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Jueves 8 de Junio de 2000
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Las cosas del Nono

Información turística: Tras una breve pero emotiva entrevista con Billy Cháchara, el Turista se une a Fercho Palacios, chofer que lo acompañará en su travesía por el territorio nacional.

Después de dejar atrás el edificio sede de la Cháchara Corporation –no sin antes destrozar por completo la barrera que custodiaba la salida de la megaplaya de estacionamiento del lugar–, el Turista, ahora en calidad de coequiper de Fercho Palacios (conductor estrella del VW explosivo que los transportaba), tuvo una primera oportunidad de relajarse en semanas. “Me contaron de usted, Turista”, le dijo Fercho entre respetuoso y divertido, pasando enseguida a proponerle: “Ahora vamos a agarrar la General Paz. Si quiere, mientras tanto, puede conocer el ‘Palacio Rodante de Palacios’ y de paso me chequea que esté todo en orden con el paquete que el Sr. Ch. me ordenó entregarle”. ¡El paquete! El Turista, en su autismo, había olvidado casi por completo la misión que le había encomendado Mr. Cháchara: entregar “el paquete” a cierta persona en cierto pequeño pueblecito del Noroeste Argentino (en adelante, NOA). En realidad, se trataba de una inmensa bolsa de consorcio negra acomodada contra un rincón. Y algo más: el espacio interior de la furgoneta parecía infinitamente más grande que lo que cabría suponer mirándola desde afuera. Había una imponente barra con taburetes de un lado y una columna con unas cincuenta botellas de contenidos diversos. Más al fondo estaban un poco colgadas, un poco descolgadas, dos amplias hamacas paraguayas. “¡Abuelo! ¡Abuelo!”, empezó a gritar Palacios por la ventana, totalmente fuera de sí. El Turista se acercó hasta la cabina de la furgoneta para enterarse del porqué de tanto revuelo. “¡Cómo estás, pibe!”, saludó desde la calle el viejo, que desafiaba el clima con una elegante camisa azul celeste desabotonada, bajo la cual lucía una descolorida remera roja con la inscripción “Aguante El Bicho” en letras blancas. Fercho estacionó ahí nomás, y se bajó de la chata para enseguida fundirse en un emotivo abrazo con el anciano. Tras cartón –de Resero Blanco, que el Turista había oportunamente capturado de la barra–, se encontraron los tres en la cabina de la VW. “Me tenés que llevar a Quilmes, a lo de mi nuera...” EL TURISTA

- Banda de sonido: Pappo’s Blues, “El viejo”
(con voz líder de Nito Mestre, versión no incluida en el homenaje).


Sí, vos, ¿por qué sos músico? HOY SERGIO ROTMAN CIENFUEGOS

Flauta traversa

No recuerdo haber elegido la música, porque siempre toqué. Yo iba al Colegio Suizo Jacques Dalcrose, donde el director tenía una visión de educar con el arte y todo eso. Entre las opciones que había estaba la música barroca (el rock estaba fuera de discusión...), así que estudiaba flauta y tocaba con una de madera. Esa era la forma de escapar a la monotonía de la escuela regular. Formé parte de un quinteto, pero no me acuerdo si era bueno o malo; sólo quería zafar de las clases. De todos modos, me gustaba y le ponía cierta onda. El rock lo descubrí en la primaria, por los Beatles, obviamente. Después me gustaba el rock sinfónico y a los 16 empecé a tocar flauta traversa, más que nada por Jethro Tull. Pero en 1979 y 1980 escuché el tercer disco de Peter Gabriel, el primero de Police, Devo y los B’52, pura new wave. De ahí al punk había un paso: cuando cayeron en mis manos los discos de The Clash, le dije “chau” a todo.


Largo es el otoño
con el Sr. Gillespi
VACACIONES DE INVIERNO

¡Chicos, chicos! Llegamos a junio, preanuncio de época de vacaciones de invierno. Hay muchas opciones pero... ¿Viajar o quedarse en casa? Esa es la cuestión (espero que al final de esta nota hayan tomado una decisión...) Pero todo depende, básicamente, de cuánto dinero disponemos. Es por eso que –ajuste mediante– decidí eliminar de este informe lugares como Bali, Polinesia y Sydney.
En cambio, les ofrezco Bariloche y Brasil.

Bariloche
Ofrece: Nieve, hielo... Tormentas de nieve, aludes, chocolate en rama, una banda tocando temas de Marcela Morelo, promotores de tours estudiantiles clavándose navajas... Y clavándose a todas las minas. En fin, un verdadero turismo de aventura.
Imperdible: Preguntale a los lugareños acerca del famoso monstruo de Bariloche. Contarán jugosas anécdotas de María Julia.
Lugares: Con $ 50 podrás degustar salchichas con chucrut en algún restaurante alemán atendido por sus dueños, simpáticos alemanes que lo saludaran con su brazo en alto (pueden llegar a hacerte un generoso descuento si les prometes no develar su paradero...)
Precio: 8 días - 7 noches, en avión, pensión completa, hotel cinco estrellas, todas las excursiones incluidas, $ 500 (preguntar por Lopérfido).

Brasil
Ofrece: Mar, arena, calor, hermosas garotas dispuestas a entablar una profunda y sincera amistad... A cambio de 150 dólares. También, las pegadizas y pegajosas canciones de Daniela Mercury, Roberto Carlos gritando a viva voz que le faltan setenta mil amigos para llegar al millón. Todo esto al compás de una improvisada batucada que suelen hacer los muchachos sobre el capot del auto que vos acabás de alquilar.
Imperdible: Disfrutá de una noche de lujuria con alguna carioca, pero no te olvides de practicar el sexo seguro. Para eso: cerrá la puerta de tu habitación con doble llave.
Lugares: Con $ 10 podés comer una entrada (banana frita, panceta frita, papas fritas y aceite frito), un plato de feijoada (esos porotos negros tan sabrosos). Es muy divertido así, diferenciar dentro del plato entre los porotos y las cucarachas.
Postre: Banana frita y mangos fritos con tortas fritas (No te olvides de pedir la cuenta y el teléfono de la sala de primeros auxilios).
Precio: También $ 500, 8 días - 7 noches (de los cuales pasas 6 arriba del micro, viajando).

Y como ultima alternativa... Una vez más podemos disfrutar
de nuestra hermosa ciudad.

Ofrece: Museos, Shoppings, escuelas shoppings, autos, smog, embotellamientos, paros y paros de la otra CGT.
Imperdible: Aprovechemos para llevar a los chicos al teatro, la oferta es buena. “Chiquititas”, “Cabecitas”, “Cebollitas”, “Pendejitas”, “Caramelitos”, “Boluditas”. En fin, alto nivel de teatro y para todos los gustos.
Lugares: Como viene la mano, qué mejor que quedarte en casa con los tuyos... Pedí por teléfono una grande de mozzarella, una cerveza y mirá por tele cualquier partido (Con toda la emoción de verlo en diferido).
Precio: Es caro y hagas lo que hagas... el gobierno se encargara de sacarte lo poco que tenés.
Espero te hayan sido útiles estos consejos. Y me despido con una frase de Walt Disney: “Hay que pasar el invierno”.