Björk,
bailarina particular
Dear
Selma
Esta
es su primera película como actriz. Y muy probablemente
quizás sea también la última. Fue
una experiencia terrible, contó Björk del
rodaje de Bailarina en la oscuridad. Y fue en lo único
en que estuvo de acuerdo con su director, el danés Lars
von Trier. Fue algo espantoso, dijo él. Pero
el choque de planetas produjo su propio big bang: Dancer in
the Dark que llega hoy a los cines porteños
no sólo se llevó en el último Festival
de Cannes la Palma de Oro al mejor film, sino también
a la mejor actriz. Los premios no sirvieron para reconciliarlos,
pero consagraron a la película como lo que es: un film
absolutamente fuera de norma, un melodrama increíble,
que culmina en una tragedia, contada a la manera de un musical
de Hollywood (filmando en Copenhague). Viendo a Björk como
la triste Selma una inmigrante checa perdida en los Estados
Unidos, soñando con Fred Astaire no se puede pensar
la película sin ella, sin su magnética, misteriosa,
dolida presencia. Y las cien cámaras digitales de Lars
no la pierden ni un instante. Saben que si uno no la ve cantar
y bailar Ive Seen it All con Peter Stormare
haciendo karaoke sobre esa voz de Thom Yorke aún
no ha visto nada. L.M.
AGUANTE
Esta mini-sección, con mucho de expresión de deseos,
deja de existir en este número. Por suerte. Herbert Vianna
mejora día a día y los resultados de las últimas
tomografías que le fueron realizadas, dieron positivo.
Herbert ya reconoce parientes y amigos, habla con los médicos,
se alimenta normalmente y permanece sentado buena parte del
día. O sea, aguantó y sobrevivió.
Angel
caído
Los
chicos crecen. Especialmente si a los 18 años te convertiste
en un magnate con onda por haber creado un sistema de libre
intercambio de archivos MP3 en el garaje de tu casa. Especialmente
si te llamás Shawn Fanning y pasaste a ser el hombre
de negocios más venerado y combatido del momento gracias
y por culpa de un monstruito llamado Napster. Todo parece estar
llegando al temido punto de el sueño terminó.
Aquí lo tenemos a Shawn, a los 20, trajeado e impecable
(¿qué pasó con la gorra, los pantalones
anchos y las remeras rockeras?), a la salida de la corte de
San Francisco, donde se resuelve el final de su megaempresa.
Lo que hasta el momento se sabe es que la Justicia ordenó
bloquear un millón de archivos sin autorización
de uso, que el terrible Fanning ofreció mil millones
de dólares en cinco años a las compañías
para mantener activo el servicio (y que ninguna de ellas aceptó),
que los abogados de Napster Inc. no duermen pensando en cómo
extender la fecha de defunción prevista para julio, y
que Kirk Hammett, guitarrista de Metallica (los villanos del
culebrón), dijo que se siente shockeado por
la reacción de buena parte de sus fans frente a su postura
anti-Napster. El cantante James Hetfield, a su vez, le echó
la culpa de todo a Lars Bussiness Ulrich, el enemigo
número uno de Fanning. Todo por un montón de música
gratis. No es para menos.
Paul
DiAnno insiste con su pasado Maiden
Haciendo
cagadas
En
su habitación de un hotel porteño a la que se
le ha roto el aire acondicionado, Paul DiAnno dice: Espero
que este disco finalmente cierre mi capítulo con Iron
Maiden. El hombre fue el primer cantante de la banda metálica
más importante de los 80, hasta que sus problemas con
la bebida provocaron su reemplazo por el entonces desconocido
Bruce Dickinson. El álbum al que se refiere DiAnno
es The beast live, una especie de pirata oficial de canciones
de Maiden grabadas durante los últimos veinte años,
según su autor. Es difícil haber sido siempre
el ex Iron Maiden, aunque me gusta tocar temas como
Running free o Women in uniform porque
los fans los aman. El viernes y el sábado, el cantante
presentará este álbum (más algunas canciones
de su etapa solista) en Cemento, acompañado por la banda
local Jerikó. No traje a mi banda porque Steve,
el baterista, se enfermó y no puede tocar. Con Jerikó
funciona todo muy bien, porque son grandes músicos. El
único que hace cagadas todo el tiempo soy yo, se
ríe.
Cuando Bruce Dickinson se convirtió en el cantante
de Iron Maiden, la banda logró un éxito inmenso.
¿Eso te puso celoso?
No. Todo el mundo parece ignorar que con los dos primeros
álbumes, cuando yo estaba en la banda, Iron Maiden vendió
18 millones de copias y fue número 1 en muchos países.
Lo que Bruce hizo con Number of the Beast, yo lo había
hecho antes. Por otra parte, creo que Bruce ha sido y es el
mejor cantante para Iron Maiden, y estoy muy contento de que
haya vuelto.
Cuando él se fue, ¿la banda no te pidió
que volvieras?
No, no. Hubo muchos rumores sobre eso, pero nunca sucedió.
Sólo haría un disco o una gira con Iron Maiden
por diez millones de dólares, para dejarles una buena
herencia a mis hijos (risas).
Bueno, pero aquellos dos primeros álbumes de Maiden
todavía deben ayudarte a pagar las cuentas...
Totalmente. Pero mi material también, además
de algunas inversiones que hice. Me va bien. Mientras pueda
pagarle a mi ex mujer...