Estación primavera con el Sr. Gillespi

¿Tu pareja se está desgastando?

JAVIER AGUIRRE

A toda persona de la especie “urbana”, en algún momento de la vida, se le aparece el fantasma del revival. Pero no todos le dan el mismo calce. Para Maximiliano Iuorno (24 años) y Sebastián Peris (21), los responsables de la juguetería Retro-Toys, la pasión por el pasado llega al límite: su negocio vende exclusivamente juguetes, souvenirs y chucherías varias de las décadas del ‘40 al ‘80.

Casi como historiadores de vuelo corto, los muchachos reunieron “de cuevas y de colecciones de amigos” un stock de cosas –entre insólitas y oprobiosas– que venden con orgullo en su local de la galería Bond Street. “No tenemos reposición, casi todas son cosas únicas”, cuenta Iuorno. Las vidrieras, elocuentes, ofrecen desde juguetes de lata hasta muñecos y productos varios de Astroboy, Mazinger, Michael Jackson, G.I. Joe, Village People, Star Wars, los Angeles de Charlie, He-Man y la Mujer Maravilla, así como muchos otras reliquias de época. Y gran parte de esos productos, como se ufanan los comerciantes del revival, vienen “con su caja y/o blister original”. Pero los patriotas no deben alarmarse, ya que RetroToys también tiene algunas perlitas criollas, como merchandising electoral de Raúl Alfonsín cosecha 1983 (¡sí!), discos del Mundial ‘78 con relatos de José María Muñoz y muñecas de Susana Giménez. Pero lo mejor del pabellón argentino son los gorritos –albicelestes– con las caras del general Perón y del ex presidente Héctor Cámpora, delicia más cercana al peronismo-chabón a la Capusotto que al pragmatismo-after-todo a la Corach. El emprendimiento se inauguró hace menos de un mes, y hasta el momento apenas “está funcionando”. Pero si llega a resultar buen negocio, el No te tira una idea a largo plazo: empezá a hacerte un archivo de productos Pokémon, Seinfeld, Claudia Albertario, VideoMatch, Tango Feroz o Racing Club. Nunca se sabe, tal vez en veinte años ya tengas el capital para fundar el local Millenium-Toys.

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Academia de discjockeys, para Pappo que lo lee...

DJ no se nace, se hace

J. A.

Las carreras tradicionales como Arquitectura, Derecho o Medicina siguen perdiendo terreno ante el auge de las nuevas vocaciones, que siempre son tierra fértil para la “docencia”. Ejemplo de esta tendencia es la flamante carrera de Dee Jay, que se dicta desde el año pasado en un establecimiento privado del barrio de Belgrano. El curso se llama DJ Space y ofrece, en sólo un cuatrimestre, convertirte en un pinchadiscos hecho y derecho, con conocimientos técnicos, teoría de los ritmos y aprendizaje de mezcla en CDs y bandejas de vinilo. Todo por 60 mangos mensuales, que incluyen las clases teóricas -.grupales-. y una sala de ensayo para hacer tus primeras armas en el arte/ciencia del DJ.

La carrera consta de dos módulos bimestrales y los “docentes” son profesionales de la materia, aunque sin titulares de cátedras famosos como bien podrían haber sido DJ Trincado, Aldo Haydar y DJ Deró. Una lástima. Pero la currícula académica no sólo contempla meros conocimientos técnicos, ya que el programa .-que puede ser solicitado por e-mail– también contempla el aspecto humano de la profesión: así, DJ Space enseña a desempeñarse en una discoteca, a manejarse en la organización y hasta te conecta con el ambiente under de Buenos Aires. Sí, sí, todo eso está escrito en el programa. Y si bien el egresado no dispone de título alguno, la academia sí ofrece un certificado de asistencia. En otras palabras, el tan bastardeado mundillo de los DJs empieza a librarse de improvisados, autodidactas y vivillos. El saber ilustrado vierte su luz sobre las antes oscuras y místicas cabinas de las discotecas. Agarren las bandejas que no muerden.

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Vocifera un Bloodhound Gang, buenos muchachos

Qué boquita...

R.C.

Entre el malón de puteadores profesionales que inunda el rock norteamericano de estos días, los Bloodhound Gang se destacan porque son (¿se hacen?) los más tontos e inofensivos de todos. Sus letras, además de insultos de toda calaña, mencionan a más gente conocida que un sketch de “Todo x 2 pesos”. “Es la forma de enmascarar el hecho de que no sabemos tocar nuestros instrumentos”, le confesó al No el bajista Evil Jared Hasselhoff. “A veces pienso: ‘Oh, Dios, cómo es que todavía no se dieron cuenta de que tocamos la misma nota una y otra vez’. Estoy sorprendido por el lugar hasta el que llegamos sin tener talento.” En poco tiempo, los “inútiles” Bloodhound Gang (liderados por el bocasucia Jimmy Pop) llegarán a un nuevo lugar: Buenos Aires. Tocarán en Ciudad Gótica (ahí en Congreso) el 20 de este mes.
La actitud del bajista respecto de su música no es nueva: ya sea que se trate de una maniobra de marketing o pura sinceridad, los pibes se empeñan en decirle al mundo lo desastrosos que son. Por ejemplo, en su web site describen a la canción “That cough came with a prize” como “material de relleno”. ¿Raro, no? “Lo realmente extraño es que hayamos dicho eso de una sola canción. Yo creo que todas son pura basura. Ninguna podría entrar siquiera en un álbum de Matchbox 20”, dice.
–”The ballad of Chasey Lain” habla de una famosa estrella porno, a quien Jimmy le dice que deberían tener sexo, ya que él es su mayor admirador. ¿Compartís ese fanatismo por Chasey?
–No, no tanto. Vi algunas de sus películas y sí, es bastante caliente, hace escenas de lesbianismo y se depila todas las partes adecuadas, pero... La conocimos, porque se suponía que iba a hacer nuestro video, pero nunca apareció, así que decidí no hacerle más el aguante. Tengo algo para decirles a todos los fans de la pornografía que andan por ahí: Chasey Lain nació varón, tiene nuez de Adán y próstata. Si ellos quiere una buena, normal y no travestida actriz porno, deberían mirar hacia Houston, Claudia Chase o Sunset Thomas.
—Se nota que conocés sobre porno.
–Sí. Cuando vivía en California, mi compañero de cuarto era editor de Hustler Erotic Videos. Ese es un buen trabajo, ¿no?
–¿Y qué tal es como trabajo formar parte de una banda exitosa?
–No es tan bueno si te interesa el dinero, salir con una sola chica, ver a tu familia y estar en casa. En cambio, si querés emborracharte todos los días, cogerte a adolescentes y vivir en cuartos de hotel, es bastante bueno. Yo prefiero esta segunda opción.
–¿Cuál es tu opinión sobre los grupos pop tipo Backstreet Boys o N’Sync?
–Mi opinión difiere completamente de la de mis compañeros. Ellos conocieron a los Five y salieron de joda juntos. Después me dijeron: “Está bueno, hay nenas adolescentes muy calientes que se mueren por pasar un tiempo alrededor de ellos e incluso podés conseguir que te la chupen en un baño”. Pero la verdad es que no funciona para mí. Si tengo que salir con los N’Sync para que me la chupen en un baño, prefiero evitar el trato con ellos y pajearme en mi habitación del hotel.

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Sobre Tintoreros y su nuevo disco

Grupo sushi

P.P.

Más cerca del power pop que del rap metal que los sacó a la superficie a mediados de los 90, los Tintoreros reaparecieron con un buen disco titulado Chas Park, que incluye (entre otras cosas) una versión adrenalínica del sublime “There is a ligt that never goes out”, de los Smiths. Aquí se ve el flyer con que los japoneses más argentinos promovieron su presentación de anoche en El Anexo. The Chas Park Project puede entenderse como una analogía entre el bosque embrujado de Maryland y la ingeniería laberíntica del barrio porteño Parque Chas (cuna de Tintoreros), célebre por el extravío de varios visitantes desprevenidos.