EL TRIBUTO BIZARRO A SODA STEREO Y SU FINAL FELIZ

Beneficios totales

Un aluvión de nuevas bandas, argentinas y latinoamericanas, concretó un homenaje under al trío super pop. Ahora, algunos de aquellos participantes, más otros invitados, “cerrarán” la vida útil del proyecto. Y en una escuelita de Misiones, en la frontera con Brasil y Paraguay, los pibes tendrán una construcción digna en donde estudiar.

TEXTOS: ROQUE CASCIERO
FOTOS: TAMARA PINCO

De aquel amor de música ligera... ¿Nada más queda? No opina así Diego Pichi Lucente, un empleado administrativo de 29 años que supo lucir sobretodo y raros peinados nuevos a mediados de los ‘80, y que gastó la cinta de su casete de Nada personal de tanto escucharlo. He aquí al mentor de Gracias... totales, el denominado “Tributo bizarro a Soda Stereo”, que será presentado y despedido el viernes 15 en Cemento. “Desde el comienzo quisimos sacar el disco como homenaje a Soda, hacerlo a beneficio de una escuela de frontera, darles la oportunidad a bandas que no tenía espacios y cerrar el proyecto con la presentación”, explica Lucente, propietario e impulsor, además, del sello Dulce Limón. “Queríamos ponerle una especie de fecha de vencimiento muy clara, para no estirarla como se hace con todo acá. Con la presentación se termina el ciclo del tributo. El disco no se va a reeditar nunca más. Si yo viera el disco a 3 pesos en Musimundo, sería como si me clavaran un puñal. Los que lo tienen, lo tienen y listo. Con la presentación no se busca vender cien copias más.”
Además de diez de las bandas que participaron del disco (Crisálida, La Nueva Ley, Mestizo, DJ Batti, Acuadélica, Asesino Serial Hawaiano, Ave Murta, Timmy O’Tool y el propio Pichi), también habrá versiones de Soda a cargo de Carca, Leo García, Acida, Villanos e integrantes de Babasónicos. Obviamente, Lucente invitó a Gustavo Cerati, Zeta Bosio y Charly Alberti: “Ojalá que vengan, pero no queremos quedar como cargosos. Ellos me dijeron que el disco les gustó. Hay veinte temas y a nadie pueden gustarle todos, pero algunos puntuales les gustaron. Pero más que nada les gustó el fin con el que estuvo hecho, que fue ayudar a una escuela de Misiones”.
–¿Cómo surgió la idea de hacer el disco a beneficio?
–Con varios integrantes de las bandas que participaron del disco íbamos a un colegio de Floresta que apadrinó a la escuela 401 de Wanda, Misiones, cerca de la frontera con Brasil y Paraguay. Desde 1990 vamos una vez por año; cuando terminamos el colegio, seguimos yendo por la nuestra. Si acá la pobreza se nota, allá es diez mil veces peor. Pero aunque lo material sirva, los más importante es compartir cosas con ellos, por eso nos esperan todo el año.
–¿Qué hicieron con lo que se obtuvo por la venta del disco?
–Hasta ahora hicimos una explanada de cemento de 70 metros cuadrados, que tuvimos que amurar para que no se rompa con el barro de las lluvias. La idea es construir dos aulas arriba. La escuela es una casa de dos habitaciones y, como es el edificio más viejo de la zona, no se puede tocar. En total, con lo que se editó afuera, se vendieron casi mil discos, pero todavía estamos cobrando. Con lo que se recauda compramos los materiales, la mano de obra la ponen los padres de los chicos que van a la escuela.
–¿Qué les dijeron los habitantes de Wanda cuando les explicaron que esto se hacía por el disco tributo a una banda de rock?
–Es complicado explicárselos, aunque creo que ya lo entendieron. El maestro de la escuela tiene mi edad y era fanático de Soda, así que para él es un orgullo total que haya pasado eso ahí.
–Y para vos, ¿qué significó Soda Stereo?
–Soda fue un ejemplo de carrera y de cómo se hacen bien las cosas. A nivel musical, era un grupo increíble, adelantado a la época. Creo que el cierre también fue una demostración de profesionalismo, el show en River fue de otro mundo. Por eso, creo que se merecen muchos homenajes más.