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Jueves 20 de Diciembre de 2001

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PORNOIS, AGRUPACION MULTIMEDIA POLITICAMENTE INCORRECTA

No Moral

Músicos electrónicos, diseñadores, videastas... El cuarteto que toca, crea, agita y, en el mejor de los casos, “señala”. Siempre al filo de las buenas costumbres, los Pornois saben los riesgos que corren en cada una de sus performances: ser tildados de “new age” o “fascistas”, pero siempre provocando una avalancha de golpes a los sentidos. Entretanto, ellos van en busca de un espectáculo que puedan experimentar hasta las abuelas.

POR ROQUE CASCIERO

Si te los cruzaste en algún evento de música electrónica (Creamfields, Fuga Jurásica, De la Guarda), seguramente deben haberte impactado sus imágenes de animación con torres gemelas destruidas por un Godzilla; de un Che Guevara con el típico logo de las PC “Intel Inside” en lugar de la estrella de la boina; de escaleras mecánicas que repiten su viaje a ninguna parte hasta tornarse hipnóticas; o de Bin Laden, actrices porno y mensajes tipo infotrans mezclados en un cóctel explosivo. Todo eso, mientras una banda toca en vivo. Los que generan esa seguidilla de golpes a los sentidos son los Pornois, cuatro veinteañeros que, muy livianamente, podrían ser definidos como músicos electrónicos, diseñadores y videastas. En realidad, ellos mismos no se ponen de acuerdo a la hora de decidir qué son ni si quieren hacerlo. Sebastián e Ian, que se ganan la vida como editores de video, tocan juntos desde hace más de una década (la mitad de ese tiempo como Pornois). “Siempre hice música y siempre tuve una cámara”, explica Sebastián. “Además de tocar, Ian y yo hacíamos cortos en video, pero era algo aparte. El año pasado empezamos a integrar la imagen con la música: ahora laburamos los videos de manera musical y la música de manera videástica.” Juan, artista plástico y maestro de plástica en una escuela primaria de Isidro Casanova, armaba instalaciones con objetos y diapositivas para el grupo antes de incorporarse definitivamente. El “cuartetazo” se completa con Lucas, que entró este año después de ser invitado recurrente.
El caserón de Villa Crespo que sirve como laboratorio a los Pornois (y a otros dos “células” afines, una de las cuales trabaja en la cortina de “¡Chiquititas!”) tampoco ayuda a determinar qué se gesta ahí. Música electrónica, sí, pero en la sala de ensayo hay una guitarra eléctrica enchufada a un Marshall, una batería, un bajo, un bombo legüero y un theremin, además de una computadora y un teclado viejo que se cuelga y toca solo. “La música electrónica viene con todo un paquete, no podés hacer nada diferente si te encasillás en eso. Pornois es otra cosa, no un grupo de música electrónica”, dice Pablo, manager y virtual quinto miembro del grupo.

Sebastián: Ojo, ésa no es una cuestión nacional, la globalización ya llegó a cosas negativas.
Juan: Bueno, la globalización es negativa desde el comienzo.
Sebastián: Pensaba en que es como internet, que al principio creíamos que era algo fantástico...
Juan: Pero te aparecía una pantalla con dos colores, una foto que tardaba mil años en bajar y la información que había no valía la pena. Al final, se terminó convirtiendo en chat, email y programas para bajar música.
Lucas: Eso es lo más útil de internet.
Sebastián: Además de las páginas porno, por supuesto.
Según los Pornois, la creación de su música, gráfica y videos es una interacción constante en la que los elementos se modifican entre sí. “Somos muy autorreferenciales”, dice Juan. “Y sabemos que no hay moral en el momento en que estamos realizando algo. Después tenemos toda la vida para mostrarles a los demás que somos gente, pero en el momento de crear no nos preocupamos de ver si la creación es políticamente correcta o no, sino que tratamos de evacuar nuestras necesidades de manera que sea productiva también para los demás. O sea, algo que resulte inquietante o sugerente, que a la gente le pase algo con lo que está viendo y escuchando”. Sebastián continúa la idea: “A veces suena medio vergonzante decir que somos artistas, pero cuando uno se asume así, toma una responsabilidad de vida: hay algo por hacer. Si sos un artista y no hacés nada que provoque cosas, que genere situaciones hasta incómodas... Que te puedan tildar desde new age hasta fascista... Pero eso no es tu personalidad, es lo que estás haciendo”.
Los ataques terroristas a las Torres Gemelas sirvieron para esa inspiración “sin moral” de la que hablan los Pornois. Aseguran que el temavarió de perspectiva en sus mentes, porque el 11 de setiembre sintieron lástima, pero al día siguiente ya tenían una gráfica con dos edificios que se incendiaban. A Ian le resultó chocante, pero en un par de semanas tocaba con los videos de las Gemelas bombardeadas. “Ahora la cosa se está tornando un poco guerrillera y eso me da miedo”, confiesa Sebastián. Y Lucas completa: “Después seguimos el círculo. En el festival Buen Día vimos unas remeras de Bin Laden y yo pensé que si en una feria cool vendían eso... ¡aguanten las Torres!”
–El video con las Torres provoca distintas sensaciones, no sólo rechazo.
Juan: Ese es el punto: estar en la línea en la que te pueden decir que sos un hijo de puta...
Lucas: O te pueden invitar a cantar “We are the world”.
Juan: El día del atentado había dibujado las Torres incendiándose, después fui a clase y todos mis alumnos dibujaban lo mismo. Entonces, me di cuenta de que eso nos estaba pasando a todos.
Sebastián: Mi hijo, que tiene dos años y medio, vio todo por la tele y sin que le dijera nada se puso a armar torres con bloques. Todos los nenes hacen esas cosas, lo necesitan. Y nosotros, que somos mucho más grandes y nos pasaron más cosas, ¿cómo no lo vamos a hacer?
Juan: La primera vez que lo presentamos nos chiflaron.
Sebastián: Y otros se morían de risa, lo disfrutaron. Igual, estamos pensando en el tema del pop, de cómo ser una agrupación pop sin interpretar ese género musical. Queremos experimentar con algo que pueda ver mi abuela y reírse. Al experimentar con algo parcializado, sólo una parte de la gente podrá recibirlo, por una cuestión de sincronía. Nuestra idea es poder tener un facetado múltiple y que alguien agarre algo. A mí me gusta una frase que Juan dice siempre: la idea de Pornois es señalar.
Juan: En realidad, es la idea de los artistas en general: uno señala las cosas que le interesan y después el artista es el hilo que hace que esas cosas tengan una relación. Todo el tiempo señalamos cosas que nos sirven para ver un camino. Es la ruta para terminar de explicarnos a nosotros mismos y para que los demás interpreten.

COMO SE HACE PARA CONTAR DJCITOS

¿Venís a mi fiestita?

“El mayor recuerdo que tengo de Creamfields son el olor a choripán y el barro que había”, sentencia Juan. Para ese festival de música electrónica, los Pornois crearon el video tipo Infotrans y revolearon ponchos en otro tema que cuenta “DJcitos”. Sebastián recuerda la experiencia: “Nos habían invitado a participar del chill out y nos dijeron que debía ser música para meditar, algo místico. Léase para fumar porro. Como no sabíamos hacer voces de tibetanos, decidimos seguir adelante con las bombas. Y a los tipos les encantó. Siempre nos pasa eso, entonces aprendimos que no vale la pena hacerle caso a eso de ‘vení a animarme la fiestita, pero no hagas mucho bardo’. Vamos a la fiestita, después vemos qué pasa”.
Los Pornois se quejan del ambiente de la música electrónica local, donde, dicen, pesa más ser amigo de alguna estrella que lo que genera cada uno. “Somos críticos y tenemos serios problemas de actitud”, confiesan entre risas. Lucas asegura que cuando aparecen propuestas diferentes, enseguida se le ponen barreras enfrente. Y Sebastián lo apoya: “Este año empezamos a girar por el mundillo más chusma de los artistas (se ríe) y notamos de manera fehaciente que los tipos que tienen un poder porque son famosos no sólo no saben aprovechar su fama sino que además tienden a poner esas barreras”. Por eso, los proyectos de ediciones que Pornois considera seriamente viene del exterior. Y prefieren pensar en un DVD antes que en un disco, para que el aspecto visual también esté contemplado. “Hicimos un EP que llegó a salir por un sello de acá, pero enseguida lo retiramos”, recuerda Juan. “En un momento como éste, la idea de hacer un disco es poco interesante, por eso decidimos poner nuestros temas en el Audiogalaxy y que se los baje quien quiera.”