Consejos
útiles para el hombre y la mujer:
lComprar forros en el supermercado.
Son más baratos, vienen de a muchos y en variados colores y texturas.
Aunque, como siempre, en cuestión de condones lo mejor es seguir
la tradición y no tratar de innovar con la forma o medida del
látex sino con la imaginación. Hay quien dice que los
extra pleasure unos que vienen en cajitas de felpa y tienen un
espacio en la punta mucho mayor dan una extraña sensación
de libertad en el momento culminante. Vaya a saber. Lo seguro es que
los texturados para mayor placer de ella, según la publicidad
no te hacen ni cosquillas. Los lubricados dejan un gusto rancio ahí
donde a muchas y muchos nos gusta poner la boca, ni hablar de los saborizados
¡hay hasta con gusto a curry!, que te pueden llegar
a dar arcadas y exactamente porque estés jugando a garganta profunda
en versión vernácula. Sin contar posibles urticarias,
alergias e inflamaciones que te inhabilitan por lapsos prolongados.
lNo por obvio vamos a dejar
de insistir en este consejillo: siempre, pero siempre, siempre, llevá
un par de forros de tu cajita de doce en el bolsillo, en la cartera
o donde más te guste. Pero a buen resguardo de otros elementos
punzantes siempre hay de eso en la cartera de una que puedan
dañar a nuestros fieles amigos. No olvidemos nunca ver la fecha
de vencimiento. No vaya a ser cosa, más si una o uno atraviesa
las estepas de la soledad y la caja que previsoramente se compró
en abril atraviese más de una primavera. En esos casos recomiendo,
cada tanto, abrir uno y jugar con él, ya sea poniéndoselo
a tu masajeador tiene otros nombres también, pero éste
es elegante, o a ti mismo, si es el caso. Nada te da una idea
más acabada de tu soledad que la fecha de vencimiento de tus
preservativos, así que lo mejor es usarlos. Como sea.
lAun para las que se jactan
de estar siempre listas, el lubricante puede ser un buen compañero.
Siempre estando alerta de que se trate de uno a base de agua o siliconas
(hoy en día también lo encontrás en el supermercado
y hay marcas de preservativos que lo entregan en oferta). En caso de
olvido o negligencia, un buen dato es la crema de enjuague, jamás
de los jamases crema Hinds o cualquiera de las que usás en el
cuerpo. No, la manteca tampoco vale. También hay otro que se
llama caricias húmedas, conseguible sólo en
comercios especializados una forma decente de decir sex shops,
y que se calienta en contacto con la piel (atenti a las escoriaciones
y sensibilidades varias, tampoco es muy sexy tener que acudir al Pancutan).
El lubricante mejora la sensibilidad que algunos dicen perder con el
preservativo y, como si esto fuera poco, evita accidentes como la rotura
del mismo. Hay quien dice también que si antes de ponerle o ponerte
el forro, ponés una gotita en la punta, él o vos, según
sea el caso, lo pasará mucho mejor. Es cuestión de probar,
queridos amigos. Al fin y al cabo, en la variación está
el gusto.
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