ILLUMINATION, EL HOUSE Y LA MUSICA DE “CAFE DEL MAR”

¿Ibiza? Yo no conoce...

Illumination, dúo británico–noruego radicado en Oslo, pasó por Buenos Aires el fin de semana pasado en medio de su viaje planetario en el que promueven la edición de Café del Mar (Vol. Ocho). Nicholas Sillitoe es un inglés apacible, con pinta de estudiante de Historia, cuya lejana afición a River Plate lo llevó el domingo al Monumental para ver la goleada contra Huracán. Per Martinsen es noruego, se parece un poco a Bowie cuando era joven y fuma un cigarrillo suave tras otro. Sentados en el lobby de un hotel porteño que parece el capricho favorito de algún diseñador, ambos aclaran que, a pesar de su participación en el compilado... jamás fueron a Ibiza. Ocurre que esos discos ya no tienen nada que ver con el bar desde el que, dicen los que estuvieron, se puede contemplar la puesta del sol por el mar Mediterráneo mientras se escucha música de chill out y se bebe algún trago colorido. Ligadas en un principio al disc jockey español José Padilla y a la isla de las tentaciones, las antologías Café del Mar conservan el nombre de su reducto de origen, pero se alejan cada vez más del imaginario Ibiza. “Nunca estuvimos ahí, y ni siquiera nos interesa”, aseguran los Illumination. “Por lo que sabemos, es un lugar de diversión prefabricada, un tanto artificial. Creemos que, gracias a la globalización –no la económica sino la cultural–, puede haber una Ibiza en cada ciudad: Estambul, Buenos Aires...” El dúo musicalizó una velada más o menos exclusiva en La City, el viernes, y ofreció un set bailable el sábado en Big One. Con su álbum This is Illumination, en el que picotean del ambient y el house progresivo con refuerzos instrumentales y vocales, los europeos manifiestan su espiritualidad ciberhippy. “De Donovan a Aphex Twin”, sonríe Martinsen con frialdad nórdica cuando se le pregunta por sus gustos. Después dirá que pronto, muy pronto, los argentinos escucharán hablar de Illumination y de la música electrónica escandinava. “Vas a ver. Somos muchos, y hay muy buenas cosas. Muy variadas.” Le da una seca a un rubio light y vuelve a sonreír.P.P.

¿Qué se puede hacer salvo ver películas?

En un jueves de pocos estrenos –e intrascendentes: la de Woody Allen es flojita y resulta patético el seudo-polémico retrato juvenil intentado por la local Contraluz–, lo mejor de la cartelera cinematográfica porteña son los ciclos de la Sala Leopoldo Lugones del Teatro San Martín (3 pesos la entrada) y el Village Recoleta (5 pesitos). En la tradicional sala cinéfila porteña se está desarrollando desde el fin de semana pasada un ciclo con películas clásicas seleccionadas por el legendario director francés Eric Rohmer. Hoy, por ejemplo, se exhibe Amore, de Roberto Rossellini, mientras que mañana es el turno de Estas buenas mujeres, de Claude Chabrol y el sábado y domingo le toca a la indispensable Mi noche con Maud, del propio Rohmer. Más actual es el ciclo del complejo recoleto, bautizado “II Festival de Cine Alemán”, integrado por algunos films ya exhibidos en el último Festival de Cine Independiente porteño. Se destacan Las leyendas de Rita, último opus de Volker Schlondorff (hoy a las 22.15, mañana a las 18 y el martes a las 14) e Iluminación garantizada, nuevo trabajo de Doris Dorrie, la directora de Nadie me quiere (sábado a las 22.45, domingo a las 18.15 y miércoles a las 14). Otros films del ciclo son Oi! Warning, retrato existencialista sobre un pibe skinhead de verdad (foto, hoy a las 16, sábado a las 20.30 y miércoles 18.20); Crazy, adaptación cinematográfica de una novela de iniciación escrita por un joven de dieciséis años (lunes a las 16 y miércoles a las 20.15), y Sumo Bruno, la historia de un chabón gordo que decide dedicarse al sumo para encontrar sentido a su vida. M.P.

Breves y buenos

Sueños Cortos es un festival, itinerante y de cortometrajes. La tercera edición de esta convocatoria, que luego se convierte en un ciclo de exhibiciones por toda la Argentina, ofrecerá la semana que viene –lunes, martes y miércoles a las 20, en el Cine Cosmos, Corrientes 2046–, la posibilidad de ver aquellos 60 pequeños films seleccionados de una presentación inicial de 300. Serán tres horas por día para ver ficción, animación y de todo un poco (los de animación que ya vio el No, por ejemplo, son buenísimos: Ver las estrellas, de Ismael Naim y Pablo Goitisolo, y Transformer, de Max Gomez). El jueves que viene, en el mismo Cosmos, se realizará la entrega de premios y exhibición de los ganadores. Después, partirá la gira, que pasará por Ushuaia (7, 8 y 9 de septiembre), Córdoba (14, 15 y 16), Morón (21, 22 y 23) y Mar del Plata (28, 29 y 30). En todos los casos, el acceso a cada sala es libre y gratuito. Vayan, entonces, porque no hay excusa de crisis económica.

¡Regreso con gloria!
Ya se extrañaba la letal -y siempre sabrosa, por cierto- combinación Charly García-titular de Crónica (martes 28). Volvió la alegría...