PLáSTICA
› PRIMERA BIENAL DE FOTOGRAFIA DOCUMENTAL
Tucumán: imagen y documento
Organizada por la Universidad de Tucumán y dos fotógrafos, la 1ª Bienal del género busca integrar el circuito internacional.
Por Julio Pantoja *
Desde Tucumán
Un veranito que llegó a destiempo se encargó de recibir con calidez a los fotógrafos y aficionados que peregrinaron hasta la capital tucumana en busca de fotografía testimonial de fuste.
Durante tres días transpiraron a la par de los morochos de las batucadas de Trinidad fotografiados por Pablo Delano; con los iraquíes entre alambres de púas que miraron fijo a la cámara de Juan Ferrari y a los latinoamericanos urbanos de Sangre, el ensayo sobre la violencia de Diego Levy, entre muchos otros.
Un verdadero maratón de inauguraciones, proyecciones y conferencias sacudió de la modorra a los tucumanos que, con asombro, vieron a la ciudad tomada por la fotografía, que va a seguir colgada en las paredes de los principales espacios culturales hasta mediados de septiembre.
Chris Johnson, quien fue director de Mother Jones (ahora Fifty Crows), la prestigiosa institución californiana que entrega anualmente el más codiciado premio de fotografía documental, sostiene en sus conferencias: “Un fotodocumentalista es una persona que reúne en sí a varias profesiones: fotógrafo, porque debe manjar la técnica; artista, porque debe hacer un aporte estético que haga atractiva su obra; periodista, porque siente la necesidad de ser testigo y de comunicar; historiador e investigador, porque tiene la obligación de opinar y de fotografiar sabiendo qué está haciendo; y activista-militante, porque en el compromiso con el tema que trata radica la profundidad que hará trascendente su trabajo”.
Fue éste el criterio y el espíritu con que los directores de la Primera Bienal Argentina de Fotografía Documental, Gabriel Varsanyi y quien firma estas líneas, reunieron más de veinte exposiciones y a sus respectivos autores en este festival, organizado por la Universidad Nacional de Tucumán y que forma parte del Festival de la Luz.
La luna tucumana fue testigo de una curiosa muchedumbre que recorría las calles, cual procesión pagana, yendo de inauguración en inauguración, para ver a los colombianos desplazados de Don Rypka; a los hijos de desaparecidos recuperados retratados por Martín Acosta; a parientes de víctimas del atentado a la AMIA, fotografiados por Santiago Porter o a los indios del Chaco Salteño, de Pablo Lasansky.
Seguidores del género llegaron desde Buenos Aires, Rosario, Córdoba y de las provincias del Noroeste para participar de este encuentro inédito.
El festival, que pretende instalarse en el circuito internacional de la fotografía del género, siguiendo el camino de las prestigiosas Visa pour l’image de Perpignan y Chobimela de Dakar, tiene ya un importante aporte extranjero con la presencia de Steven Benson y Pedro Linger Gasiglia, quienes llegaron desde los Estados Unidos para acompañar sus respectivas muestras. En ellas se ve desnudado el chauvinismo norteamericano post 9/11 y las lágrimas que provocó la apertura, en El Mozote, El Salvador, del osario común de víctimas de las dictaduras militares.
Las inquietudes personales de muchos fotógrafos que trascienden sus trabajos como reporteros gráficos –profesión muy frecuente entre los documentalistas– se suman aquí a quienes, como Pablo Delano, nunca pisaron una redacción, e incluso a quienes provienen de otras vertientes, como Pablo Soria, artista plástico, para contradecir a los agoreros que presagian el fin de un modo de relato visual iniciado a mediados del siglo XX por W. Eugene Smith.
Esto no sólo ratifica la vigencia del género sino que, tanto en las exhibiciones como en los portfolios de los noveles, revisados durante el evento, es posible ver una importante revitalización tanto temática como estética, seguramente influida por la maravillosa explosión producida en los últimos años por la fotografía como herramienta de artistas plásticos, diseñadores e incluso por las grandes masas de aquellos –Eduardo Gil dixit– “nuevos bárbaros” que, con una camarita digital, se atreven a lo que antes les estaba permitido sólo a unos pocos.
* Fotógrafo. Codirector de la Bienal.
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