Pity
jura contar la verdad y nada más
que la verdad sobre la disolución de Viejas Locas
“Como
no soy jefe de nadie, me fui yo”
El
héroe stone porteño rompe el silencio y detalla cómo terminó una de las
bandas más convocantes del rock argentino. Hay de todo. Un último show
en el que los músicos sabían qué estaba sucediendo y la gente no. Un nuevo
proyecto grupal, aun sin nombre revelado (“la gente se va a poner RE contenta”,
anticipa), en marcha. Y una sensación agridulce por algo que concluyó,
después de una convivencia agitada, pero feliz.
FOTOS:
NORA LEZANO
TEXTOS: ROQUE CASCIERO
El
viernes pasado, a Pity Alvarez le pasaron tres cosas:
1. Se encontró con su antiguo patrón, quien necesitaba
ayuda para hacer un trabajo. ¿Cuánto me vas a pagar?,
preguntó. Te puedo tirar treinta pesos, escuchó
como respuesta. Resultado: por unas horas, Pity volvió a ser colocador
de portones automáticos.
2. Se le trabó el inodoro de su departamento y, cuando quiso arreglarlo,
lo rompió. Resultado: en el cuarto donde compone y graba, ahora
hay un inodoro convertido en maceta, en el que crecen varias especias
(no sean malpensados: hay romero, albahaca y orégano).
3. Decidió que ya era tiempo de contar su versión sobre
la separación de Viejas Locas. Resultado: la entrevista que sigue,
la primera en la que explica las razones de su alejamiento de la banda
y en la que anticipa cómo será su futuro.
¿Por
qué no hablaste hasta ahora?
Porque la separación de una banda es como pelearse con
una chica con la que estuviste casado diez años: no la aguantás
más, pero todavía tenés sentimientos hacia ella.
Creo que en esos momentos no hay que hablar, porque capaz que uno puede
no ser imparcial y decir boludeces. Pero pasó un tiempo, pensé
en quienes nos seguían y decidí que tenía que darles
una explicación.
¿Y qué fue lo que pasó?
Creo que el problema pasó por la energía, porque
musicalmente nos llevábamos muy bien. Pero no estaba disfrutando
de la química que teníamos entre todos. Ya no había
comunicación... Pero me hago cargo de que era de mi parte hacia
algunos músicos del grupo. Ya no vibraba bien. Escuché por
ahí muchas boludeces, que no me importan demasiado porque sé
bien quién soy.
¿Qué rumores escuchaste?
Que me quería ir porque ya habíamos hecho plata
y que quería armar una banda de hip hop. También dijeron
que descarté a los pibes porque iba a hacerme solista, cosa que
desmiento totalmente. No me gusta ser solista, me gusta estar en una banda.
Capaz que, si me va mal con dos o tres bandas, digo Bueno, macho,
voy a dirigir la batuta yo, a armar y desarmar a mi gusto. La cosa
no funcionaba en Viejas Locas, pero no por eso tengo que tomar un camino
diferente, porque me viene bien tocar en un grupo. El punto es que con
algunos chicos del grupo ya no teníamos comunicación.
Con el Pollo (guitarrista) y con Fachi (bajista), concretamente.
Porque el resto está en tu nueva banda...
Sí. Quiero aclarar algo: no es que la banda se dividió
en mitad y mitad. Me fui porque era el único que tenía problemas
con estos chicos, entre los demás estaba todo bien. No quiero meter
a nadie en la bolsa ni que se piense que nos abrimos Abel (baterista)
y yo, como leí en un diario. No, el drama fue mío. Y como
no soy jefe de nadie, me fui yo, como lo hice en varios trabajos que no
me gustaban. Estoy acostumbrado a irme cuando algo me molesta o cuando
no vibro bien; es lo que hice siempre. Vuelvo a la comparación
con el matrimonio: fue como decirle a tu chica Flaca, no estamos
llevándonos bien, separémonos y quizás un día
nos vemos y nos damos unos besos. No vamos a volver a ser lo que fuimos,
pero por lo menos nos vamos a saludar. Si seguimos dos años más,
te voy a matar, te voy a licuar y te voy a tirar a la zanja.
O sea que no llegaron al punto de odiarse.
No, porque hace mucho que saqué el odio de mi cabeza.
No odio a nadie, no tengo enemigos. Y eso está copado.
¿Y cómo fue eso de que ibas a dedicarte al hip
hop?
Puede ser que alguien se haya confundido porque todos los 25
de mayo toco con algunos amigos en Ciudad Oculta, cada año con
distintos músicos y con un nombre diferente. Esto es algo que Viejas
Locas nunca quiso hacer y yo sí, así que no me quedé
atrás. Abel y el Peri (armoniquista) me hicieron la gamba, lo mismo
que otros amigos. El primer recital fue de rocanrol; el segundo fue de
reggae; el tercero de rocanrol y... este añopintó hip hop.
Quizá por eso viene la confusión. Nos sale muy bien el hip
hop, porque no nos hacemos los mexicanos ni hablamos de problemas que
pasan a 4000 kilómetros. Las bandas de hip hop de acá quieren
ser todas chicanas, adoptan culturas que no son de acá. Preocupate
primero por casa: yo sufro porque se mueren los chicos en Africa, pero
se están muriendo también a cinco cuadras. Bueno, este año
armamos una banda de hip hop, por eso mucha gente habló rápido
y mal, creyendo que íbamos a seguir con eso. Y no, yo hacía
el 95 por ciento de los temas de Viejas Locas, y vamos a seguir con la
misma estructura de Viejas Locas.
¿Tu nueva banda ya tiene nombre?
Sí, ya lo tengo, pero todavía no puedo decirlo.
La gente se va a poner recontenta... Todo esto que estoy diciendo es un
mensaje para la gente, que tuvo que escuchar muchas giladas. Me da bronca
que el manager haya salido a hablar por radio. El manager no era nadie,
alguien prescindible. Quería cambiarlo desde hace mucho tiempo,
porque no venía haciendo las cosas bien. Esa era una de las cosas
que me daban muy por las pelotas. No voy a ponerme a enumerar cosas, pero...
A mí no me gusta sentirme enfermero en el momento en que toco.
Si tenés un manager pila, se fija qué cosas inseguras hay
en el lugar y pide que se solucione, en lugar de venir a suplicarme que
le diga a la gente que se baje del mangrullo porque se va a matar o que
la valla se está desarmando. Siempre le contestaba: Vos sos
un pelotudo, no sabés organizar un recital. Hace mucho tiempo
que no lo quería más, pero me di cuenta de que la cosa venía
más de base.
Teniendo en cuenta que en la nueva banda están Abel, Peri,
Burbujas (tecladista) y todos los vientos de Viejas Locas, ¿por
qué no conservaste ese nombre?
Porque yo me fui de la banda. No quise tener cómplices
ni comerle el coco a nadie. Me fui, punto, ya está. Les dije: Quédense
con el nombre, con la sala de ensayo y avísenme qué van
a hacer. Les di todas las oportunidades. Parece que ellos no iban
a hacer nada y, en realidad, yo sólo no tenía comunicación
con dos personas del grupo, con el resto me llevaba muy bien. Se dio algo
relindo cuando hablé con los otros chicos; me dijeron: Loco,
vamos a hacer algo. Entonces no estoy solo. Y veo a esta banda como
la continuación de Viejas Locas, aunque no me fui de Viejas Locas
pensando en cómo seguir. No salí a buscar bajista ni violero:
los encontré. Y fue en una semana, reloco. El chico que va a tocar
el bajo está en una banda y quiere tocar por última vez
antes de anunciar que va a estar con nosotros, por eso no voy a decir
el nombre. El pibito que va a tocar la guitarra se llama Felipe: tiene
16 años, nunca tocó en una banda y lo readmiro. Va al colegio,
es un pibe resanito. Va a ser como mi ángel protector, me va a
dar buenos ejemplos.
¿Cómo fue que los encontraste?
Felipe es de acá, del barrio, y el bajista es amigo
de muchos años. Zapamos en mi casa todos los viernes y sábados,
pero nunca se nos cruzó por la cabeza tocar juntos porque cada
uno estaba en su banda. Fue rebueno, ya estamos ensayando y vamos a tocar
los temas que yo hice en Viejas Locas. Decidimos salir a la cancha con
mitad de temas de Viejas Locas, porque los sentimos. No vamos a llamarnos
Viejas Locas porque no somos Viejas Locas, por más que lo llevemos
adentro, pero mis canciones voy a tocarlas con quien tenga ganas. Si hubiera
seguido tocando en Viejas Locas le habría mentido a la gente, porque
le habría hecho creer que estaba todo bien. Y no está todo
bien ni todo sigue igual, como dice la canción. Si hubiera seguido,
sería un careta de mierda, porque no era lo que sentía.
¿Cuándo sentís que comenzó a faltar
onda en la banda?
Desde hace un tiempo largo. No me quiero hacer el místico
ni el chabón de Canal Infinito, pero me guío mucho por ondas.
No llegué a tener mala onda con ellos, pero tampoco tenía
onda positiva: estábamos clavados en cero. Y con cero onda no puedo
trabajar. Capaz que otro cierra los ojos ydice: Sigo ganando guita
y todo bien. A mí me chupa un huevo ganar guita, porque para
mí la música es un hobby.
¿Nunca pensaste en la música como un trabajo?
No, no. Cuando la sienta así, no hago nada más.
¿Y sentías que tocar en Viejas Locas se había
convertido en un trabajo?
Sí. Ultimamente era un trabajo. Entiendo que hay que
poner responsabilidad y huevos, que me sobran, pero no puedo tomármelo
como un trabajo. Tuve la suerte de sobrevivir con la banda, pero fue de
casualidad. Puedo tolerar levantarme a las seis de la mañana para
cortar caños en una fábrica y, hasta cierto punto, no llevarme
bien con el tipo que tengo al lado. Pero ahí voy a buscar el mango
para darle de comer a mi familia; la música es otra cosa. Tuvimos
la suerte de poder vivir de la música, pero a mí me chupa
un huevo: no puedo tolerar no llevarme bien con alguien. Para eso, me
busco un trabajo y toco con la gente que quiero.
¿Fachi y el Pollo no te dijeron nada cuando los encaraste?
No me gusta hablar mal de la gente, pero creo que les chupó
un huevo que no hubiera onda y dijeron: Bueno, vivimos de esto,
aguantémosla.
Por lo que decís, los problemas vienen desde hace más
tiempo del que cualquiera podría pensar.
Sí, desde hace años. Veníamos llevándola,
pero... Es como un cono, cada vez se agranda más. La verdad, estoy
contento de que no llegamos a tener mala onda, de que no tuve que cagar
a trompadas a nadie.
¿Cómo fue el día en que dijiste que te ibas?
Fue en la sala, les dije que nos juntáramos porque tenía
que hablar con todos. Ahí planteé que no me gustaba cómo
se estaba manejando la banda, pero que la solución no era cambiar
el manager porque el problema venía de más abajo. Y nadie
saltó. Nadie me dijo: Me parece que te estás alucinando,
Pity, ¿qué estás tomando?. Era obvio que se
sabía que algo estaba mal y me dio por las pelotas que nadie dijera
nada. ¿Querían seguir por la guita? Yo no necesito tanta
plata, estoy acostumbrado a vivir con necesidades. Vengo de una familia
en la que mis viejos hacían magia para llegar a fin de mes, nunca
tuve grandes lujos. Vivo en un departamento en Lugano, no en una casa
quinta con pileta. Y si algún día llego a tenerla, será
porque me la merezco. No le choreé nada a nadie, lo que tengo me
lo gané.
¿Cuándo fue esa charla en la sala?
Antes del último recital, que fue en La Matanza. Me
pegó mal por la gente, porque me hubiera encantado decirle que
era el último show. Pero la gente viene con una energía
tan buena que no le voy a tirar el ánimo abajo.
Además, no era el concierto de despedida ni nada de eso.
No, eso no me interesa. Me lo propusieron...
¿Quién?
El presidente de Universal. Nos propuso hacer un recital de
despedida; me dijo: Pity, va a ser el día que más
plata vas a ganar. Me reí y le respondí: Loco,
yo me muevo por otras cosas, no puedo pensar en plata y tener al lado
a un chabón al que no miro. Ya fue.
¿Cómo recordás el último show de
Viejas Locas?
Invité a todos mis amigos, lo recontra disfruté.
Había unos bomberos voluntarios de La Matanza, por cualquier cosa
que pasara, y les dije: Loco, mirá, en los recitales suele
pasar que los que están adelante se mueren de calor. ¿Qué
onda si hoy hacemos un carnaval?. Y el jefe se río, como
diciendo ¡Qué bueno!. Arriba del escenario fue
igual que siempre, salvo porque los músicos teníamos en
la cabeza que era el último. De nuevo digo que no le quería
amargar la noche a la gente anunciándolo, porque Viejas Locas es
una banda que...
Dijiste es una banda, no fue una banda...
Ehhh, sí (se ríe).
Todavía no podés creer que Viejas Locas se haya
terminado...
Pero se terminó. Y ya estoy pensando en el futuro.
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