Arranca
la nueva temporada de South Park
Miedo
y asco en la tele
Atención a aquellos afortunados que puedan sintonizar
la señal Locomotion: desde el 5 de abril, el canal estrena
la nueva temporada de South Park, la serie animada
que Trey Parker y Matt Stone poblaron de groserías y
niños malditos. Para ir paladeándolo, habrá
un fin de semana especial de repeticiones con los mejores episodios
viejos: va desde mañana y hasta el domingo, de 21.30
a 2.30. La cuarta temporada comienza con la caída en
desgracia del gordito Cartman: sus amigos Stan, Kyle y Kenny
(¡oh, mataron a Kenny...! Otra vez) lo meten en problemas
y acaba sentenciado a pasar trece años en una cárcel
de menores. Pero sale antes de cumplir la condena y decide que
necesita rodearse de gente más madura: por eso se registra
on-line para comunicarse con gente mayor que tenga ganas de
conocer a un niño de ocho años. Mientras tanto,
Kyle intenta que su madre, nuevamente embarazada, desista de
tener al bebé. Pronto supera el trauma del hermano menor
y se dedica a una ascendente carrera como presentador de televisión.
Y, claro, habrá que esperar todo tipo de atrocidades,
obscenidades, anti-corrección política y ofensas
a todas las buenas costumbres. A ver, niños, todos a
cantar el himno southparkero Uncle Fucker...
Pequeño
guerrero
Como todo héroe épico del heavy a punto de arribar
a estas tierras, Ronnie James Dio no tiene más que halagos
para el público argentino. Para el hombre/elfo de los
falsetes imposibles, su estilo de música le gusta
a la gente de sangre italiana, gente que es agresiva y tiene
furia. Claro, hace mucho que Dio dejó de ser un
favorito de las masas: lejos están las épocas
de Rainbow o de reemplazar a Ozzy Osbourne en Black Sabbath.
Aunque siempre mantiene una buena base de seguidores, el heavy
clásico del que Dio es cultor está lejos de los
rankings y las tapas de revistas. Pero un guerrero no detiene
jamás su marcha: Dio acaba de editar un disco conceptual
nada menos llamado Magica. La historia es
una fantasía, dice el vocalista, en conversación
telefónica con el No. En realidad, siempre me gustó
escribir, pero no tengo tiempo ni paciencia para dedicarme a
hacer una novela, así que cuento cosas con mis canciones.
Trato de escribir fantasías porque me interesa que la
gente tenga oportunidad de dejar volar su imaginación.
Como abuelo del heavy, Dio tiene una actitud bastante tolerante
hacia los nietos del nü metal, aunque no le gustan los
vocalistas. Tengo la perspectiva de un cantante y me parece
que en las bandas nuevas todos cantan bastante mal, no tienen
interés en la armonía ni la melodía. A
pesar de no ser muy musicales, sus bateristas y bajistas son
excelentes. Cada generación debe tener su música:
me parece bien que este estilo esté en la cresta de la
ola. Nosotros ya tuvimos nuestro momento. Sin embargo, es fantástico
que respeten a los pioneros como Rob Halford, Maiden o yo; espero
que tomen nuestro ejemplo para mantenerse y cuidarse.
En cuanto a la reunión de Black Sabbath, la banda que
supo contar con su voz tras la partida de Ozzy, Dio vuelve a
hacer gala de una tolerancia que no se condice con la leyenda
de que es un malhumorado crónico. Está muy
bien que se reúnan y les muestren esas grandes canciones
a los jóvenes que nunca pudieron escucharlas en vivo,
aunque me parece que están un poco perezosos: deberían
grabar algo nuevo. Pero es comprensible que vuelvan, porque
hay mucho dinero en eso. Además, Ozzy está en
muy buena forma.
M.E.
Ronnie James Dio se presenta este sábado en el teatro
Gran Rex.