SABINA Y MORRISSEY SIEMPRE DICEN ALGO

Bocones que atacan de nuevo

”Cuando me preguntan por el próximo disco, yo respondo: paciencia, mucha paciencia. Hay que esperar a que Joaquín se sienta con fuerzas. Entonces volveremos a trabajar. Sí, hay bastantes canciones, pero quizás no más de media docena de primerísima categoría. Faltan otras tantas, y ahí está el reto. Ya hemos hecho un unplugged, un desenchufado. Ahora tenemos que inventarnos un undrugged, un disco hecho sin drogas. Sin tabaco, sin rayas, sin whisky.”

Textual de Joaquín Sabina, en una entrevista publicada el domingo pasado
por la revista del diario El País de España. Gracioso lo del “undrugged”...

–¿Dónde te ves dentro de 15 años?
–Sentado en un pub diciendo: “Pude haber sido Elvis”.
–¿Cuál es la cosa más extraña que has escuchado sobre vos?
–Que soy racista. Es un poco como la noción de que Tony Blair es un respetable primer ministro. Nunca podrá ser justificado.
–¿Creés que The Smiths son sobrevalorados?
–Probablemente. Pero, ¿no vas a decirme que los Rolling Stones no lo son?

Textual de Morrissey, Morrissey, Morrissey, en una entrevista publicada
en el último número de la revista inglesa Q. Así que los Stones también...

El ojo motoquero

Fotos de la torre Eiffel y de otras atracciones turísticas de París –el túnel en el que se accidentó Lady Di, por ejemplo– sacadas desde una moto y reflejadas en el casco del motociclista, imágenes de caminatas en bosques de todo el mundo y de glaciares de El Chaltén son algunas de las obras que se presentarán en la exposición Flash Back, del fotógrafo Marcello Mortarotti, mendocino de 34 años que vivió en Milán y Nueva York, y que desde hace dos años fijó residencia en Buenos Aires. “Son experimentos de la fotografía, pero en otro estado”, dijo Mortarotti al No, reacio a aclarar en qué estado. “Es como la memoria; pedacitos de cosas que hice en el pasado”, continúa. La serie de los reflejos en el casco surgió de casualidad, cuando Marcello llegó a París y su amiga Arianne lo fue a buscar a la estación en moto. “Estaba medio descolocado, y me empezó a llevar de paseo por la ciudad en el asiento de atrás. Y cuando vi cómo se reflejaba todo en el casco de ella, le dije: “Pará que voy a cargar rollo”. Parece que Arianne no sólo no paró sino que tampoco corrió la cabeza. J.A.

Flash Back se inaugura hoy a las 19 y permanecerá abierta hasta el 4 de noviembre, de 16 a 24, en Arguibel Art, Andrés Arguibel 2826, Las Cañitas. La entrada es gratuita.

Locura ordinaria

Los personajes son conocidos; la dulce quinceañera vestida y maquillada con fórceps para intentar que parezca una sex symbol, el tío ebrio que no controla su mueca, el padre que da directivas a mozos y DJs y se siente el gabinete en las sombras, la anciana tía abuela sentada en un costado, los descamisados compañeros del colegio que bailan desaforados “Los piratas”, el locutor-maestro de ceremonias... Es el ecosistema de todo cumpleaños de quince, que con pequeñas modificaciones, y también puede adaptarse a casamientos, bautismos, bar-mitzvás y cualquier otra (“mega”)ceremonia familiar urbana. Todo eso, pero mirado desde el ojo del camarógrafo, está retratado en Social, un documental-experimental realizado por Hernán Lucas y Marcos Martínez, quienes se ganaron la vida en el negocio del video de fiestas. El trabajo, producido con extractos de 16 fiestas distintas, mantiene la estructura típica del “género”: efectos clase B y la secuencia lógica de imágenes que incluye sesión de maquillaje y peinado, fotos, entrada triunfal, discursos, baile y comida, brindis, carnaval carioca, reviente, fisura y oprobio familiar. Se trata de una verdadera curiosidad, y se mantiene con pulso de equilibrista entre lo cómico, lo costumbrista y el papelón. Por algo es que, al final del video, los realizadores incluyeron una placa que agradece a los protagonistas y destaca que el trabajo está hecho con respeto. Sobre la cuestión, Martínez y Lucas explicaron que “el espíritu con el que lo encaramos fue hablar sobre las fiestas sociales, pero lejos de caer en la burla, el blooper o el cinismo clasista”. Hecha la aclaración, este suplemento recomienda Social no sólo por su mirada de las festicholas de nuestra época sino también por divertido. J.A.

Social se presentará el miércoles 31 de octubre a las 22 en el bar Santa Colomba, Gorriti 4812.

Yo, argentinou

“Recuerdo que estaba en Buenos Aires durante el Mundial ‘78. Mario Kempes era mi favorito... ‘Luque de cabeza’, me acuerdo de todo.” Quien hace memoria entre risas es Rubén Romano, baterista de Nebula, el trío californiano que es una de las puntas de lanza del stoner rock. Como su grupo toca esta noche en La Trastienda (junto a sus amigos Natas), el batero disfruta de la oportunidad de volver a pisar las calles porteñas, que transitó más de una vez: aunque nació en Los Angeles, es hijo de un tucumano y una colombiana, y tiene muchos familiares en el norte argentino. “La última vez que viajé hacia allá, hace ocho años, me junté con mis parientes y les dije que los quería mucho, pero que iba a aprovechar la oportunidad para conocer el país en el cual tengo raíces. Salí a viajar a dedo y conocí a muchos músicos, así que pude percibir un poco de la escena rockera argentina.” Conocedor del paño, Romano aconsejó a sus compañeros que en su viaje no dejen de prestar atención a las mujeres, los bifes y el vino tinto.
Nebula está formado por tres ex miembros de Fu Manchu: además de Romano, el guitarrista Eddie Glass y el bajista Mark Abshire. A ellos no les gusta el término stoner rock. “Es un nombre más”, dice el batero. “Nuestra música no suena tan drogada, tenemos canciones melódicas y otras más poderosas. Así que no creo que el rótulo stoner rock le vaya bien, aunque a mí me gusten las drogas. Creo que la mejor definición la dio uno de los Mudhoney, que nos dijo que hacíamos heavy psicodélico.” Para mejor referencia, escuchar los electrificantes To The Center y Charged, dos rotundas y expresivas demostraciones de que el rock de guitarras todavía puede volarte la cabeza. R. C.