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Jueves 12 de Octubre de 2000

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Un repaso al costado alternativo de la literatura

Este es otro aguante

Como una suerte de Babel underground, se extiende la oferta de literatura independiente. Revis-tas, ciclos de poesía y toda clase de propuestas se generan en un espacio que no tiene dueño y que tampoco espera que lo legitimen. Quien quiera leer, que lea.

TEXTOS BRUNO MASSARE
FOTOS TAMARA PINCO

La idea de un espacio conquistado, muchas veces efímero, surgido de una necesidad, ambición, vanidad o capricho, o de todo a la vez. Una idea que sólo se sustenta en las dos partes de siempre: alguien escribe y alguien lo lee (leerá), pero con las dificultades propias de lo autogestionado, terreno donde la marcha suele volverse lenta y cuesta el doble. Esa idea como motor de lo que suele denominarse revistas independientes, ciclos de poesía y demás propuestas literarias que aparecen, desaparecen, o que simplemente están, sin que nadie sepa hasta cuándo, aun menos sus mentores.
A pesar de que se presenta como una “Página ex quincenal mensual gratuita de divulgación literaria”, No quiero ser tu Beto (o NQSTB) es mucho más que eso. Para empezar, es el doble (se trata de una hoja) y no sólo contiene divulgación sino también una buena dosis de ironía, chistes cómplices (con el lector, por supuesto) y columnistas imaginarios, partícipes del pequeño universo de la publicación. “Si cobramos un peso, nos exponemos a que mucha gente no la lea. Preferimos apostar a la periodicidad y a que sobreviva. Al principio pusimos un poco de plata y después organizamos fiestas para subvencionarla, podríamos decir que, desde el año pasado, quien banca a NQSTB es el lector”, dice Ximena Espeche. Ella, junto a Nicolás Mateo, Tristán Pera y Gabriel Yeannoteguy son los responsables desde que el primer número vio la calle, en enero de 1998.

Desde Flores, Zapatos Rojos

Cada domingo, Zapatos Rojos planta un micrófono en el barrio de Flores por el que pasan los poetas más reconocidos, y también los más desconocidos. “Invitamos a una serie de poetas, luego ellos hacen un intervalo y empieza el micrófono abierto”, cuenta Karina Macció, una de las creadoras del ciclo, junto a Romina Freschi, Ximena Espeche (otra vez), Marcelo Biagi y Juan Ignacio Trentalante. “Está bueno que pueda leer la gente que quiera, más allá de los consagrados –comenta Karina–. ¿Por qué todo esto? Porque nos gusta, porque nos da satisfacciones y también porque nos ayudó a escribir a cada una de nosotros.” Un cuento de Andersen le dio nombre al ciclo, que tiene lugar en el centro cultural El Aleph y que tiene una vistosa página en Internet. Según Ximena, “lo de la poesía es relativo, vienen narradores, gente de teatro, músicos, la idea es abrir el juego lo más posible”.
“Es un espacio para experimentar, nació para darle forma a lo que nos rodeaba, a los momentos en que nos juntábamos a leer poesía”, recuerda Gary Pimiento, quien junto a Gabriela Bejerman lleva editados seis números de Nunca nunca quisiera irme a casa, la revista que, tras un breve paréntesis temporal, regresa al ruedo en una segunda etapa desde su primera aparición, en el ‘97. “Queríamos mantener una periodicidad, pero el problema no es económico ni de tiempo, es el ritmo que tiene, todo se decanta hasta que llega el momento”, razona Gabriela. Poesía de los estilos más diversos cubre las páginas de una revista cuyas presentaciones, aseguran, son tan importantes como el número en sí. “La hemos presentado hasta en una pista de hielo –recuerda–. Le agregamos algo de espectáculo a la poesía, con la participación de músicos y artistas plásticos. Nos interesa romper con ese estereotipo de poeta serio que nunca iría a una discoteca.” La revista, en un principio gratuita, luego intentó ser vendida y ahora... “La vamos a hacer más conscientes de que vamos a perder plata, antes queríamos que funcionara, en cambio ahora vamos a ir directamente a pérdida”, concluyen, orgullosamente resignados.

El cuarteto No quiero ser tu Beto

Belleza y Felicidad ocupa una esquina del barrio de Almagro. Fernanda Laguna y Cecilia Pavón hacen las veces de anfitrionas de un espacio que abarca dos galerías de arte, stand de revistas y venta de artículos de una variedad incatalogable. Belleza y Felicidad también se llama la revista, que, todos los meses –desde octubre del ‘99– presentan en coincidencia con la inauguración de las muestras. “Tratamos de que haya textosinéditos, en general de escritores o ensayistas contemporáneos. Antes, la hacíamos en papel de diario y después pasamos a un papel mejor, pero queremos volver al antiguo formato. Lo extrañamos”, dice Cecilia. Las chicas se molestan porque se suele hablar de una “estética Belleza y Felicidad”: “Muchos nos tildan de ser una especia de club cerrado, y no es así, más bien se trata de una cuestión afectiva”, se defiende Cecilia. “Nos cuesta mucho mantenerlo –interviene Fernanda– y tenemos que trabajar en otras cosas, pero, como sea, todos los meses logramos que haya muestras y que salga la revista.”
Pequeña gran revista con formato de librito de cd, Los Amigos de lo Ajeno es obra de Ana Wasjkzuck y Luis Chaves, argentina ella, costarricense él. La publicación –que hasta ahora se edita en Costa Rica por una cuestión, paradójicamente, de costos– intenta trazar un panorama de la poesía latinoamericana, principalmente a partir de textos que no han sido publicados. “Salió como un primer impulso de publicar lo que nos gusta. La revista se hizo conocida y creamos una red de contactos muy fuerte, así estamos conectados con gente de muchos lugares”, dice Ana. La revista se envía en forma gratuita a buena parte de la Argentina y casi toda América latina, España y algunos puntos de los Estados Unidos. “Lo único que pedimos es que nos manden algo a cambio, revistas, textos, recortes de diarios, algo que nos sirva, que sea un intercambio”, agrega Ana, que tiempo atrás organizaba las “Fiestas Antipoéticas” –un ciclo de lectura de poesía– y que hoy reparte su vida entre Quilmes y Costa Rica.

Las chicas Belleza y Felicidad

El primer número de Voy a salir y si me hiere un rayo combina poesía cubana y literatura clandestina soviética, entre otros tantos textos. La excelente calidad de papel e impresión amagan con separarla del universo “independiente”, pero todo tiene su explicación: “Se trata de un tipo medio misterioso, una especie de mecenas, que un día se apareció diciendo que le interesaba el proyecto y que iba a poner la plata”, informa María Medrano, impulsora de Voy a salir..., junto a su amiga Silvina Vázquez. “Queríamos generar un espacio donde estuvieran las cosas que a nosotras nos gusta leer. Ultimamente han aparecido muchas publicaciones y lo bueno es que hay diversidad, se trata de distintas propuestas estéticas”, dice María, que no escapa a la regla general –la de la ocupación paralela– y se mantiene con su trabajo en Tribunales.
“El tema central es la literatura, con clara hegemonía de la poesía, pero se combina con cuestiones muy próximas al gusto popular, como el fútbol, el rock & roll o el cine.” Horacio Fiebelkorn, coeditor de La Novia de Tyson, intenta describir la revista, que no se destaca tanto por su periodicidad –lleva tres números desde julio del ‘98– como por su eclecticismo. “Nos resulta natural esa mezcla, a todos nos gusta el fútbol y casi todos venimos de la cultura rock.”
La mayoría de ellas se conocieron en la carrera de Letras y la historia comenzó con una serie de fanzines que tomaron forma de revista hace unos dos años atrás. Quesquesé es el nombre y tiene detrás a seis mujeres: Florencia Castellano, Mariana D’Agostino, Elizabeth Lerner, Verónica Pérez Arango, Gimena del Río e Inés Clément. Una suerte de matriarcado directivo, donde los hombres sólo ostentan calidad de colaboradores, al menos por ahora. A la fecha ya son cinco los números que mezclan poesía, prosa, textos propios, ajenos, reconocibles y tampoco, historieta, y reseña de otras revistas, todo prolijamente repartido en secciones con nombres como “Las Tripas” o “Un pueblo que escribe no muere jamás”. “Un elemento muy importante para nosotras es el humor, en general bastante ácido, quizás es por eso que algunas revistas de poesía nos aburren un poco... Algunas son demasiado serias”, dice Elizabeth. La distribución y venta –cuesta dos pesos– corre por cuenta de ellas mismas, que recorren pacientemente el circuito de bares porteños o bien la dejan en ciertos lugares estratégicos, como algunos quioscos de la calle Corrientes. “Ninguno de los tres vive de algo que tenga que ver con la literatura”, confiesa Federico Reggiani, bibliotecario y responsable de El Mogolejito. A él se suman Eduardo Karakachoff (diseñador) y Fernando Lanza, calderista y escritor en los ratos libres. “Empezamos en el ‘94, como una reacción contra cierta artificialidad adolescente que circula muy particularmente en el mundo de la poesía –recuerda–. Pero el proyecto murió antes de empezar, el enemigo era demasiado débil como para justificar nuestro trabajo.” Sin embargo, sobrevivió la idea de hacer una revista de prosa relamida, mucha pedantería y lenguaje pretendidamente soez, con un diseño muy cuidado. Y también sobrevivió entre varios de sus pares, aun con sus baches, ya que van por el número trece en más de seis años. El romancero, la literatura gauchesca y la parodia teatral son algunos de los estilos que se suceden, siempre atravesados por un corrosivo sentido del humor. “La respuesta de la gente es muy buena, también es muy poca”, asegura Federico, y concluye: “Con suerte, yo espero morirme haciendo El Mogolejito. Es una actividad muy placentera”.

Nunca Nunca quisiera irme de casa, a pérdida

La cucaracha

La contradicción entre la filosofía bovina y la constitución de una nación es evidente. Nadie puede sentirse argentino si no es capaz de encontrar esencias, tradiciones y comunidades flotando en cada objeto, en cada hombre y en cada mujer (...) Es necesario terminar con estos errores que consumen nuestro esfuerzo. Por eso, proponemos nombrar, si es necesario mediante un decreto de necesidad y urgencia, un nuevo animal emblema para la Nación Argentina: la Cucaracha, siempre única en el espanto y siempre seguidora de una Tradición (...) Sólida y dinámica como quieren los tiempos posindustriales, y dueña de una filosofía de pragmatismo incorruptible, que percibe continuidades y diferencias sólo allí donde le conviene. La Cucaracha, en el corazón de la bandera azul y blanca.

Ensayo de Indagación Nacional, El Mogolejito Nº 7, enero-febrero-marzo del año 381 de la publicación de la segunda parte del Quijote.

Situaciones VI

Si nado, porque nado. Si condimento el almuerzo, porque condimento. Hoy, otra vez esa sensación. Y las esquelas llegan puntualmente bajo la puerta, vienen, las agarro (todas arrugadas) y ahí ya me gritan: “Ahora te morís, Rolo”. ¿Por qué no me fui? Alguien me espía y describe mis movimientos y sensaciones detalladamente. ¿Por qué no me fui?
“Nada hasta esas rocas.” Seamos claros, seamos muy claros: tiro gente al río, sí, gente aún viva, y antes las torturé, para que hablaran, sí, algunos no sabían nada e igual les puse sal en las heridas bucales. Padre, le soy preciso y directo, ahora, ¿por qué no me dejan tranquilo?

Por E.L., Revista Quesquesé Nº 5, septiembre del 2000.

1985, diez años después

El corazón que está en mis manos
dice: lentitud de vida
que corre por la sangre,
los restos de esta tarde se irán conmigo,
mi mañana la guardarás entre tus ojos
como dos lágrimas puras de invierno,
las venas se enfriarán
como vigas de cemento
opacas de naturaleza.
Y recogerás ese corazón que una vez dijo:
hija, madre, niño, taxi, avión, caballo,
rosas negras y blancas en un jardín
que nunca recordarás.
Y como días en tu bolso lleno de alfileres
se guardarán la risa, las manos, tu silencio.
Y aquella barba que afeitabas muy bien los días de mis cumpleaños.

Marta Leonor González (Nicaragua, 1972). Los Amigos de lo Ajeno Nº 4, diciembre de 1999

San Telmo

Desde una ventana
un reo me relojea
pulenta
rajan yiros de una trulla
picando fuerte por los pasajes
un viejo negro barba blanca
cruza la calle Defensa
tan lento como un rey
y los bondis pasan
a milesquivando el paquete

el corazón de San Telmo
está flotando
dentro de una palangana rosada
allá arriba en la azotea
cerca de los cables.

Rodolfo Edwards
Este poema forma parte de la antología de textos de los escritores invitados a leer a los Encuentros de Poesía “Zapatos Rojos” durante 1999.

 

Guía práctica de contactos

Unas ofrecen “económicas” suscripciones, otras simplemente algún tipo de intercambio (textos, otras revistas) y también las hay totalmente gratuitas, pero todo dependerá de buscarlas (y encontrarlas) en el lugar indicado. Lo que sigue es la lista de teléfonos y direcciones donde pueden ser contactados quienes están detrás de esta (pequeña) porción del vasto universo de publicaciones, encuentros y demás propuestas literarias.

Los amigos de lo ajeno:
[email protected]; www.amigosdeloajeno.org
Zapatos Rojos:
4953-7014 www.zapatosrojos.com.ar
La Novia de Tyson:
[email protected]; http://members.nbci.com/friqui/lanovia.html
No quiero ser tu Beto:
4953-7014; [email protected]
Belleza y Felicidad: 4867-0073
o [email protected]
Nunca nunca quisiera irme a casa: 4552-8323
El Mogolejito: (0221) 425-1156; [email protected]
Quesquesé: 4814-0118;
[email protected]
Voy a salir y si me hiere un rayo: 4813-1118; [email protected]

Algunas coordenadas útiles en Buenos Aires para conectarse con esta movida: El Aleph (Juan B. Alberdi 1884), Librería Rayo Rojo (Santa Fe 1670 locales 20-22, Galería Bond Street), Babilonia (Guardia Vieja 3360), Belleza y Felicidad (Acuña de Figueroa 900), Boquitas Pintadas (Estados Unidos 1393), LiberArte (Corrientes 1555) y Gambito de Alfil (Puán 519).