OPINION
ALENTAR
EL CREDITO PARA LA COMPRA DE VIVIENDA
Más fondos
para reactivar
Para
facilitar el acceso a la vivienda es imprescindible reducir la tasa
de interés, liberando a las entidades financieras de los requisitos
de liquidez sólo cuando el crédito se destine a la compra o construcción
de vivienda.
Por Moisés Resnik Brenner*
El esperado
despegue del sector de la construcción requiere un shock de confianza
tanto del público como de las entidades financieras, y para ello
nada mejor que la banca de desarrollo en la que el tomador del crédito
es analizado por lo que es capaz de producir y no sólo por lo
que posee.
Del análisis de los préstamos hipotecarios otorgados en
los últimos dos años según los últimos
datos del BCRA procesados en el cuadro adjunto, sobre las entidades
de mayor cartera surge que el nivel de actividad de las entidades
financieras tanto públicas como privadas no tuvo el crecimiento
promedio esperado, mostrando una actitud reticente que hoy debe ser
modificada sustancialmente.
Si bien durante el año 1999 se produjeron cambios estructurales
en las carteras de las entidades, no sucedió lo mismo en los
últimos 11 meses del último año, con el agravante
de que el crecimiento de las carteras sólo orilló globalmente
un 4 por ciento.
Sin embargo, hay una clara diferenciación entre las entidades
públicas y privadas que muestra un mayor crecimiento de estas
últimas, salvo el Banco Hipotecario SA, que fue la única
entidad que no sólo no creció sino que registró
un retroceso del 11,22 por ciento.
Construir o comprar una vivienda significa transformar ahorro dinerario
en inversión inmobiliaria. Cuando la operación no se hace
al contado sino a través de un crédito, el comprador debe
tener la capacidad para generar un ahorro mensual que le permita pagar
la cuota comprometida, lo que se logra con una banca de desarrollo que
globaliza la acción en vivienda, ya que permite otorgar créditos
con plazos y tasas diferenciales de forma de posibilitar el acceso a
la vivienda de la mayoría del espectro poblacional.
Dentro de las medidas a adoptar para este shock de confianza estaría
disminuir el nivel de la tasa de interés reduciendo el spread
en un 50 por ciento, liberando a las entidades financieras de los requisitos
de liquidez solo para los créditos hipotecarios que se destinen
a la compra o construcción de vivienda, evitando hipotecar la
vivienda propia como garantía de préstamos al consumo.
Debe tenerse en cuenta que, con los actuales niveles de depósitos,
cada punto porcentual que se reduzcan los requisitos de liquidez genera
una expansión de la capacidad prestable primaria del orden de
1000 millones de pesos o sea más que los fondos anuales
del FONAVI, a lo que habría que agregar el efecto multiplicador
bancario por inyección de liquidez en plaza.
* Presidente
de la Comisión de Economía del Centro Argentino de Ingenieros.
Vea
cómo se distribuye el crédito hipotecario