Anarquistas
de verdad, sobrevivientes
Punks
eran los de antes
El
libro Cuatro historias de anarquistas, de Adriana Atán, reúne
los testimonios de cuatro anarcosindicalistas argentinos que militaron
y militan en una causa que, lejos de pertenecer a un pasado idealizado,
sigue viva. En ellos, al menos, está claro que sí.
PRODUCCION
CRISTIAN VITALE
Jesús
Gil
Tucumano. 89 años. Fue cosechador, ayudante de herrero y albañil.
Se vinculó al comunismo anárquico en 1927, a los 16 años,
a través de FORA (Federación Obrera Regional Argentina).
A los 24 lo eligieron secretario del gremio de albañiles de esa
organización, en Tucumán. En el 39 viajó a
Buenos Aires. Vivió en San Martín y siguió militando
en FORA, mientras se ganaba la vida levantando paredes. Hoy vive en La
Boca. Sigue trabajando de albañil, sigue siendo anarquista.
...Cuando
uno se asociaba a la FORA le daban un carnet. Si lo agarraban con ese
carnet en 1930, tenía 30 días de arresto. Y si no aparecía
ningún familiar, cuando lo liberaban llegaba a la esquina del Departamento
de Policía y lo volvían a meter preso por la otra puerta.
Fueron tiempos muy duros, pero se luchaba. Allá en Tucumán,
cuando fue el golpe de Uriburu, la policía clausuró el local
de la FORA. Al día siguiente, los compañeros sacaron las
fajas de clausura y lo abrieron de nuevo. ¡Se armó un revuelo!
Vino la cana y quiso llevarlos de prepo. Entonces, los compañeros
volcaron una mesa y les respondieron a balazo limpio...
...Uno
de los conflictos más importantes en los que participé fue
una huelga que hicimos en Tucumán en 1936 en protesta por una rebaja
de salarios. Hasta ese momento ganábamos cuatro pesos con veinte
los peones, cinco con cincuenta los medio oficiales y seis con cincuenta
los oficiales. Y de repente nos empezaron a pagar entre dos y tres pesos.
Así que nos organizamos para el reclamo. Esa vez le quemé
el auto al empresario Meloni que estaba construyendo un obrón
en el cementerio de los ricos y los compañeros le tiraron
las máquinas de hacer cal adentro de los fosos de los mausoleos...
Juan Enrique
Palmeiro
Nació en Avellaneda. Tiene 82 años. A los 10 empezó
a militar en la Juventud Socialista. Después, durante el golpe
de Uriburu, concurrió a Plaza de Mayo para defender la democracia
y conoció a los anarquistas. En 1936 comenzó a militar en
FORA y rompió con los socialistas. Trabajó como fletero
y taxista. Durante el peronismo fundó con doce compañeros
la biblioteca Mario Anderson Pacheco. Allí, se hizo
bohemio. Comenzó a pintar y a escribir poesía.
...El camino para encontrar la libertad pasa por actuar sin aceptar
imposiciones, exteriorizando la propia visión en diálogos
no preconcebidos. La persona es una construcción, una consecuencia
social y su razón y su conciencia se van desarrollando a través
de la cultura. Si en lugar de educar se cultiva, los productos sociales
cambian. Pero estamos viviendo en una sociedad autoritaria con una educación
autoritaria y religiosa que transforma al hombre en una caricatura. Para
poder salir de este círculo, el individuo tiene que organizarse
con otros e ir formando nuevas ideas a través de debates libres.
Anarquismo significa desterrar todas las aberraciones político-religiosas
en las que se desenvuelve este mundo...
Educación
no es cultura. Con la educación se puede hacer un monstruo o un
autómata, es impositiva, en tanto que la cultura pone a disposición
del individuo todos los elementos para que desarrolle sus talentos, sin
interferencias metafísicas ni ideológicas. Alienta la diversidad,
facilitándole al hombre los medios para que elija libremente, sinlineamientos
morales, sin inculcarle que para ser un buen individuo tiene que ponerse
el escudito, ir a ver los desfiles o a rezar...
José
Grunfeld
Santafesino. 93 años. Fue almacenero, diariero y dibujante. En
1925, a los 18 años, se entregó al anarquismo en una protesta
por la liberación de Sacco y Vanzetti. En 1927 se negó a
hacer el servicio militar. Vivió en Tres Arroyos con nombre falso
y fundó allí la Biblioteca Rafael Barret. Militó
en la Unión Socialista Libertaria y en las Juventudes Socialistas
Libertarias. En 1936 viajó a España para apoyar a los anarquistas
que combatían contra Franco. Llevó 20 mil vacunas donadas
por estudiantes de medicina. Volvió en 1939. Militó siempre.
Hoy escribe en el periódico El Libertario y sigue ligado a la FLA
(Federación Libertaria Argentina).
...La
equidad consiste en elegir libremente lo que se quiere ser y ayudar al
más débil a manifestarse. Pero no hay que confundir esto
con la interpretación grosera de que se quiere convertir a todos
en iguales. La igualdad que nosotros propiciamos es material: yo no necesito
más que un traje para vestirme, no puedo llevar dos a la vez, no
puedo usar más que una cama, no puedo comer más de dos o
tres platos. Esto es lo necesario para que el hombre pueda vivir. Y hay
que ser solidarios para que todo el mundo cubra esas necesidades básicas...
...Yo
no sé si fui protagonista o juguete de la historia, porque en todos
los acontecimientos uno obra creyendo que puede influir sobre el curso
de los hechos, pero la complejidad de los resultados demuestra que el
accionar individual incide en proporciones infinitesimales. De todas maneras,
creo haber hecho bastante, ya que siempre obré inspirado por la
vocación de servir a mis semejantes y no me importaron las horas
ni las cosas que abandoné. Y cuando uno se dedica de lleno, se
siente enaltecido y trata de que los demás también participen
ese sentimiento...
Domingo
Trama
Porteño. 80 años. Trabajó de pasarremache, reparador
de buques, changuista y ayudante de electricista. Se hizo anarquista después
del golpe de Uriburu, en el 30. Miembro de FOCN (Federación
de Construcciones Navales), fue llevado varias veces preso por su militancia.
En 1942 lo eligieron secretario del gremio de pintores y rasqueteadores.
En 1947 participó de una huelga de 110 días la más
larga de la historia porque la patronal naval le impidió
a sus compañeros constituir un sindicato propio. En 1955 fue delegado
por el gremio de metalúrgicos navales. Al año estuvo preso
en Devoto, acusado de provocar un atentado. Se jubiló en 1969.
Hoy dirige el periódico El Constructor Naval y festeja cada aniversario
de la última huelga.
Me
hice anarquista en el 30. Frente a todos los atropellos, me sentí
en ese momento violentamente anarquista. La injusticia, las deportaciones,
las cárceles y todas las tropelías que cometían en
nombre de la dictadura reinante despertaron en mí una indignación
tan grande que, a partir de entonces, adopté las ideas libertarias.
Nuestro principio era la acción directa, que quería decir
que en nuestras relaciones patrón-sindicato no admitíamos
la intromisión de terceros. Era luchar contra la intromisióndel
Estado, lo cual significaba también prescindir de todos sus beneficios.
Así hemos desechado el aguinaldo, el pago 1º de Mayo, el descuento
sindical a los trabajadores. Con esos principios funcionamos más
de 54 años. Y, además, aceptábamos que en determinado
pasaje de la huelga se pudiera recurrir al sabotaje y al boicot como métodos
de lucha. El boicot se aplicaba cuando una empresa no cumplía los
convenios pactados y ya se habían agotado todos los recursos de
negociación. El sabotaje, en cambio, se ponía en práctica
en menos casos e implicaba destruir máquinas indispensables para
la producción e impedir que se siguiera la actividad normalmente...
n
Testimonios
extraídos del libro Cuatro Historias de Anarquistas. Cuesta 10
pesos y se consigue en Liberarte, El Perseguidor, Biblos, la Librería
de las Madres, El Aleph y Prometeo.
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