› Por Osvaldo Bayer
Voy a comenzar esta nota dedicándosela a Juana Azurduy. Los argentinos tuvimos la enorme alegría y satisfacción de presenciar el jueves la inauguración de la estatua de esa luchadora por la libertad de los pueblos americanos. No pude estar, pero seguí todo en las crónicas. Juana Azurduy, la patriota increíble. Su marido y sus cuatro hijos habían muerto en las luchas contra los europeos ocupantes de estas tierras y ella decidió alistarse en el ejército patriota y seguir cumpliendo con la palabra de su marido y de sus hijos.
Se inauguró la estatua junto a la Casa Rosada y en el lugar ocupado antes por la estatua de Colón, nada menos, el que llegó a estas tierras no para descubrirlas sino para llevarse sus riquezas y establecer la esclavitud. Y ahora se cambian los monumentos. Los argentinos estamos aprendiendo la verdadera historia.
La obra de Juana Azurduy la realizó el escultor Andrés Zerneri, un verdadero artista del pueblo, quien antes ya había acompañado nuestros planes de reemplazar el monumento al genocida Roca por el de la mujer originaria. Ese fue un plan que por culpa de Macri, el todopoderoso, no pudo llevarse a cabo. Sí, sacar el monumento a quien trajo la muerte a los pueblos originarios. Esa mujer, pese a las persecuciones increíbles, siguió trayendo en su cuerpo vida para esta tierra. El monumento a la mujer de los pueblos originarios realizado también, como decimos, por el escultor Zerneri está en el depósito de la ex ESMA y nuestro sueño es que ocupe ese lugar tan céntrico, en Diagonal Sur a pocos metros de Plaza de Mayo. Los monumentos en la Argentina sólo fueron para hombres. Es hora de que honremos a nuestros seres que traen la vida.
Las últimas notas de esta página fueron dedicadas a Grecia. Todo terminó con la derrota del gobierno de izquierda que había preparado un plan de liberación con el apoyo del voto ciudadano. Pero no pudo ser en esa Europa profundamente capitalista. A pesar de las buenas intenciones, no pudo ser. Comienza un durísimo tiempo para el pueblo griego. Que no se merecía porque había votado con absoluta honestidad por un programa económico popular. El futuro se presenta como pleno dominio de esa Europa capitalista donde Alemania tiene la voz cantante. El actor principal es su ministro de Economía, Wolfgang Schäuble. A propósito de su actitud con Grecia, en Alemania han aparecido carteles de la juventud socialista donde muestran el retrato del ministro con bigotito a lo Hitler pintado. Reacción irónica, pero que dice todo sobre la actitud del ministro alemán con respecto a Grecia.
A Grecia sólo le quedan dos caminos: o el de entregarse a las normas europeas o salir a combatir en una posición muy difícil en el tema del dominio del capital.
Pero otra vez volvamos nuestra vista a la Argentina. En anteriores contratapas he denunciado lo que ocurre con respecto a la institución Jardines de Quilmes, que son jardines de infantes para los niños de las villas de emergencia de los alrededores y también de atención a las madres jóvenes. De pronto, a esa institución de buen nombre se le negó la ayuda en un 20 por ciento del presupuesto, como había sido siempre antes. Lo que ha puesto al instituto en una situación verdaderamente desesperante. De manera que ahora los Jardines de Quilmes pasan a depender de la ayuda de iglesias evangélicas alemanas. Pensamos: si Mariano Moreno, si Castelli o Belgrano se enteraran de esto, de que niños argentinos dependen para alimentarse de la ayuda de institutos europeos, se preguntarían confusos: ¿para qué sirvió nuestra lucha? Increíble, pero es una realidad muy argentina.
Vayamos a otro tema: el genocidio del pueblo armenio provocado por los turcos. Se hará un gran acto recordatorio el 5 de agosto próximo, en el Centro Cultural de la Cooperación. El panel de oradores estará compuesto por Ariel Crespo, Edgardo Form, Carlos Rozanski, José Pablo Feinmann y Eugenio Zaffaroni. El acto será coordinado por Alejandro Apo, quien también leerá una poesía alusiva a tan trágica matanza de armenios, hombres, mujeres y niños.
En esta lucha por los derechos humanos que se lleva a cabo en la actualidad en el mundo entero sobresale un proyecto de ley de la Cátedra del Agua de la ciudad de Rosario. En tal proyecto se pide que se establezca el “derecho de jarras” para los trabajadores. Dice el texto: “Tiene que ser un proceso público. Hete aquí la necesidad de que se establezca un derecho determinado, autónomo y explícito de la legislación, como es el derecho de jarras. Esto es, poner a disposición efectiva del trabajador de la actividad privada dos litros de agua diaria en óptima situación de higiene durante su jornada de trabajo”. En los considerandos se expone: “La novedad que se propone se basa en plantear: 1. Que el derecho de jarras se cristalice para la actividad privada en un derecho explícito, autónomo, específico, focalizado y jerarquizado en razón de ofrecer efectivamente dos litros diarios de agua segura para beber para cada empleado por jornada de trabajo. Que dicha agua sea fría en período estival. 2. Que se establezca, por ende, el derecho de jarras en la Ley de Contrato de Trabajo y en los Convenios Colectivos de Trabajo”.
El proyecto ha sido consultado con fuentes muy preparadas en este asunto. El agua es necesaria para la salud, sin ninguna duda. Un proyecto constructivo. El autor del trabajo es el profesor Aníbal Ignacio Faccendini, titular de la cátedra del Agua de la Universidad de Rosario.
Construir, ésa es la misión de todo docente.
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