IRON
MAIDEN 22.00
ROB HALFORD 20.30
QUEENS OF THE STONE AGE |
19.20
CABEZONES 18.30
MAD 17.45 |
SABADO
13 / VELEZ
|
Somos
duros y nos gusta serlo
Esta es
la combinación que abre la mini temporada: entre el clasicismo
jevi de Maiden y mr. Judas Priest, y el regreso del rock fuerte y colocado
de las reinas de la Edad de Piedra. Anticipandolo todo, Rob Halford habla
de su revelación, Josh Homme, de los Queens, aclara
que ellos son chicos buenos que se lavan los dientes, y Bruce Dickinson
dice que sólo quiere divertirse.
Alcohol,
drogas y pasta dental
Nicotina,
Valium, Vicodin, marihuana, éxtasis y alcohol, repite la
letra de Feel good hit of the summer, la canción abre
Rated R, el segundo disco de los Queens of the Stone Age. Con este pequeño
catálogo hecho canción y cierto comportamiento en público,
no es extraño que la banda del desierto californiano se haya ganado
rápidamente una reputación: la de encarnar a la perfección
el estereotipo del exceso rockero, últimamente en desuso. Creo
que la mayor parte de eso salió de la prensa inglesa, se
queja Josh Homme, mitad del núcleo de los QOTSA (el cantante y
bajista Nick Oliveri es su media naranja). En conversación telefónica
con el No, el guitarrista y cantante continúa: Los ingleses
tienen la destreza para convertir todo en una historia amarillista. También
influye el hecho de que nosotros no somos del tipo de los que van a alcohólicos
anónimos. Pero también dormimos y nos lavamos los dientes,
¿sabés?
La figura del rockero pasado de rosca estaba un poco perdida antes
de que se fijaran en ustedes.
Ese es otro motivo por el que la prensa inglesa ha tomado tan en
cuenta ese aspecto nuestro. Nosotros tenemos nuestros momentos de exceso
rockero, pero no es lo único que hacemos en todo el día.
Somos gente positiva, nos gusta decir sí en lugar de
no. Como muchos otros no son así, llama la atención
que a nosotros nos guste salir, tomar unos tragos y pasarlo bien. Para
mí, la música se trata de pasarlo bien. No quiero hablar
de política ni hacer sentir culpable a nadie. También tengo
momentos en que me siento solo, dolido y asustado, pero no quiero que
mi música sea quejosa y llorona.
Tampoco debe haber ayudado mucho que hayas declarado que en Feel
good... está tu lista de drogas favoritas.
No, no se trata de eso. En los Estados Unidos existe algo llamado
corrección política, por la cual debés tener cuidado
de qué palabras usás. (Por ejemplo, se llama africano
americano a los negros.) Estaba pensando que a mi perro debería
llamarlo canino americano... (risas). En varios sentidos,
la canción refleja nuestra bronca y se dedica a apretar botones
para que alguno salte. Ninguna de esas palabras es una puteada ni nada
parecido, pero se manipula a la gente para que no se las mencione.
El título del disco hace referencia a la categoría
de exhibición restringida que se les da a algunas películas.
¿Creen que el público estadounidense está demasiado
restringido?
Claro. Y también es por eso que el álbum sufre una
especie de censura.
En el booklet, ustedes pusieron una especie de advertencia sobre
los contenidos de cada canción, parodiando lo que se hace en la
televisión.
Sí. Hay uno que me causa mucha gracia: situación
adulta. Es una buena muestra de la corrección política.
Esa frase aparece siempre en la televisión, aunque no sé
qué quieren decir con situación adulta. Andá
a saber, tal vez estamos en una situación adulta en
este mismo momento y ni nos enteramos (risas).
Queens of the Stone Age nació de las cenizas de Kyuss, una de las
bandas originarias del llamado stoner rock. Después de la separación
de ese grupo, Homme se dedicó a salir de gira como invitado de
Screaming Trees, mientras que Oliveri pasó a Dwarves, un combo
de punk extremo. Desde que se reencontraron en QOTSA, el vínculo
entre ambos volvió a hacerse fuerte, a pesar de que son muy diferentes.
Se nota hasta en la forma en que lucen: Homme podría pasar por
un empleado de banco, mientras que Oliveri asusta con su pelada y su barba
puntiaguda. Eso hace que nos llevemos bien, afirma el guitarrista.
Incluso cuando tenemos una idea parecida, no es exactamente la misma,
por eso construimos una nueva juntos. Si vos te dedicás a sacar
fotografías, no necesitás otro fotógrafo sino un
tipo que sirva para producción o para otras cosas. En lo que más
coincidimos es en la forma de componer canciones. Ninguno de los dos nos
sentimos atados a una canción por el hecho de haber estado dos
o tres semanas trabajando en ella, sino que elegimos lo mejor. Y también
somos parecidos en que nosgusta salir de gira y tocar todo el tiempo.
Por eso no nos interesa tomarnos muchas vacaciones: la música es
lo que hacemos.
También coinciden en que no les gusta el término stoner
rock.
Me parece que es un término demasiado definido. Stoner rock
significa que tenés que ponerte una calavera y escuchar todo el
día a Black Sabbath... Sé que hay quienes van a querer ponerle
un nombre a nuestra música, pero preferiría el de rocanrol,
porque es más amplio. Rocanrol pueden ser los Cramps, Elvis, el
punk y muchas cosas más.
Uno de sus shows en Buenos Aires será en un festival metálico.
Y ya han sido parte del Ozzfest. ¿Se sienten cómodos en
ese ambiente?
En realidad, más allá de que me gustan Halford y varias
cosas de Maiden, lo importante es poder ir a tocar allá, porque
nunca pudimos hacerlo. No encajamos en el Ozzfest y probablemente tampoco
lo haremos con Maiden y Halford, pero tampoco es que estamos tan lejos.
No encajamos en la mayor parte de las giras que hacemos. ROQUE CASCIERO
Mi
primer amor
El
señor supo ser, antes del punk, antes inclusive de lo que se dio
en llamar la New Wave of British Heavy Metal (con Diamond Head y Iron
Maiden a la cabeza), un icono y un pionero del heavy metal. La voz aguda,
el uniforme de cuero negro, canciones que tenían títulos
como Defensores de la fe. Hoy hace casi 10 años que
su banda ya no existe y mucho más: el heavy a la Judas es un anacronismo.
Después de Judas, Halford probó con otros estilos, armando
bandas como Fight, con la que estuvo en Buenos Aires. Ahora, su nueva
banda se llama simplemente Halford, y en su nuevo disco, Resurrection,
comparte un dúo con Bruce Dickinson. Fue todo muy espontáneo,
le dijo al No vía telefónica. Yo tenía un par
de temas nuevos, conocí a Roy Z, un productor que produjo discos
solistas de Bruce... y terminamos encontrándonos en un estudio
y grabando juntos. La verdad es que fue muy espontáneo. Lo mismo
que con Queens of the Stone Age. Grabamos un tema juntos porque estábamos
grabando en estudios vecinos. Yo conocía a algunos miembros de
una banda amiga de ellos, Kyuss... Y me invitaron en una canción.
Me pareció un tema fresco, súper cool, y lo grabé.
Halford no es sólo importante por su trayectoria. Hace poco años
hizo pública su condición gay, todo un gesto en el mundo
del heavy metal.
En ese momento, ¿tuviste problemas o sentiste prejuicios
de los fans heavies?
En absoluto. De verdad. Fue maravilloso. Nunca quise ser hipócrita:
todo lo que hice en esta vida lo hice desde la honestidad, nunca quise
mentir. Sentí que era el momento de hacerle saber a mi gente quién
era yo. Y, de alguna manera, eso me acercó más al público,
no me distanció. Sentí que el momento estaba apto para asumirlo
públicamente.
¿Hay una escena heavy en Inglaterra hoy? Porque los días
de la NWOBM parecen lejanos...
Yo vivo en Londres, Amsterdam y San Diego, y la verdad es que no
veo nada nuevo en Gran Bretaña. Todo es muy under y muy focalizado,
ya no existe en una escena para nada. La única banda heavy grande
es Craddle of Filth, que es muy extrema. A mí me encanta, pero
son los únicos.
¿Y te gusta el nü metal, o el rap metal?
La única banda de ese estilo que me gusta es Rage Against
the Machine. Creo que son los únicos que tienen una base emocional,
que creen en lo que hacen y que son sinceros. Y buenos músicos.
¿Seguís viéndote o tenés contacto con
los Judas Priest?
Sí, el otro día vinieron a nuestro concierto en Birmingham,
y nos hablamos por teléfono. Quizá ya no exista un compañerismo...
pero existe cariño, y una amistad cercana. Eso me alegra mucho.
¿Por qué decidiste volver al heavy metal?
Es mi primer amor. Este disco es como una vuelta a casa para mí.
M.E.
Hacer
el ridículo
Iron
Maiden, en vivo, es un espectáculo auténticamente descabellado,
impresionantemente ridículo. Y también entretenidísimo.
El escenario se ve como un patio de juegos de aventura hecho de andamios
sobre los que se encarama Dickinson como el niño grande que es,
mientras la pirotecnia nos hace arder de tanto en tanto. El baterista
Nico McBrain permanece durante todo el set completamente oculto tras una
batería enorme, el bajista Steve Harris mantiene un bajo continuo
aunque pesado todo el tiempo, mientras los tres innecesarios guitarristas
líderes, repetidamente, se arrojan unos a otros desde los parlantes
y cortan el aire sin necesidad, increíblemente, de una posterior
hospitalización. En un momento, para la canción Sign
of the Cross, un Dickinson crucificado es bajado al escenario con
un cisne gigante sobre los brazos de la cruz. Al final de la canción,
sus alas se incendian. Y a mitad del concierto, la mascota de la banda,
un cadáver podrido de veinte pies de alto llamado Eddie, deambula,
toca la guitarra con el aire y después se vuelve adonde sea que
haya salido.
Por supuesto que es irónico, dice Dickinson de modo
apasionado, pero ni remotamente a la defensiva. Nuestro objetivo
es mantener las cosas lo más kitsch posible. El público
las ama y a nosotros nos mantiene entretenidos. Odio las bandas metálicas
que son serias. Carajo, queremos divertirnos con lo que hacemos. Enfrentémoslo,
hemos estado haciendo esto durante el suficiente tiempo. Si no nos mantuviéramos
haciéndolo ridículo, nos volveríamos locos. ¿Viste
el cisne en llamas? Esa fue una idea mía.
Extracto de una nota publicada en la revista inglesa Q, describiendo el
actual show de Iron Maiden que, se supone, presentará tal cual
en Buenos Aires.
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