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Por Richard Norton-Taylor
Desde Londres
 Funcionarios de Defensa de Gran Bretaña están por lanzar una nueva advertencia a los editores de periódicos sobre los límites de lo publicable respecto de actividades de la fuerza de elite británica SAS, insinuando que una nueva fase en las operaciones militares en Afganistán está por comenzar. El contraalmirante Nick Wilkinson, secretario del comité que dirige el sistema de autocensura voluntaria en cooperación con los medios, está por recordar a los editores que no publiquen información que pueda poner en peligro las operaciones de las fuerzas especiales y las vidas de los que las conforman, dijeron fuentes del Ministerio de Defensa británico. Una mejor inteligencia, y semanas de bombardeos, estarían preparando el camino para ataques �intermitentes� de la SAS.
Las fuerzas especiales estadounidenses y británicas probablemente ataquen blancos específicos lejos de las líneas de frente talibanas. Estas serán atacadas por la Alianza del Norte, después que hayan sido debilitadas por los bombardeos de los B-52 y otros aviones, de acuerdo con lo que espera Estados Unidos. Las fuerzas especiales norteamericanas fortalecieron ayer su presencia en Afganistán, con un equipo de cinco soldados que aterrizaron desde un helicóptero ruso en una nueva pista de aterrizaje en Golbahar, a unos 60 kilómetros al norte de Kabul. Otro equipo llegó el domingo en un pequeño avión bimotor que voló desde Tajikistán, que ha concedido el uso de tres nuevas pistas aéreas a Washington tras la visita del secretario de Defensa Donald Rumsfeld. Otros grupos de fuerzas especiales ya están aconsejando a la Alianza del Norte, así como dirigiendo a los pilotos de EE.UU. hacia blancos talibanes.
Las fuentes de defensa británicas dijeron ayer que se estaban haciendo planes para establecer �bases de vanguardia� para operaciones y ataques relámpago de las fuerzas especiales. Militares británicos están acompañando a un equipo norteamericano a inspeccionar las ex bases soviéticas en Tajikistán, Kirgistán y Kazajstán. Podrían ser usadas por aviones de ataques de Estados Unidos, que ahora tienen que volar desde bases a cientos de millas en el Golfo, el mar Arábigo, y el territorio británico de Diego García en el Océano Indico. Podrían usarse para abastecer a la Alianza y distribuir la ayuda alimentaria. Pero también podrían servir como bases de helicópteros para que transporten fuerzas especiales. El general Richard Myers, jefe del Estado Mayor Conjunto norteamericano, dijo que EE.UU. quiere abastecer de provisiones a la Alianza antes que comience el mal tiempo. �Las fuerzas que pelean con nosotros del lado de la oposición estarán mucho mejor preparadas para el invierno que las talibanas�, dijo el domingo.
Mientras tanto, Estados Unidos comenzó a desplegar helicópteros artillados en Afganistán. Dispararon contra un hotel y un vehículo utilizado por los combatientes talibanes en Kabul, dejando la calle llena de restos humanos y de escombros, según informó un corresponsal de la agencia de noticias Reuters. El ruido de los helicópteros se escuchó antes de que los misiles hicieran blanco en el hotel, justo antes del amanecer. También se informó que aviones norteamericanos dispararon contra blancos cerca de la ciudad de Kandahar en el sur, incluyendo el área de la represa de Kajaki, donde está ubicada una planta hidroeléctrica. También se atacaron posiciones talibanas alrededor de Taloquan, cerca de la frontera con Tajikistán y líneas talibanas más al sur, al norte de Kabul. El almirante John Stufflebeen, el vicedirector de las operaciones de EE.UU., dijo anoche que aviones norteamericanos habían atacado fuerzas talibanas que se habían refugiado en túneles y cuevas, preparando el terreno para que la Alianza del Norte lance su largamente esperada ofensiva. Pero también admitió que no sabía cuando la Alianza se movería contra los talibanes. Stufflebeen dijo que los aeródromos más cercanos a Afganistán le darían a Estados Unidos la ventaja de poder �generar salidas� para los aviones norteamericanos. �Esperábamos poder tener acceso a Afganistán desde el norte y el sur�, sostuvo en una conferencia de prensa en el Pentágono. En el sur de Afganistán, EE.UU. está tratando de alentar una resistencia anti talibana por medio de los líderes tribales pashtunes (ver nota más abajo). Cuando se le preguntó sobre el éxito de la campaña de bombardeos de un mes contra las fuerzas talibanas, Stufflebeem dijo que éstas parecían haber sufrido pérdidas �substanciales�, pero no podía dar un estimado preciso del daño realizado.
* De The Guardian de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.
Claves
 El redoblamiento de los bombardeos norteamericanos contra posiciones talibanas en el norte de Afganistán continuó ayer. El objetivo: permitir el avance de la Alianza del Norte para una posterior toma de Kabul.
El Pentágono reconoció la pérdida de otro �predator� �el avión espía en misión de reconocimiento� sin tripulantes.
Desde la India, el secretario de Defensa norteamericano, Donald Rumsfeld, aseguró que la guerra va a ser larga �pero �no durará años�� y que el arsenal nuclear de Pakistán está en manos seguras.
En Estados Unidos se detectaron esporas de ántrax en la oficina de correo del Pentágono, a la vez que se detectó un nuevo caso de ántrax cutáneo en Nueva Jersey. Con éste ya suman 18 las personas infectadas
(pág. 22).
Pero lo peor fue la noticia conocida ayer de que un nepalés que intentó abordar un avión el sábado portando 9 cuchillos, gas paralizante y una granada de estruendo, y que pasó todos los controles, excepto el manual, había sido detenido por azar a último momento, liberado y luego rearrestado, y vivía en el mismo lugar que un sospechado por los atentados del 11 de setiembre.
El hecho recalentó en Washington la polémica sobre la �federalización� de los controles aeroportuarios: la Cámara de Representantes quiere que el control continúe en manos privadas mientras que el Senado quiere estatizarlo. Esta divergencia amenaza con retrasar una decisión.
El líder palestino Yasser Arafat y el canciller israelí Shimon Peres se reunieron ayer en Bélgica. Nada trascendió de la reunión
(pág. 24).
El ejército israelí se retiró ayer de Kalkilia, Cisjordania pero mantiene su presencia en cuatro aldeas con autonomía palestina
(pág. 24). |
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EL CURIOSO DESFILE DE LA ALIANZA DEL NORTE
Exhibición de (poca) fuerza
Por James Meek
Desde Jabal Saraj, Afganistán
Fue el desfile de un ejército que amaba a su líder y quería que éste estuviera orgulloso de su tropa. Pero el líder está muerto. Unos 2000 efectivos de la antitalibana Alianza del Norte se alinearon ayer en una planicie, cerca de esta pequeña ciudad, para ser inspeccionados por su presidente, Burhannudin Rabbani, y su ministro de Defensa, Mohamed Fahim. Ambos, ensombrecidos por la presencia fantasmal del general que armó este ejército y que fue asesinado justo antes de enfrentar su mayor desafío: Ahmed Shah Massud, el León del Panjshir, un extraordinario comandante guerrillero. Massud, que convirtió al valle de Panjshir en un cementerio de tanques soviéticos y que peleó solo contra los talibanes �apoyados por Pakistán� después de la caída de Kabul, hace cinco años, fue asesinado el 9 de septiembre, dos días antes de los ataques terroristas en Estados Unidos. Pocos creen que se tratara de una mera coincidencia.
Desde su muerte fue canonizado por sus tropas como un santo guerrero, y el icono de su rostro de rasgos espirituales fue adherido a los parabrisas de todos los vehículos. En el discurso de ayer frente a las tropas, Rabbani �un ferviente creyente en un Estado islámico, que parece moderado sólo por el extremismo de los talibanes� invocó el nombre de Massud tanto como el de Dios. Sin embargo, a pesar de ser un soldado brillante, Massud también era conocido como un político inepto. Su muerte expuso otra, acaso la mayor, debilidad del líder carismático, algo contra lo que ahora la Alianza del Norte y sus nuevos aliados occidentales están luchando: no dejó a nadie que pudiera reemplazarlo.
En el desfile de ayer, que fue al mismo tiempo un ejercicio militar, una mera cháchara y una especie de día libre, el sucesor nominal de Massud, el general Fahim, ni siquiera habló. Cuando subió al estrado donde se ubicó el liderazgo de la Alianza, nadie sabía dónde se iba a sentar. Fue un símbolo de las confusiones y divisiones al interior de la Alianza luego de la muerte de Massud.
Rabbani, que parece más viejo que sus 61 años, trató de insuflar ánimo a su tropa, pero su discurso sólo levantó tibias reacciones, y más en homenaje a Massud que para él. �Las bases terroristas que están activas en Afganistán con la ayuda de extranjeros están amenazando la seguridad mundial �dijo�. Hoy, todo el mundo entiende la realidad de que nuestra jihad es justa. Ustedes están en el frente de combate de todo el mundo. Si combaten como hombres, ninguna fuerza los puede vencer.�
Las palabras de Rabbani sobre la amenaza de una intervención extranjera en Afganistán podrían haber sido más potentes si Estados Unidos no hubiera continuado sus bombardeos durante su discurso. Es que los soldados podían ver a través de una planicie, detrás de Rabbani, cómo se levantaban inmensas columnas de humo naranjas a 40 kilómetros, en la aldea de Estarghech, al norte de Kabul, bajo control de los talibanes. En pocas horas, después de que un pequeño destacamento de tropas, tanques y vehículos blindados de transporte de tropas ensayaran la toma de una trinchera despilfarrando buena parte de una munición real que escasea, la planicie quedó otra vez vacía, y la fecha de la futura ofensiva de la Alianza del Norte sobre Kabul, si es que habrá alguna, todavía no es clara.
De The Guardian de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: P.R. |
LA SITUACION DEL INFILTRADO EN TERRENO AFGANO
Combatiendo al talibán desde allí
Por Luke Harding
Desde Quetta
El líder opositor afgano Hamid Karzai, que está en una misión pronorteamericana en el corazón del país, declaró anoche que sus intentos por empezar una revuelta contra los talibanes estaban ganando rápidamente el apoyo local. Karzai, que entró a Afganistán hace un mes y escapó de una emboscada talibana la semana pasada, le dijo a su hermano por teléfono satelital que su �trabajo� andaba bien. �Se está uniendo más gente�, afirmó desde la provincia de Oruzgan en el sur. Su hermano más joven, Ahmed Wali, negó las afirmaciones talibanas de que Karzai había regresado a Pakistán, o que los norteamericanos lo hubieran recogido en un helicóptero y llevado a un lugar seguro después que sus partidarios se vieran envueltos en una batalla de cinco hora con tropas talibanas de elite. �Está en Afganistán, donde la gente local lo está protegiendo�, dijo Ahmed.
Karzai es un ex emisario del exiliado ex rey de Afganistán, Zahir Shah. Llegó a la montañosa provincia de Oruzgan, una fortaleza talibana, manejando directamente a través de Kandahar, dijo su hermano. Los guardias talibanes en los puestos de control no lo reconocieron. Actuando por una información obtenida bajo cuerda, los talibanes luego lo rastrearon hasta un pequeño pueblo donde se iba a reunir con los ancianos tribales. Pero sus tropas consiguieron mantenerlo apartado hasta que Karzai escapó por jeep en un convoy, dijo su hermano. Sus combatientes estaban bien armados, con el mismo tipo de armas pesadas que utilizan los talibanes. Ex vice ministro de Relaciones Exteriores durante el gobierno mujaidín de 19921996, Karzai es un pashtún étnico, como los talibanes, y es el líder de la tribu Popalzai, basada en Kandahar y Oruzgan. Estados Unidos ha estado apoyando sus intentos de comenzar una revuelta pashtún contra los talibanes. Durante el fin de semana, el secretario de Defensa norteamericano Donald Rumsfeld confirmó que helicópteros de Estados Unidos habían lanzado alimentos y municiones a la fuerza expedicionaria de Karzai. Añadió: �No tenemos todavía fuerzas especiales con él�. Ahmed dijo que su hermano quería liberar a Afganistán de �extranjeros�, una referencia a los partidarios árabes de Osama bin Laden que ahora virtualmente controlan a los talibanes. Karzai ha estado trabajando para convocar un loya jirga, o consejo tribal, para crear un gobierno de reemplazo con una amplia base. Los talibanes tenían �cero� de apoyo entre los afganos comunes, aún en las áreas pashtunes, afirmó.
De The Guardian de Gran Bretaña, especial para Página/12.
Traducción: C.D.
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