Insert
Coin, la curiosidad del año
Música
para fichines
TEXTOS
PABLO PLOTKIN
FOTOS TAMARA PINCO
No suena del todo elegante, pero es real: uno de
los mejores discos tecno que se editaron este año en la Argentina
no es más que una colección de versiones de soundtracks
de videojuegos de los 80. El álbum se titula Insert Coin,
y el dúo en cuestión responde al nombre de DJ Batti vs.
Pana. Es probable que la reacción promedio al ver las caras de
los autores impresas en la tapa y contratapa del cd sea preguntarse ¿qué
clase de mal chiste es éste?. Dos freaks idiotizados operando
una palanquita y un botón, con los anteojos desencajados y los
nervios de punta. Luego viene la curiosidad: ah, mirá qué
bueno, Kozakos Rave, una versión dance de aquella
pegajosa melodía soviética que celebra el fin de cada pantalla
en el Tetris. Y una canción viajera que soltaba la
radio del deportivo rojo en el Out Run renace acá en
una bonita pieza electro-pop. El disco es bueno, más de lo que
promete.
El repertorio se completa con el 1942, Ms. Pac Man,
Rally-X, Bubble Bobble, Kung Fu Master,
GhostnGoblins, Gyruss (¿te
suenan?) y un Frankenstein que abre el disco hecho con pedazos de ruidos
y melodías de viejos juegos espaciales. Sentarse a conversar con
DJ Batti -25 años, diseñador industrial, ex guitarrista
de bandas heavy metal y Pana 24 años, diseñador
gráfico, analfabeto musical quita todo prejuicio acerca de
la autenticidad del proyecto. En primer lugar, no pretenden ocultar la
pólvora emocional de la obra (la nostalgia) detrás de una
careta kitsch. Son dos enfermos de los fichines (un fanatismo
muy poco cool, ¿o sí?) y la idea surgió naturalmente
en una trasnoche de competencia. Elegir videos de los 80, asumen,
tuvo que ver (además con que son sus favoritos) con provocar una
identificación auditiva con sus congéneres. Pero no suena
a tecno retrofuturista. Hay hip hop de la vieja escuela en la remake de
GhostnGoblins (con la colaboración del
rapper Fuego Fatuo), y la formación que presentan en vivo no se
limita a sintetizadores y samplers: además tocan con guitarra,
bajo, dos baterías y un trombón. En eso nos diferenciamos
de las bandas electrónicas inertes. Nosotros nos movemos, intentamos
que la cosa sea más cálida, dice Pana. Batti agrega:
Fue re-loco lo que pasó en la rave del Día de la Primavera
en Palermo: la gran mayoría del público que se había
acercado a vernos eran punkies y hardcores haciendo pogo.
Es un alivio el hecho de que tengan claro que el proyecto videogames empezó
y terminó con Insert Coin. Sí, no haríamos
otro disco como éste, aclara Batti. Es tan fuerte la
temática que quedamos muy atados a eso. La gente cree que nos llamamos
Insert Coin, cuando en realidad es sólo el título del disco.
No puedo proyectarme como músico haciendo videojuegos toda la vida.
Probablemente sigamos con algo temático, aunque todavía
no sé qué. El trabajo en equipo de estos dos funcionó
así: como lego musical, pero generador de buenas ideas, Pana se
encargó de extraer el espíritu de cada juego;
Batti le dio forma trasladando las ocurrencias a sonidos. Al principio
fue sólo un track de consumo íntimo, pero el asunto empezó
a crecer y terminaron llenando pistas hasta completar un álbum.
Incluso quedó afuera un tema basado en el Moon Patrol,
uno de los juegos preferidos de Pana, cuya evolución lúdico-informática
respetó todos los estadios tecnológicos: Atari, Commodore,
PC y ahora Mac. Desde chico me la pasé jugando a los fichines,
cuenta. En mi casa o en los videojuegos. Para nosotros se transformó
en un centro de reunión. Con el tiempo dejó de serlo, pero
ahora es una parada rápida y obligada. Cuando salgamos de acá,
lo más probable es que nos juguemos unas fichas. Eso no se pierde.
Insert Coin viene a funcionar como banda de sonido de los días
en que las versiones originales de todos estos jueguitos pueden bajarse
de Internet gracias al oficio de Nicola Salmoria, el italiano que creó
el programa emulador para PC. Es nuestro Dios, bromean ellos.
Nos olvidamos de incluirlo en los agradecimientos.
DJ
Batti vs. Pana se presentarán el viernes 20 en La Cigale.
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