Buzzcocks, 25 años después

Ser adolescente siempre

”A lo mejor no ser tan masivos como los Sex Pistols y The Clash ayudó a que muchos músicos establecieran una relación más personal con la banda, y es por eso que muchos nos citan como influencias”, dice Pete Shelley, cantante y compositor de Buzzcocks en charla telefónica con el No desde su casa londinense. “Offspring grabó un tema nuestro, Nirvana nos invitó como teloneros a lo que fue su última gira europea... somos más accesibles, supongo.”
Formados en Manchester en 1975, los Buzzcocks siempre se diferenciaron de sus contemporáneos por elegir melodías pop y letras casi románticas. Debutaron en su ciudad natal el 4 de junio de 1976, como soporte de los Pistols, un concierto histórico del que la BBC hizo un documental llamado Juro que estuve ahí. Hasta el día anterior a ese concierto, Shelley trabajaba como operador de computadoras y estudiaba informática. “En esa época las computadoras eran enormes, monstruosas. Dejé el trabajo 24 horas antes de ese show. Fue una decisión definitiva. Por suerte me fue bien.” Shelley sigue interesado en computadoras hoy día, y también en la música en formato digital. “Los músicos tradicionales son una especie en extinción, creo”, se ríe, “pero realmente me parece interesante la posibilidad de hacer música con computadoras. Y en cuanto a Napster, estoy totalmente de acuerdo. Cuando yo era adolescente, iba a la mañana a la disquería, me compraba un disco, lo grababa en casa, y lo devolvía a la tarde diciendo que no me había gustado. Así podía escuchar mucha música, estar al tanto y pagar solamente el precio de un casete. Napster es lo mismo. El otro día un fan me mandó un e-mail indignado porque ya no se pueden conseguir nuestras canciones en Napster. Es cierto, pero es que EMI decidió sacarlas, sin consultarnos a nosotros. A mí no me importa en absoluto, me parece bien que las bajen”.
Pete Shelley cree que Buzzcocks es, aún hoy y después de 25 años de carrera, una banda punk. “Tenemos la actitud, y eso es lo importante”, dice. Aunque vive en Londres desde hace más de 18 años, Shelley está orgulloso de todas las grandes bandas que han salido de su ciudad. “Manchester siempre fue un centro cultural y un ambiente social revuelto: es lógico que de allí salgan cosas buenas. Aunque, a decir verdad, la primera banda importante en salir de Manchester fuimos nosotros”. Y en cuanto a bandas nuevas como Green Day, Offspring y demás que están influidas directamente por Buzzcocks, cree que “todas sus canciones suenan como temas nuestros, como canciones que podríamos escribir. Está todo bien, pero no son demasiado originales”.
Esta será la segunda visita de Buzzcocks a Buenos Aires (tocaron por primera vez en noviembre de 1995) y Pete Shelley está ansioso por llegar a Sudamérica. “Me gusta porque la gente tiene más ganas de divertirse, y francamente además estoy harto de Gran Bretaña. Nos sigue gustando viajar, y siempre tenemos ganas de conocer gente. La verdad es que no nos sentimos viejos en absoluto.” MARIANA ENRIQUEZ
Buzzcocks toca mañana a las 22 en Cemento, junto a Katarro Vandáliko. Las entradas se consiguen en Locuras (Once, Munro, Flores y Morón), La Cueva (Lanús) y Lee-Chi (galería Bond Street).

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Pedí tres deseos

R.C.

El muchacho de la foto se llama Gerardo Godínez (sí, como el compañero de clase del Chavo), tiene 22 años y estudia Ingeniería Civil en la Universidad Nacional Autónoma de México. Y también es el mejor jugador de Magic de América latina. Este fin de semana, él será una de las celebridades en el Campeonato Latinoamericano del juego de rol, que se disputará en el Pabellón E–Ocre de La Rural. Allí, además, firmarán cartas los ilustradores Ciruelo Cabral y Michael Stuffin, habrá demostraciones y se jugará un torneo abierto para aficionados (la inscripción es hoy, de 19 a 22). Según los organizadores, hay unos 10 mil seguidores de Magic en la Argentina, así que si andás por Palermo y escuchás hablar de “criaturas”, “maná”, “estímulo”, “vodaliano”, “Djinn”, ya sabés, no cruces la calle. Prestá atención al experto mexicano.
–¿En algún momento te sentiste más adentro de Magic que de la realidad?
–Claro, en mi primer Pro Tour en Los Angeles. Sabía que me quería dedicar a esto por mucho tiempo, y es muy emocionante el saber que estás jugando con los mejores.
–¿Qué criatura Magic te gustaría ser?
–Definitivamente Juzam Djinn, porque tiene una presencia impresionante. Todo el mundo la respeta.
–Silvio Rodríguez sueña con serpientes. ¿Vos con qué soñás?
–Pues nunca he soñado con algún tipo de criatura, pero si pudiera soñar con una, lo haría con el Mahamoti Djinn, para que me cumpla tres deseos.

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Codicia

MARTIN PEREZ

Todo comenzó con un recorte de diario. La noticia que llamó la atención del guionista Jorge Guerricaecheverría decía más o menos así: “Abuelo encontrado muerto en casa abandonada con televisor encendido”. Si a eso se le suman referencias varias a La isla del tesoro, a El inquilino (de Polanski) y a mucho, pero mucho Hitchcock, entonces estamos frente a La Comunidad, el último –y triunfal, al menos en España– opus del gran Alex de la Iglesia. Con la (ya–no–tan) chica Almodóvar Carmen Maura al frente, el quinto film de De la Iglesia es una obra claustrofóbica y magistral, en la que el director español –de culto en la Argentina, pero popular en su tierra– se ciñe a una sola idea de manera obsesiva, hasta terminar de cincelar un film impecable, que gira alrededor de la avaricia y el egoísmo humanos. Reescribiendo la noticia del abuelo muerto y olvidado frente al televisor encendido, De la Iglesia –y Guerricaecheverría, claro– le suma un gran premio de lotería cobrado, pero nunca gastado, y un puñado de vecinos que rodea al viejo buscando alguna vez cobrar su parte del botín. Ahí es cuando entra Carmen Maura, como una recién llegada que bien puede echar a perder todo el plan comunitario, y entonces comienza la caza. Suerte de Alien sin nave espacial ni monstruo –en este caso, el monstruo serían todos los tripulantes–, y tomándose todo el tiempo del mundo –y abrevando de todo el cine pertinente– para contar su historia, La Comunidad tal vez sea el film más logrado de la corta pero efectiva filmografía del buen Alex, que –entre tanta pulcritud narrativa– tiene tiempo para burlarse de los fanáticos de La guerra de las galaxias.

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Cuarteto los panchos

Con la inscripción abierta para la segunda edición (joven argentino, si tenés más de 18 años y querés formar parte de un reality show...), este fin de semana se definirá quién es el ganador de “Gran Hermano”. Estos son los cuatro finalistas del programa; uno de ellos, gracias al voto del televidente, se alzará con 200 lucas... Un informe con la seriedad y el análisis que sólo el Departamento de Cuestiones Televisivas Recontraimportantes del No te puede dar. J.A.

TAMARA PAGANINI
Persona. Bailarina de club nocturno, causaron conmoción unos videos hot en los que baila con... Rodrigo. Soledad Silveyra la defendió diciendo “es una mujer que trabaja para ganarse la vida”. De nada, che.
Personaje. La chica franca, sexy y discutidora, que llama a las cosas por su nombre (“poronga”, “garchar”, “la tengo como una cacerola”, etc.).
Recorrido. Llegó seduciendo, histeriqueando, peleándose y llorando.
Amor. Dice tener novio, el Toro, de quien se dice que es hijo de un capo de Telefónica.
Odio. Se peleó con Martín, Alejandro, Eleonora, Marcelo...
Chances a favor. Que la vean como la chica auténtica, de clase trabajadora, Cenicienta candidata a estrella.
Qué diría la tía Norma. “Es una atorranta.”

GASTON TREZEGUET
Persona. Instructor de esquí y amante de la noche, catalogado como “el Anticristo” por el padre de Tamara.
Personaje. El pilluelo con cara de bueno, el gran villano de la serie, el estratega.
Recorrido. Llegó armando complots, quedando como “el traicionero”, y causando revuelo al definirse como “bisexual y fiestero”.
Amor. Niega tener novia o novio, y en la casa protagonizó una fantochada de compromiso con Eleonora.
Odio. Experto en evitar roces, debió soportar embestidas de Marcelo y Martín.
Chances a favor. Que lo vean como el estratega, o como el chico al que no le importa nada.
Qué diría la tía Norma. “Es un mal tipo; y encima, maricón.”

DANIELA BALLESTER
Persona. Azafata y bailarina; es buena, casi linda, nunca discute con nadie, no tuvo momentos hot ni hizo declaraciones polémicas... Un bostezo.
Personaje. Ideal para el canon de chica inmaculada del tipo “Mamá, te presento a mi novia”.
Recorrido. Llegó como “la nueva” luego de una deserción y, exponente del efecto De la Rúa, es finalista sin haber hecho nada.
Amor. Tuvo una atracción platónica con Gustavo.
Odio. A nadie. Le encontraría el lado bueno a Pierre Nodoyuna.
Chances a favor. Que la vean como la chica transparente, noble, discreta.
Qué diría la tía Norma. “¿No será medio mosquita muerta?”

MARCELO CORAZZA
Persona. Profesor de educación física y rugbier, que debió hacerse cargo de sus tres hermanas cuando fallecieron sus padres.
Personaje. Constituye el reservorio moral del programa. Se horroriza con la “promiscuidad” de Tamara y con la bisexualidad de Gastón.
Recorrido. Llegó luego de otra deserción, y quedó apartado de los demás. Quizás por haber estado viendo el programa antes de entrar, se le plantó como enemigo a Gastón.
Amor. Es el favorito de los televidentes, y gran candidato al triunfo. Pide ante las cámaras que lo ayuden “porque tuvo que remar solo”.
Odio. Detesta a Gastón (lo llama “puto motoneta”) y no le gusta nada Tamara.
Chances a favor. Es el candidato de la familia, el que todos queremos en Telefé.
Qué diría la tía Norma. “Es un buen chico, y no es falso como los otros.”