CULTURA
Una feria para que los chicos disfruten libros
Entre mañana y el 3 de agosto, se desarrollará la decimocuarta versión de la Feria del Libro Infantil. Habrá talleres, obras, espectáculos, entretenimientos y muchos ejemplares a buen precio.
› Por Verónica Abdala
“He oído a ciertas personas decir ante criaturas de tierna edad que leer es cosa muy educativa”, escribió el pensador español Fernando Savater en un pequeño gran libro titulado Loor al leer. “Pues, sin deseos de caer en extremismos –agregó, irónico–, creo que deberían ser quemadas a fuego lento.” Savater está convencido de que más allá de las potencialidades educativas de la lectura, la motivación pedagógica es la menos seductora a la hora de dedicarse a leer y sostiene que, “si la educación es necesaria, la lectura es imprescindible”. “Me refiero a esa parte de la literatura llamada ficción”, explica. “Es que, sin educación, los recursos de la subjetividad quedarían desaprovechados, pero sin ficción literaria, no podría haber subjetividad.” El escritor español, que en esta materia no es ningún improvisado, sostiene que “en literatura, lo único inapelable y duraderamente instructivo es el deleite mismo”. En otras palabras: sólo se llega a aprender a partir del momento en que se puede disfrutar.
Los organizadores de un evento como la Feria del Libro Infantil y Juvenil –que abre mañana por decimocuarta vez abre sus puertas al público– saben que la única forma de conquistar a los pequeños lectores es a partir de un ámbito y unos materiales que, al menos, inicialmente, inviten a la diversión. La variedad de opciones que ofrecen a los chicos a lo largo de este recorrido responde de algún modo a esa premisa. Y así lo entienden los chicos, que cada año pueblan con entusiasmo renovado los pasillos y stands, que se avalanzan sobre las góndolas intuyendo quizá que las tapas de los libros pueden esconder tesoros. La continuidad y la vigencia de esta feria es en sí misma una buena noticia, si se tiene en cuenta que, en un proceso no siempre visible, la experiencia de la visita significa una posibilidad privilegiada de acercamiento a una cantidad de material al que, de otro modo, muchos de ellos quizás no tendrían acceso.
En la Feria Infantil –funcionará en el Centro de Exposiciones de la Ciudad de Buenos Aires, Figueroa Alcorta y Pueyrredón, desde mañana y hasta el 3 de agosto–, los chicos están autorizados a hojear o leer el libro que les venga en gana: la mayoría de los stands tiene un espacio reservado a modo de biblioteca. Pueden tocar, jugar, tirarse en el piso, mirar y participar de numerosas actividades complementarias a la exposición y venta de libros –como talleres de arte, dibujo y pintura, obras de teatro y de títeres, narración de cuentos, o espectáculos musicales– que colaboran con la percepción de que los libros no muerden, como decían las abuelas, y que están invitados a pasarla bien. Además, las editoriales ponen a su alcance la posibilidad de dialogar con los autores de sus libros favoritos e iniciarse en la ceremonia de la firma de ejemplares. Con suerte, y con la colaboración de los editores, claro, podrán llevarse incluso uno o más libros a casa: en la mayor parte de los stands, durante los últimos años se conseguían libros muy, muy baratos.
La feria permanecerá abierta de 9 a 17 entre el 14 al 18 de julio: esas jornadas están reservadas a las visitas escolares. (Los colegios deberán solicitar el permiso de ingreso gratuito a la sede de la Fundación El Libro, antes del 27 de junio, por correo a Hipólito Yrigoyen 1628, 5º piso (C1089AAF), Buenos Aires, por teléfono al 4374-3288, interno 115, por fax al 4375-0268, o por email, escuelas–@–el-li bro.com.ar) Mientras que a partir del 19 de julio, el horario de atención será de 14 a 20.
Los docentes y bibliotecarios tendrán a su vez la posibilidad de participar de las jornadas “De viajes y viajeros, a bordo de los libros”. El programa de actividades, que incluye conferencias, mesas redondas, reportajes públicos a escritores y talleres (con inscripción previa de 12 $ hasta el 1º de julio y de 17 $ del 2 de julio en adelante), se concretará del 21 al 23 de julio entre las 9 y las 14. “Los viajes en los libros de la literatura infantil y juvenil”, “Los libros en la mochila de la memoria” (los autores cuentan sus recorridos como lectores), “Una maleta de clásicos” (los inolvidables de la literatura infantil y juvenil), “Archipiélago de historias” (las migraciones y exilios en la literatura infantil y juvenil y las novelas detectivescas y policiales) y “Pasaporte a las imágenes” (el arte de contar historias con imágenes) son algunos de los temas que se abordarán en talleres participativos, conferencias y charlas.