OPINION
LA ACTIVIDAD DE LA
CONSTRUCCION Y ALGUNAS TRABAS A SU DESARROLLO
Sector clave
del crecimiento
El
crecimiento económico de un país depende no sólo de la acumulación de
factores sino de la calidad de las políticas económicas que logren la
convergencia de parámetros cuyas incidencias son variables. En ese orden,
la construcción es una herramienta ideal para lograr el despegue, ya
que absorbe un elevado porcentaje de mano de obra y produce un efecto
derivado en un gran número de industrias.
Por Ing. Moisés Resnick Brenner*
Las autoridades nacionales están empeñadas en lograr el
crecimiento del país en la forma más acelerada y genuina
posible. En ese orden, la construcción es una herramienta ideal
con la que pueden lograr tal despegue, ya que absorbe un elevado porcentaje
de mano de obra y produce un efecto derivado en un gran número
de industrias.
El crecimiento económico de un país depende no sólo
de la acumulación de factores sino de la calidad de las políticas
económicas que logren la convergencia de parámetros cuyas
incidencias son variables. En efecto, algunos países de Europa
Central y del Este tuvieron durante años las tasas más
altas de inversión y aun así no consiguieron el crecimiento
deseado en especial se cita el caso de Argelia, mientras
que otros como el caso de Hong Kong lo lograron con la mitad de la inversión
realizada por Singapur, lo que estaría demostrando que no se
trata de cantidad de inversión sino de calidad de inversión.
En junio
de 1992, el Instituto de Economía de la Universidad Católica,
con el auspicio del Banco Central de Chile, realizó unas jornadas
en Santiago con la participación de distinguidos economistas
nacionales y extranjeros, en la que se trataron los principales determinantes
del crecimiento económico. Resultaron de particular interés
los test empíricos desarrollados por F. Larraín y R. Vergara,
quienes vincularon la distribución del ingreso con la inversión
privada y el crecimiento, demostrando que a mayor desigualdad en la
distribución del ingreso se retarda el proceso de crecimiento
de los países, porque se generan mayores conflictos sociales
y una mayor inestabilidad que afectan e inciden negativamente en la
inversión privada y el crecimiento.
Dado que en la última década se ha producido la más
fenomenal regresión en la distribución del ingreso en
nuestro país, es necesario contar con un buen diagnóstico
de la situación del sector y del mercado inmobiliario al momento,
que permita generar medidas que eliminen todos los obstáculos
que actualmente se presentan y restablecer en consecuencia una equitativa
distribución del ingreso.
No se debe excluir de este análisis un insumo como el de los
costos financieros que por su incidencia determinan finalmente la concreción
de esas acciones.
La competitividad de los bancos no sólo debe analizarse entre
las entidades locales, sino con las instituciones del exterior, lo que
nos lleva a una primera conclusión: los costos que en nuestro
país integran la intermediación bancaria elevan la tasa
en un 50 por ciento sólo para cumplir con los requisitos de liquidez
encajes adicionales fijados por el Banco Central, que a
la fecha rondan en unos 25.000 millones de pesos.
Estamos durmiendo sobre un colchón de plata que se retrae de
las inversiones productivas, recibiendo por esos depósitos un
interés tres veces inferior a las tasas que el país paga
por usar ese mismo dinero.
Medidas que frenan el desarrollo
El crédito para el desarrollo es la manifestación
concreta que hace que las instituciones financieras crean en el país,
en su gente y sus industrias, situación que no ha sucedido durante
el último año como surge del Gráfico 1 que se anexa,
donde las tendencias muestran la caída de los préstamos
al sector privado y simultáneamente el crecimiento de los préstamos
hipotecarios.
Si bien esta última conclusión sería muy alentadora,
no ocurre lo mismo cuando cruzamos estos datos con el desarrollo de
las escrituras traslativas de dominio, que reflejan una situación
dramática ya que lasventas de unidades no han tenido un crecimiento
que permita afirmar que el mercado se ha recuperado, y menos aún
la actividad de la construcción que es el que lo nutre,
que registra la mayor caída desde 1996.
El Gráfico 2 ilustra el comportamiento del sector, ya que mientras
la actividad de la construcción, representada por la línea
punteada, muestra una variación oscilante en los dos últimos
años, la línea continua que muestra la variación
de las escrituras traslativas de dominio de la Capital Federal más
la provincia de Buenos Aires oscila con la misma tendencia ligeramente
desfasada en el tiempo.
La verificación de que mientras los préstamos hipotecarios
se incrementaban no sucediera lo mismo con las escrituras traslativas
de dominio indica que se están otorgando préstamos con
cualquier destino a los que acceden en general quienes no pueden
obtener un crédito comercial hipotecando sus viviendas,
como única garantía válida para algunos bancos,
con tasas del orden del 15,5 por ciento en dólares y 18 a 20
en pesos, más comisiones de originación del 3 al 1 por
ciento en función del monto, gastos de escribanía e inscripción,
con las consecuencias previsibles de futuras ejecuciones por falta de
pago.
Desnaturalización
del crédito hipotecario
Los créditos con garantía del bien que se compra
(autos, viviendas, electrodomésticos, etc.) han sido pensados
de forma que las cuotas que integren el repago del monto concedido para
la compra vayan acompañando la vida útil del bien en uso.
En los casos en que el monto de crédito otorgado se consume antes
que se cancele el préstamo, como lo son los que están
siendo ampliamente publicitados, la inversión se transforma en
gasto o el gasto se disfraza como inversión.
En efecto: una cosa es hablar de crédito con garantía
hipotecaria utilizado por la banca comercial y otra es hablar de créditos
hipotecarios concedidos por la banca de desarrollo, no sólo por
el patrimonio del tomador al momento de tomar el préstamo, sino
en función de lo que el deudor es capaz de producir, de forma
de alentar la inversión a través de un retorno no sólo
monetario sino social.
Un conjunto de medidas posibles
Construir o comprar una vivienda significa transformar un ahorro
dinerario en una inversión inmobiliaria, que cuando no se hace
al contado sino a través de un crédito, el comprador debe
tener la capacidad para generar un ahorro mensual que le permita pagar
la cuota comprometida.
La banca de desarrollo globaliza la acción en vivienda ya que
permite, a través de la distribución del ingreso por tramos
de población, determinar los créditos a otorgar a cada
uno con plazos y tasas diferenciales, de forma de permitir posibilitar
el acceso a la vivienda de la mayoría del espectro poblacional.
Existe una serie de otras medidas posibles que permitirían dotar
de mayor dinamismo a la actividad de la construcción:
- Liberar a las entidades financieras de los requisitos de liquidez
para los créditos hipotecarios y de desarrollo. Teniendo en cuenta
los niveles actuales de depósitos, cada punto porcentual que
se reduzcan los requisitos de liquidez genera una expansión de
la capacidad prestable primaria del orden de 1000 millones de pesos
o sea, más que los fondos anuales del Fonavi, a lo
que habría que agregar el efecto multiplicador bancario por inyección
de liquidez en plaza.
- Extensión de los beneficios de la desgravación impositiva
a la demanda para la compra de inmuebles nuevos o usados, descartando
a los préstamos con garantía hipotecaria para otros destinos
no inmobiliarios.
- Convocar a la actividad privada para la construcción de viviendas
en locación, otorgándole los beneficios de la Ley de Locaciones
Urbanas 23.091 del año 1984, por la que se dispuso entre
otras medidas la desgravación impositiva para los capitales
invertidos en la construcción de viviendas para alquiler, aún
vigente, en base a un conveniente aggiornamiento de la misma, y en función
a la apertura por un plazo determinado a través de un Decreto
Aclaratorio del PEN, con lo cual se lograría un volcamiento inmediato
de capitales hacia la construcción de otros sectores con ganancias
blancas que a través de este estímulo podrían volcarse
a la construcción.
- Instrumentar la recompra de papeles de la deuda externa argentina
emitidos en dólares, que puedan estar desagiados en las Bolsas,
pagados a la par del valor técnico actual, pero en moneda local
y con asignación específica a un proyecto de inversión
puntual que pueda ser verificado por la entidad que realiza la operación.
Sería muy bien visto por las entidades multilaterales, pues se
transformaría deuda en inversión productiva dentro del
país.
- Instrumentar, a través de la Subsecretaría de Vivienda
de la Nación, la regularización dominial de las viviendas
construidas en las provincias, para otorgar las escrituras de propiedad
a sus poseedores y al mismo tiempo constituir esas escrituras en mercadería
securitizable para lograr recursos frescos con destino a las provincias.
- Otorgar líneas de créditos diferenciales a Organizadores
de Demanda tales como entidades intermedias, de manera de llevar adelante
la construcción de conjuntos habitacionales con el concurso de
profesionales, empresas y usuarios.
- Reponer al menú de opciones de las AFJP las establecidas en
los incisos o, p, y q del Art. 74 de la ley 24.241, que justamente determinaban
las inversiones en obras públicas de interés nacional
o regional, de infraestructura y servicios públicos, el financiamiento
de viviendas y préstamos personales de corto, mediano y largo
plazo a favor de trabajadores, que lamentablemente fueron vetadas por
Decreto 2091/93 de promulgación.
- Reponer el plazo de 24 horas para la compensación de cheques
en el clearing bancario en el microcentro vigente hasta 1995, el que
invocando al efecto tequila se llevó a 48 horas y que, según
algunos destacados especialistas, permitió a los bancos disponer
de una suma del orden de los 10.000 millones de pesos a costa de la
economía productiva y retardando inyección de liquidez
en plaza.
*
Presidente de la Comisión de Economía del Centro Argentino
de Ingenieros