que pasó se vendieron a capitales extranjeros
576 empresas por un valor de 48.224 millones de dólares.
Así, las multinacionales ya participan en casi el 50 por
ciento del Producto Bruto Interno (PBI). Dato por demás
contundente para entender que, si estas empresas no reinvierten,
el país no podrá crecer. Además, la salida
de divisas profundizó el déficit de cuenta corriente
(balance de ingresos y egresos por comercio exterior, por servicios
reales como fletes, intereses de deuda y remesas de utilidades),
uno de los datos que los inversores siguen más de cerca
para tomar decisiones. Según un informe de la Fundación
Capital, este año las multinacionales girarán al
exterior 2600 millones de dólares. Con ese monto el déficit
de cuenta corriente alcanzaría el 5 por ciento del PBI,
un guarismo similar al que desató la huida de capitales
en 1995, que se conoció como efecto Tequila.
El grado de extranjerización de la economía argentina
es el más importante de América latina y el mayor,
en proporción al PBI, de los países en desarrollo.
En estas condiciones, el crecimiento del país depende en
gran medida de la política de inversiones que dispongan
las multinacionales. Si el aumento de las remesas de utilidades
fue fruto de decisiones coyunturales de las casas matrices, que
juzgaron que en los últimos años el país
no garantizaba seguridad a sus negocios, la situación puede
revertirse con un clima que despierte mayor confianza, pero hay
economistas que piensan que la tendencia podría mantenerse.
Para Bernardo Koscoff, coordinador de desarrollo industrial de
la Comisión Económica para América latina
y el Caribe (Cepal), todos los estudios a nivel internacional
revelan que las empresas tienen una mayor propensión a
reinvertir las utilidades en sus países de origen.
Hernán Lacunza, de la Fundación Capital, opina en
contrario: No puedo creer que las multinacionales tengan
una política rígida con respecto a sus inversiones.
El capital no tiene patria. En cuanto vislumbren que el país
retoma su camino de crecimiento, van a volver a invertir,
aseguró el economista a Cash.
En 1992, las multinacionales sólo remitían a sus
casas matrices el 28 por ciento de las ganancias. Cifra que tenía
una incidencia mínima en el rojo de la cuenta corriente.
Pero los 2600 millones proyectados para este año representarán
el 22 por ciento de los 14.400 millones que se calculan de déficit.
Hasta ahora el rojo era financiado por el ingreso de nuevos capitales,
de los que una gran parte se destinó a comprar empresas.
Pero las grandes compañías ya se vendieron. Entre
las primeras 15 sólo quedan dos nacionales. La secretaria
de Industria, Débora Giorgi, afirmó que se
esperan fuertes inversiones en el sector minero, pero no
serían suficientes para equilibrar las cuentas.
Si Argentina no puede financiar el déficit, tendrá
que reducirlo, señaló Hernán Lacunza.
Para el economista, el déficit de cuenta corriente le pone
un límite al crecimiento del país. Con los
intereses de la deuda creciendo y las multinacionales girando
las utilidades a sus casas matrices, sólo queda generar
un saldo positivo en el comercio exterior. Pero dar un salto importante
en las exportaciones llevará muchos años, así
que habrá que restringir las importaciones. Si el país
creciera fuertemente, se dispararían las compras al exterior
y con ellas el rojo de la cuenta corriente. Lo que desataría
una crisis financiera por falta de confianza. Por eso pensamos
que los próximos años Argentina tendrá que
conformarse con un crecimiento de 2 o 3 por ciento anual,
opinó Lacunza. Las empresas que más utilidades giran
al exterior son las de servicios, principalmente las privatizadas.
A la vez, estas compañías no le brindan al país
la contrapartida de generar divisas mediante exportaciones. En
distinta medida esta asimetría se repite en la mayoría
de las multinacionales que compraron empresas locales en la década
pasada. La mayor parte de las inversiones tuvieron como destino
sectores no transables, como servicios, o de explotación
de recursos naturales, que no generan un ingreso importante de
divisas por su escaso valor en los mercados internacionales.
A la vez, las multinacionales son grandes importadoras, otra característica
que profundiza el rojo de la cuenta corriente y deprime la producción
local. Un trabajo sobre las primeras mil empresas del país
realizado por el Centro de Estudios para la Transformación
(Cenit) reveló que las multinacionales participan en el
60 por ciento de las importaciones y sólo en el 38 por
ciento de las exportaciones. Andrés López, economista
del Cenit, indicó a Cash que las empresas extranjeras
que absorbieron a las compañías locales provocaron
la desarticulación de la cadena de proveedores. Antes,
las grandes empresas se proveían de insumos comprándoles
a las pymes del país. Las multinacionales, aquí
y en todo el mundo, bajaron sus costos mediante el desarrollo
de proveedores globales: eligen el país de menores costos
para fabricar un producto y de ahí lo exportan, explicó
el economista.
Una de las críticas que suele recibir la administración
anterior es que no aprovechó el momento de la radicación
de las empresas para negociar cuotas de compra de insumos nacionales.
El actual ministro de Economía, José Luis Machinea,
ha dicho que piensa negociar con las multinacionales el desarrollo
de una cadena de proveedores locales. En principio, ya decidió
que en las compras del Estado las empresas locales tendrán
prioridad, incluso cuando sus precios sean hasta un 5 por ciento
más caros. De todas maneras, tanto los economistas independientes
como los que conforman el equipo de gobierno coinciden en que
tanto el equilibrio de la cuenta corriente como el desarrollo
de una política de crecimiento económico sustentable
sólo se lograrán mediante un fuerte incremento de
las exportaciones. De los 23.000 millones que se exportaron en
1999 habría que saltar a 40.000 para cerrar el rojo de
las cuentas y no depender exclusivamente de los capitales extranjeros.
En Economía piensan que esa cifra sólo puede lograrse
exportando productos de alto valor agregado. De ahí que
se esté conversando con el gobierno de los Estados Unidos
sobre las posibilidades argentinas de convertirse en proveedor
de software o de Internet en castellano.
Fuente:
Dirección de Cuentas Internacionales del Ministerio de
Economía.
ANDRES
LOPEZ, del Cenit |
Importan
más de lo que exportan
¿Fue
negativa para el país la extranjerización
de la economía?
Hasta el momento las multinacionales generaron más
problemas que soluciones. Como punto a favor hay que anotar
la modernización tecnoproductiva, que se dio principalmente
en las áreas de comunicaciones y automotriz. Pero
los perjuicios fueron mayores: las compañías
extranjeras desarticularon la cadena de proveedores locales
y están presionando sobre la cuenta corriente, por
su vocación de remitir las utilidades a las casas
matrices y la tendencia a importar la mayoría de
los insumos.
¿Por qué las multinacionales importan
más que las empresas locales?
Es un problema mundial que vino de la mano de la globalización.
Las multinacionales eligieron los países de menores
costos de cada región para desarrollar proveedores
por producto. Como Argentina es cara, prefieren importar.
Además las grandes compañías manejan
mejor información y tienen un mayor acceso al crédito,
lo que les permite comprar mejor.
¿Los avances tecnológicos con que
cuentan no permitieron desarrollar productos para exportar
y así equilibrar las cuentas?
El perfil exportador del país sigue siendo
el mismo que antes del fuerte ingreso de capital extranjero
que se dio en la década pasada. A la exportación
de granos y carnes le sumamos petróleo y minería,
todos comoditties. Sólo vendemos productos de mayor
valor agregado a Brasil, con lo que generamos una nueva
dependencia. Quizá aún sea temprano para notar
un cambio. Habrá que esperar en los próximos
años a ver qué sucede.
¿Se subestimó la importancia de los
giros de utilidades en las cuentas externas del país?
Sí, el equipo económico anterior estaba
convencido de que el déficit era consecuencia del
ingreso de capitales. Pero no es así, si se profundiza
el déficit, aumentará el riesgo país,
subirá la tasa de interés y volveremos a la
recesión, que para esta altura ya tendría
características endémicas. El país
debe cerrar el rojo de cuenta corriente y para eso serán
necesarias política activas de parte del Estado.
|
HERNAN
LACUNZA, Fundación
Capital |
Pueden
reinvertir en Argentina
¿Era
previsible que la fuerte extranjerización de la economía
iba a desembocar en la profundización del déficit
de cuenta corriente por el aumento en las remesas de utilidades?
El aumento de las remesas es la contracara de que
nuestro crecimiento en la década pasada haya dependido
de la llegada de capitales externos. Siempre se habla de
que es mejor financiar la brecha externa con capital productivo
y no financiero, que es más volátil. Sin embargo
la inversión directa también puede irse como
en este caso. De todas maneras no había elección.
La única forma que tenía el país para
desarrollarse era con inversión extranjera.
¿No había manera de evitar este ciclo
de ingreso y egreso de capitales?
Durante la década pasada, cuando el país
tenía un gran atractivo para los inversores, tendríamos
que haber generado una fuerte capacidad exportadora para
pagar nuestras deudas y equilibrar el déficit que
provocan las remesas de utilidades. De todas formas no hay
que pensar que la actual conducta de las multinacionales
es inmodificable.
¿De qué depende que las empresas
reinviertan en el país o giren sus ganancias al exterior?
De las expectativas de retorno que ofrezca Argentina
con respecto a otros países. Hoy estamos muy perjudicados
por una baja expectativa de crecimiento y, principalmente,
por la serie de conflictos que congelaron el progreso del
Mercosur. Hace unos años las inversiones venían
seducidas por un mercado de 200 millones de personas. En
la actualidad no entra un solo dólar destinado a
ese mercado. Pero no tengo dudas de que si se mejoran las
relaciones con Brasil y el país vuelve a crecer al
5 por ciento las multinacionales preferirán reinvertir
acá.
¿De retrasarse ese proceso, el déficit
de la cuenta corriente puede ser peligroso?
Cada vez que el país se acerca a un déficit
del 5 por ciento sobreviene una crisis. Pasó en el
Tequila y con la crisis de Brasil. Este año los intereses
de la deuda, las importaciones y la remisión de utilidades
lo llevarán a esa cifra.
|
Multinacionales
ganancias
-
Las multinacionales, que se quedaron con la mayoría de
las grandes empresas locales, están remitiendo una porción
cada vez mayor de las utilidades a sus países de origen.
-
El año pasado, casi el 70 por ciento de sus ganancias
fueron giradas al exterior mientras que solo el 30 por ciento
restante fue reinvertido en el país.
-
Para este año se cree que la remisión de utilidades
a las casas matrices alcanzaría el récord de 2600
millones de dólares.
-
Esta tendencia profundiza el desequilibrio externo de la Convertibilidad
e impone un límite al crecimiento del producto.
arriba.
|
|