Nos enseñan que San Martín ha sido un héroe. Etimológicamente quien nace de la unión de un dios y un mortal. Por derivación, todo el que ha sido famoso por sus hazañas y virtudes. Pero recordarlo así le resta méritos a su personalidad. San Martín fue una persona como todos, mortal, pero logró cosas fuera de nuestro alcance racional, casi como sobrenaturales. Arengó a sus soldados del Ejército de los Andes: “La guerra se la tenemos que hacer como podamos [...]. Cuando se acaben los vestuarios, nos vestiremos con la bayetilla que nos tejan nuestras mujeres y si no, andaremos en pelota como nuestros paisanos los indios, seamos libres y lo demás no importa. Compañeros, juremos no dejar las armas de la mano hasta ver el país enteramente libre, o morir con ellas como hombres de coraje”. En su testamento había prohibido funerales y honores. Sólo quería que su corazón descansara en Buenos Aires: “En el último rincón de la Tierra en que me halle estaré pronto a luchar por la libertad”. Hoy, la consigna de San Martín: “Ser libres, que lo demás no importa nada. Animo, para los hombres de corazón se han hecho las empresas”, nos llama a pelear contra la pobreza, la desocupación, el analfabetismo, la ignorancia, el hambre, la mortalidad infantil, los hospitales sin remedios, las villas miseria, la falta de justicia, la impunidad y contra el monstruo mayor que padecemos: la corrupción: “Ser libres, que lo demás no importa nada”. Sin embargo, hoy en Argentina algunos pueden ser juzgados y otros no. Algunos depositan su dinero en paraísos fiscales; la casta dirigente se aumenta los sueldos a costa de “recortes” a maestros y jubilados. Descendemos de los que apostaron a la patria libre, pero no podemos dirigir nuestros propios destinos. Pareciera que alguien mueve los hilos de una maniobra macabra, que nos hace pensar que el mayor misterio de este siglo es el fracaso de Argentina como país. San Martín fue un verdadero patriota. Sigamos su camino, su ejemplo y el de todos los que se ofrendaron por la celeste y blanca. Juremos morir... y agrego vivir con gloria.

Adriana C. Lenardon

DNI Nº 13.131.618