CULTURA
La hora del cacerolazo en la cultura nacional
Actores, directores y productores de cine exigieron el nombramiento de un responsable para el área, mientras Bibliotecas y Comfer denuncian despidos.
La gente de la cultura estuvo ayer durante todo el día en estado de alerta y movilización, reclamando por el nombramiento de un responsable para el área, contra el posible recorte del presupuesto y contra los despidos masivos, que ya comenzaron a producirse en distintas dependencias nacionales. Las entidades vinculadas al cine, que reúnen a los actores, directores, productores y técnicos, se reunieron a última hora de la tarde en la sede del Sindicato de la Industria Cinematográfica Argentina (SICA) y desde allí denunciaron que “el estado de acefalía del Instituto Nacional de Cine impide la continuidad de producciones en proceso de rodaje y el inicio de las ya programadas, con el consiguiente aumento de la desocupación en el sector”. Para la gente del cine –entre quienes estaban el productor Pablo Bossi y los directores Héctor Olivera, Daniel Burman, Andrés Di Tella y Marcelo Céspedes– es imperioso el nombramiento de un director al frente del Instituto y ser escuchados por las autoridades nacionales. “El fútbol es importante, pero el cine también”, dijeron, en alusión a la reunión que tuvo el presidente Duhalde con Julio Grondona y otros dirigentes futbolísticos.
A su vez, más temprano, trabajadores de la Comisión Nacional Protectora de Bibliotecas (Conabip) y del Comité Federal de Radiodifusión (Comfer), nucleados en la Asociación Nacional de Trabajadores del Estado (ATE), cortaron ayer al mediodía la avenida Alvear en su intersección con Rodríguez Peña exigiendo “la reincorporación de más de cien despedidos”.
El secretario de ATE-Cultura, Héctor Sapia, explicó que la protesta frente a la Secretaría de Cultura de la Nación se realizó en reclamo por la “reincorporación de 104 contratados despedidos del Comfer y 18 de la Conabip”, y de la “urgente designación del nuevo secretario de Cultura, para no pasar a depender del Ministerio de Educación”. El dirigente destacó que “el despido de los bibliotecarios representa la merma de más del 60 por ciento de la planta permanente de esa comisión, de la cual dependen más de 2000 bibliotecas populares que atienden a más de 18 millones de usuarios”.
Asimismo, Sapia indicó que “esa medida, tomada por la ex secretaria de Cultura durante la gestión de Adolfo Rodríguez Saá, María Teresa del Valle González Fernández de Solá, congela el funcionamiento de más de 700 becas de estudios y pasantías, subsidios, promoción de la lectura e informatización de bibliotecas”. También se encontraban en el lugar trabajadores del Comfer cuyos contratos de trabajo no fueron renovados, reunidos bajo la consigna “no al genocidio de la cultura”. Esos trabajadores denunciaron que el interventor del organismo, Carlos Caterbetti, “además de los 104 despidos ya efectivizados, realizará otros 200 incluso en planta permanente”. En este marco, aseguraron estar “hartos de las mentiras del presidente Duhalde, quien prometió que no habría más despidos y que devolvería los ahorros en dólares atrapados en el corralito”. Los manifestantes lograron que en mesa de entradas del edificio recibieran un documento en el que estaban redactados sus pedidos, al que adjuntaron una copia del artículo 14 bis de la Constitución Nacional, el cual “consagra la estabilidad del empleado público”.
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