DENUNCIA MEMORIA Y POLITICA
Denuncia
25 años después del 24 de marzo de 1976, ¿qué
tiene para decir en este día H.I.J.O.S.? Que en 1976, la dictadura
genocida inició en la Argentina un proceso inédito de concentración
de la riqueza que hoy se sigue profundizando. Que antes del golpe y el
terrorismo de Estado existía un movimiento amplio y diverso que
confluía en la lucha por un país distinto, un país
donde las decisiones las tomara el pueblo y no el Banco Mundial. Que había
una convergencia de generaciones y experiencias en la batalla por la liberación.
Que ese movimiento, no sin contradicciones, se había convertido
en una amenaza para los dueños del país. Que esa amenaza
era percibida claramente y que, para detenerla, las clases dominantes
desataron una represión de características desconocidas
que incluía un elemento que haría escuela: la desaparición
forzada de personas.
Memoria
Es cierto que muchos conocen ya esta historia, pero muchos otros (los
que van a protagonizar el tiempo que está llegando) no lo saben.
Durante la democracia, con distintos estilos y argumentos, los gobiernos
de turno mantuvieron libres e impunes a los autores materiales del genocidio
y continuaron beneficiando a los autores intelectuales. El pueblo argentino
jamás eligió las leyes de Obediencia Debida, Punto Final
y los indultos.
La memoria como categoría abstracta es funcional a los dueños
del poder. Es la memoria que funciona como advertencia, como amenaza siempre
presente de lo que las clases dominantes pueden hacer cada vez que se
las cuestiona. Una memoria guacha, una memoria que puede incluso mutar
en programa de televisión, conducido por uno de los sirvientes
ideológicos de la dictadura.
H.I.J.O.S. entiende la memoria como sinónimo de lucha y reivindicación
de la lucha.
Política
Uno de los logros más importantes de la dictadura fue haber
instalado en la sociedad el pánico a organizarse y comprometerse.
La desaparición de personas hizo que muchos de los sobrevivientes
empezaran a correr el cuerpo, a resguardarlo y los cuerpos quedaron a
salvo, pero maniatados.Los gobiernos del posgenocidio también hicieron
mucho para que el pueblo se aleje de la política, demostrando una
y mil veces que se cagan en las demandas populares y convirtiendo a la
política en sinónimo de coima, negociado, lavado de dinero
y tráfico de armas. Si ésa fuera la política, entonces
sería saludable no querer mezclarse con ella. Pero la política
es sólo cuando transforma y se pone al servicio de los de abajo.
Por eso, luchar por encontrar nuevas formas para reapropiarnos de lo que
en definitiva nos pertenece (nuestro cuerpo, nuestras ideas, nuestros
proyectos y nuestros sueños) puede ser un buen homenaje para los
30 mil compañeros desaparecidos que dejaron todo en la lucha por
la justicia y la libertad. Es ésa nuestra propuesta desde hace
rato y vale recordarlo en este día. H.I.J.O.S.
Fragmentos
del editorial de la revista de H.I.J.O.S., en su edición de marzo,
que aparece mañana.
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