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Jueves 11 de Enero de 2001

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MIERCOLES 17

R.E.M. 23.25 BECK 21.15 DIVIDIDOS 19.20

 

JUEVES 18

OASIS 23.35 NEIL YOUNG 21.10 RATONES PARANOICOS 19.15

CAMPO DE POLO

Quiero vale cuatro

En menos de 30 horas, Buenos Aires asistirá a un encuentro plenipotenciario de fuerzas pop-rockers de escala universal: la banda insignia del rock indie de los Estados Unidos, el joven maravilla de los noventa, el venerable abuelo del grunge y los desfachatados ingleses más desfachatados. Joven porteño/a, si te lo podes bancar: llevás precio, llevás calidad...

Abrí la boca, Noel...
El 2000 de Oasis fue caótico. Un álbum, Standing On the Shoulders of Giants que no tuvo demasiada repercusión (y que no pudo recuperar el espíritu ni las canciones de sus primeros años). Los Gallagher se separaron de sus esposas, además (el martes se supo que Noel deberá pagar 14 millones de dólares a su esposa por el divorcio, nada menos). Salieron de gira con dos integrantes nuevos, Gem y Andy, y en la mitad del tour Noel decidió abandonar la banda, anunciando que nunca más tocaría con Oasis fuera de Inglaterra. Después volvió: en Wembley, los dos shows colmados demostraron que todavía, a pesar de las canciones poco inspiradas y el circo constante, siguen siendo la banda más grande en su país: en Familiar to Millions, el álbum doble en vivo que registra esos shows, Liam ni siquiera canta “Champagne Supernova”. Como si fuera Charly García, lo hace la gente, a coro. Y Noel Gallagher dice que este año empezó bien. Hombre de respuestas cortas, pero mucho más simpático y caballero de lo que indica su fama, dice que la pasó bien en la accidentada gira que ahora, en el verano caliente, lo trae a Sudamérica. “Por suerte todavía me divierte tocar. A veces la pasé como el culo, y otras bastante bien. En general, diría que fue todo fue bastante positivo”, le cuenta al No vía telefónica desde una fría Londres (je, no sabe lo que le espera...). Pero lo que más contento lo tiene es su hija, Anaïs. “Está terriblememte hermosa”, dice, con orgullo paterno. “Tiene 11 meses. Es bebé bebé. No escucha música, ni nada, todavía. Solamente le gustan los juguetes.”
–Y vas a ser tío otra vez. Nicole Appleton, de All Saints, está embarazada de Liam...
–Sí, estoy contento. ¿Y Liam? Bueno, Liam parece contento. Creo. Qué se yo. Yo estoy feliz.
–A mediados del año pasado dijiste que te ibas de Oasis. O por lo menos que dejabas las giras por el exterior con la banda. Pero volviste para los shows en Wembley. ¿Qué pasó realmente? ¿En serio habías decidido dejar la banda?
–Bueno, eso fue un quilombo. Como de costumbre, no me estaba llevando muy bien con Liam, y decidí dejar todo. Tuvimos una pelea fea, dijo algo de mi mujer en ese momento... en fin. Si no dejaba la banda en ese momento, todo iba a ser mucho peor. Pero ahora él está mejor, así que todo bien.
–¿Liam está más tranquilo, querés decir?
–¿Más tranquilo? Imposible. Pero nos llevamos mejor. No perfecto, tampoco, pero todo tranquilo. Mientras dure...
–Liam dice que escribió 20 canciones para el nuevo disco. ¿Es verdad?
–¿Veinte? No... Serán unas 9. Johnny Marr estuvo con él grabando, tocando la guitarra. Las grabaron con Gem y Andy. No creo que Marr haya compuesto ninguna canción, me parece.
–¿Y vos escribiste nuevas canciones?
–Unas cuantas, como 8 o 9. No tengo ganas de escribir sobre mi separación, así que están saliendo de a poco, estoy tocando más, no componiendo tanto... Pero me va bien, son buenas canciones. Quiero hacer temas rockeros, algunos de los que salen no son rocanroles... así que me doy tiempo. No creo que estrenemos ninguna en los shows de Rock in Rio ni en los de la Argentina, pero nunca se sabe. No creo, pero veremos.
–Quiero preguntarte tu opinión sobre algunas bandas. ¿Radiohead?
–Una basura.
–¿U2?
–Fantásticos. All That You Cant Leave Behind es fantástico. Creo que es bueno que Bono esté tan metido en política. Nadie lo hace tan bien como él, y en realidad nadie sabe tanto como él. Es un hombre bueno, de verdad. Muy agradable. Es mi amigo, y amigo de la banda, y hace lo mejor que puede y es sincero, ¿me entendés? Cree en lo que hace. Lo quiero mucho, de verdad.
–¿Travis y Coldplay?
–Travis son buenos, son nuestros amigos. Buena gente. Coldplay... está todo bien. Nada del otro mundo. A veces hay bandas que les tenés cariño como personas. Yo personalmente me llevo bien con los Manic Street Preachers, son buenas personas, pero me gustan algunas de sus canciones, no todas.
–Hubo rumores de que estás grabando un álbum solista...
–Nada que ver, es un rumor, no es cierto. Me siento bien en una banda. Los chicos nuevos, Gem y Andy, son mis amigos, estamos tocando rock’n’roll. Está bárbaro. No necesito otra cosa. Ellos van a empezar a componer canciones también. Por lo menos eso espero.
–Está por salir un libro acerca de Creation, el sello con que ustedes tienen contrato y de Be Here Now, tu tercer disco. Narran la debacle del sello, la campaña para ese disco y los problemas que hubo. ¿Escuchaste algo de eso?
–Sí, hay dos libros sobre Creation y el disco a punto de editarse, o que recién salieron. No los leí, o por lo menos no los leí enteros. Nadie nos llamó para hablar en ninguno, así que planeo leerlos, si los encuentro. No sé cómo son. No tengo muchas expectativas.
–Melody Maker, la revista que los impulsó en su momento, acaba de cerrar. ¿Te importa?
–Bueno, nadie estaba leyendo esa revista, así que... otra seguramente tomará su lugar. Mirá, si hay un montón de periodistas que trabajaban ahí desempleados, fantástico. Además los van a tomar en otras revistas.
–¿Te parece que alguna vez van a poder ser tan grandes, tan importantes como lo fueron en el ‘95 o en el ‘96?
–No creo podamos volver a vender tantos discos como con Definitely Maybe o What’s the Story... Todo depende de qué tipo de música esté de moda. Espero que sí, pero tampoco me importaría tanto si no lo logramos otra vez. Si pasa, estaría buenísimo, pero si no, lo soportaría. Está todo bien: estoy concentrado en otras cosas ahora, no me importa tanto romperla como antes.
–A Standing on the shoulders... no le fue muy bien, sobre todo en EE.UU...
–No, en Estados Unidos nos fue mal. No sé por qué. Si lo supiera, haría un disco que les guste. A los norteamericanos les interesa sólo el heavy en este momento, el rap, están en ésa. Me gusta Eminem, me gusta Limp Bizkit, son bastante buenos... no me gusta Kid Rock, y nunca escuché a Papa Roach. Algunas cosas son una mierda, otras son buenas, pero la verdad es que no es una escena que me interese demasiado.
–¿Te acordás algo de la Argentina?
–Sí, claro. Me acuerdo que la pasé muy bien de verdad, pero sobre todo me acuerdo de que conocí a Maradona. Diego es súper talentoso, lo amo totalmente. No tengo ningún resentimiento inglés con respecto a la mano de Dios ni nada. Es un genio.
–¿Como estás con la campaña del Manchester City?
–Andamos muy mal. Estamos últimos en la Liga. Es deprimente. Amo a mi equipo y por eso me pone triste.
–¿Alguna vez escuchaste música latina?
–La verdad que no. Nada más Ricky Martin. Y Santana. Me interesa, supongo, todo tipo de música me interesa. Nunca lo pensé demasiado, la verdad. Lo siento mucho... (risas).
–Has votado al laborismo o al menos has mostrado simpatía por Blair. ¿Estás conforme con la situación política y social de Inglaterra hoy?
–Socialmente está mejor que nunca, para mí. Políticamente también está bien. Más o menos. Yo estoy bastante contento con cómo van las cosas, pero no ignoro que hay gente en desacuerdo con Tony Blair. No podés conformar a todo el mundo, me parece, y creo que obviamente tienen motivos para quejarse, pero... en general, me parece que está bien. Es mucho mejor quecuando yo era un chico, por ejemplo. Crecí con Margaret Thatcher. Eso era realmente malo. No hay mucho de qué quejarse ahora. MARIANA ENRIQUEZ

BECK
Good show
- Beck es performer tiempo completo. Toca la guitarra, canta, baila, parodia. No para de moverse. Uno de sus números más festejados sucede cuando queda solo en el escenario, con armónica y sin guitarra. Canta, toca el instrumento y se golpea el cuerpo, todo siguiendo el ritmo de una canción netamente country.
- Parte del encanto-Beck reside en su banda. A saber: Lyle Workman (tocó con Frank Black y Todd Rundgren, nada menos) es primera guitarra, sobrio y rendidor. Tanto como Victor Indrizzo (acompañó a Scott Weiland, Willie Nelson y hasta a Depeche Mode), baterista metronómico y versátil. Los dos se lucen, claro, pero mantienen un cuidadoso segundo plano frente a las verdaderas estrellas de la banda. Que son:
- Justin Medal-Johnsen, el bajista. Un terremoto bailable sobre el escenario, toca, hace caras, baila y camina, atrayendo todas las miradas. Desde Flea, no se conoce otro bajista con semejante escena. Es el hombre detrás de El hombre rubio.
- Roger Manning Jr., tecladista, guitarrista. Parte de Jellyfish e Imperial Drag, este hombre de pelo largo y capa de superhéroe freak dirige la orquesta desde el centro del escenario. Ingresa en trance sobre el final del show y comanda la destrucción general.
- Dj Swamp. Acompaña con scratching y demás firuletes todas las canciones. Pero tiene su momento cumbre: corta en dos el show y desata un vendaval sonoro de unos 15 minutos, que va desde viejos clásicos Motown hasta la canción “Eye of the Tiger” (de la banda de sonido de Rocky, ¿te acordás?). Inolvidable su versión de “Humo sobre el agua”. ¿Cómo? Ya van a ver y escuchar.
- La balada en plan Prince baboso, titulada “Debra”, es el gran momento de este show. Tanto por la canción en sí –pegajosa como buena balada negra-como por la letra y la interpretación estereotipada de Beck, recitando una absurda letra de amor sobre un Honda Civic y retorciéndose por el escenario como si estuviera cantándole al Señor. Alabado sea. E.P.

NEIL YOUNG
La bestia
- Con los pergaminos con los que cuenta –más de treinta años de carrera, varios discos excelentes–, Young bien podría hacerse una siestita en los laureles. Pero siempre elige mirar hacia adelante. Lo hizo en los ‘70, cuando dio el portazo en Crosby, Stills, Nash & Young, y encadenó varios álbumes trascendentes como Zuma, Rust Never Sleeps, On the Beach y Tonight’s the Night; en los ‘80, cuando intentó probarse pilchas distintas (rockabilly, electrónica, blues) que no le quedaban bien; en los ‘90, cuando retomó su senda con maestría y la Generación X lo aplaudió de pie; y en el 2000 también: después de una reunión con CSNY, sacó un trabajo profundo y reflexivo, Silver and Gold.
l Su influencia ha llegado por igual, durante varias generaciones, a bucólicos músicos country o folk, y a rabiosos rockeros eléctricos. Un breve listado de sus admiradores: Nirvana, Pearl Jam, Oasis, La Renga, Sonic Youth, Charly García, Wilco...
- Atenti: no viene solo. Crazy Horse, la banda de garage que lo ha acompañado con intermitencia a lo largo de casi toda su carrera, es una de las maquinarias rockeras más contundentes de la historia. Los muchachos (que ya peinan muchas canas) no se van en lujos: te patean el estómago y te machacan sin parar en los oídos. Weld (1991) es una buena muestra de cómo suenan cuando se juntan sobre un escenario y, además, un ejemplo de lo que debe ser un álbum en vivo.
- El costado más rockero de Young –el que se verá en Buenos Aires– no le esquiva a conmover con baladas y melodías, pero generalmente ofrece performances incendiarias. Con movimientos espásticos e incontrolables, el canadiense ataca su guitarra en solos más enfermizos que virtuosos. Una auténtica bestia escénica. R.C.

R.E.M
Creer o reventar
- Durante los años ‘80, la música de R.E.M. era realmente una alternativa a lo que se escuchaba por la radio: con el costado menos ruidoso del punk y apego por las melodías a la Beach Boys, el grupo se ganó un lugar, y al final de la década ya hacía shows en estadios en los Estados Unidos.
l Fueron los primeros en dar el paso de una discográfica independiente a una multinacional: en el cambio, todo un gesto, no perdió credibilidad y ganó nuevos seguidores, lo que abrió el camino para bandas como Sonic Youth y Nirvana. Y, con ellas, para el aluvión alternativo que dominó la primera parte de los ‘90.
- El disco Out of Time (el de “Losing my Religion”) salió a la venta con el número 1 asegurado en los charts de los Estados Unidos e Inglaterra. Vendió 4 millones de copias, igual que su sucesor, Automatic for the People. Ambos son una buena muestra de que el pop rock puede ser al mismo tiempo emotivo, movilizador, ocurrente y pegadizo. Michael Stipe encarnó al artista exitoso que no pierde la sensibilidad ni el compromiso.
- Aunque en la segunda parte de los ‘90 la banda se llenó de problemas, pareció perder un poco el rumbo y sufrió la baja del baterista Bill Berry. Finalmente reapareció con Up!, un álbum más experimental, que igualmente no pierde el gusto por la melodía.
- Aunque la palabra “actitud” no sea muy usada en estos tiempos de pop adolescente y nü metal, describe una de las cualidades que le han hecho ganar a R.E.M. la admiración de músicos como Kurt Cobain, Patti Smith, Thom Yorke, Madonna y Courtney Love. “Conseguimos hacernos escuchar siguiendo nuestras propias reglas y eso es algo que nuestros colegas respetan”, dijo hace poco el bajista Mike Mills. R.C.

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