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La Covacha, ¿la nueva gran cosa del rock barrial?
Ojo
con Quilmes
JAVIER
AGUIRRE
Mientras
el Quilmes Athletic Club se perfila como candidato de fierro a jugar
en primera a partir del próximo campeonato, La Covacha reafirma
cada vez más que se trata de uno de los fenómenos ascendentes
del rock under y se perfila como eje de un recambio generacional en
el rocanrol de las bandas. Con un disco editado en forma independiente
...Por el mismo camino y con palpitante sangre rockera,
murguera y futbolera (también maradonera, renguera, pelotera
y piojosa) en las venas, La Covacha volvió a dar prueba de su
creciente convocatoria, repitiendo la marca de hace cuatro meses: llenaron
Cemento. Por eso las bandas covacheras no perdieron la oportunidad de
festejar hits como Venir andando y Me pongo la 10,
llenando el aire con el humo rojo de las bengalas, aportando desaforadas
dosis de pogo carnavalesco y sacudiendo trapos con las caras de Diego
y el Che. Antes, durante los shows de las bandas soportes (los ricoteros
La Chopera y los reggae-fiesteros Aztecas Tupro), Selena, una chica
de rockerísimo flequillo, informaba a todo el mundo: Acá
aguanta Quilmes, loco, y La Covacha es cervecera, loco.... Tenía
razón, a juzgar por la cantidad de camisetas blancas y azules
presentes, entre las que se destacaba una que tenía el número
9, homenajeando al Pirata Czornomaz, mítico goleador del ascenso
que ahora parece conducir al equipo blanco hacia la primera. Ese lugar
que, en el rock argentino del 2000, parece también al alcance
de La Covacha.
Muñecos
bravos
C.B.
Cuchu
es un hermoso y luminoso ser que a lo largo de su vida se encuentra
con inescrupulosos y torpes personajes que sólo ven en él
la posibilidad de obtener beneficios económicos. En su esfuerzo
por ser aceptado se convertirá en víctima fatal de la
intolerancia y brutalidad de su padre y amigos más íntimos.
La síntesis argumental del corto Plata segura se diluía
apaciblemente entre las páginas del catálogo del II
Festival de Cine Independiente, entre otras tantas producciones dedicadas
a temas tan edificantes como el sadomasoquismo adolescente o la alegría
suiza. Pero los nubarrones llegaron bajo la forma humana de Carlos
Cambiasso acompañado de su mujer y de un abogado-. que
se presentó en el cine Cosmos decidido a impedir la proyección
del corto, asegurando que las desventuras del muñequito de
melena rubia perjudicaban su imagen y la de su hijo. Vino a
exhortar a que no lo proyectáramos, argumentando que perjudicábamos
su imagen y la de Cuchu. Accedimos porque nos conmovió,
le contaron al No Néstor F. y Martín C., realizadores
de Plata segura. Son también responsables de la película
Marcello G., sólo un hombre, una producción que cuenta
la vida de excesos de un crack protagonizada por el muñequito
de Marcelo Gallardo.
Hace pocos días, la publicación de una nota en Olé
reanudó la polémica: los jugadores fueron invitados
a opinar sobre los cortos. Mientras que Gallardo admitió no
conocer el tono de su película, Cambiasso padre reiteró
su idea de que era perjudicial para su imagen y la de su hijo que
el corto se siguiese proyectando. Ni siquiera es la película:
es apenas un avance de cinco minutos, explicó Néstor
F. Nunca pensamos que iba a caer mal. Esperamos que fuese recibido
con un mínimo de humor. Mentores de lo que han dado en
llamar el Dogma de animación argentina 99, Néstor
y Martín aseguran que su identidad reservada no tiene que ver
con este episodio, sino que es una de las leyes impuestas por el Dogma
que rige su trabajo, basado en la técnica de la mixtura
mixta. Además, nosotros contamos con muñecos
historias muy humanas, y sobre todo situaciones reales en el fútbol,
expuso Néstor. Si vamos a hablar de pactos satánicos
con el director técnico, homosexualidad en el fútbol,
explotación de menores... nos sentimos más cómodos
haciéndolo desde la clandestinidad.
Mientras los realizadores se preocupan por dejar en claro que la
referencia del trabajo nunca es real, la revista Comiqueando
los invitó a pasar la película en Fantabaires, que se
concretará en los próximos días. Mientras tanto,
los cortos pueden verse en www.miradores.com.
Largo
es el otoño
con el Sr. Gillespi
Los
libros a veces muerden
Recientemente estuve en la Feria del Libro, sin dudas un gran
evento comercial-literario (en ese orden). Debo reconocer que cada vez
que voy experimento la misma sensación: al rato de estar mirando
libros siento una necesidad incontenible de ponerme a escribir, necesidad
que cesa sólo cuando voy a la exposición de ganadería
y me invade la necesidad de ponerme unas bombachas batarazas y una boina.
A menudo me sucede en mi casa. Veo una hoja en blanco y me pongo a escribir
compulsivamente. Escribo hojas y hojas, que después ordeno cuidadosamente,
las doblo cuidadosamente por la mitad, y las introduzco cuidadosamente
dentro de la respectiva bolsa de residuos. Esto responde a algo muy
lógico. Las cosas hechas compulsivamente generalmente no representan
lo mejor de uno (un ejemplo muy claro son las diarreas).
Soy un ser autocrítico por naturaleza, simplemente me gusta destrozar
mi propio ego aunque nunca supe cuál es la razón (creo
que se me subió el fracaso a la cabeza). Como dicen muchos artistas,
el sufrimiento alimenta mi arte... En mi caso es un arte
netamente bulímico. Por eso en este artículo me propuse
romper con esta maldición y, por lo menos, escribir un poema.
Aquí es donde hay que diferenciar poesía contemporánea
y clásica poesía tradicional. La poesía contemporánea
básicamente consiste en escribir cualquier cosa, tratando de
que haya bastantes espacios en blanco en la hoja. Un ejemplo rápido:
Flotan.............flotan.
las pulgas de mi perro
como magmas en el espacio
todo abajo de tu falda
pequeño Fermín.
Nota: quisiera agradecer
a Luis Alberto Spinetta, por el uso de la palabra magma.
Pero si se trata
de poesía tradicional, sólo hay que elegir una serie de
palabras que rimen y después completar el resto. Palabras tomadas
al azar que riman, por ejemplo: Luis, Ruiz, Cuis, lombriz.
Qué grande
el flaco Luis...
Con su cuerpito de lombriz
Su inconfundible voz de cuis
nunca compuso Natalio Ruiz
Nota: quisiera agradecer
una vez mas a Luis Alberto Spinetta por haber sido mi fuente de inspiración.
A partir de esto,
queda claramente demostrado que: la diferencia entre que yo escriba
algo en una hoja, y una hoja en blanco, es que la segunda todavía
puede servir para algo. No hay mejor lugar para mis poesías que
la bolsa de residuos. Ojalá algún lector tome este artículo
como ejemplo y se convierta en poeta. Finalmente, les dejo algunas palabras
para que practiquen rimas en casa: pis, gris, sífilis.