CULTURA
Cinco meses de homenaje a Federico García Lorca
Desde ahora y hasta diciembre, en el histórico ámbito del Hotel Castelar de Avenida de Mayo, se desarrollará un ciclo de actividades culturales destinado a resaltar la vida y obra del gran poeta español, a propósito de su temporada de estancia en Buenos Aires, entre octubre de 1933 y abril de 1934.
› Por Oscar Ranzani
El poeta Federico García Lorca residió en Buenos Aires entre octubre de 1933 y abril de 1934 y aquella estadía dejó una huella imborrable. Por eso, a poco tiempo de cumplirse setenta años de su llegada, la Secretaría de Cultura del Gobierno de la Ciudad organizó una serie de actividades para homenajear al poeta. Durante todo este mes la propuesta estará destinada a las nuevas generaciones bajo el título “Lorca y los chicos”, para que los niños y adolescentes puedan sumergirse en el universo de García Lorca a través de talleres y encuentros. Las actividades durarán hasta fin de año y en los meses sucesivos las temáticas serán “Lorca y el teatro”, “Lorca y la poesía” y “Lorca y la música”, durante septiembre, octubre y noviembre, respectivamente. La sede del evento será el Hotel Castelar, en Av. de Mayo 1152, allí donde residió en Buenos Aires. Paralelamente, a través de la Subsecretaría de Patrimonio Cultural y la Dirección General de Casco Histórico, se realizó un concurso destinado a escenógrafos y la ganadora, Laura Molina, ambientará la habitación que ocupó Lorca en ese hotel (ver recuadro).
Una de las actividades de este mes serán los talleres para chicos (20 y 27 de agosto a las 17) que coordinarán la psicóloga Cristina Lobaiza y la profesora Nora Balat. “Lorca es un poeta que se adapta desde los más chicos hasta los más grandes porque no es un poeta complicado”, señala Lobaiza que, además, destaca que se eligieron temáticas vinculadas con lo cotidiano y la naturaleza, entre otras. Buscando privilegiar la producción de escritura, la metodología a usar “parte de una lectura estímulo de una selección de poemas lorquianos. A partir de esta lectura se estimula en el grupo de chicos (entre 6 y 12 años) que pongan en común sensaciones, sentimientos, imágenes, reflexiones oralmente comentadas y también ejercicios de expresión corporal”, explica la psicóloga. Después de la lectura estímulo, el segundo objetivo es “que los chicos puedan pasar por el cuerpo y por la palabra todo lo que la lectura les haya inspirado. Lo tercero es animarlos y estimularlos a que lo pasen a un papel con la mayor libertad posible y en cualquier formato técnico: poesía, prosa, reflexiones personales, que tengan que ver con el tema o cuestiones derivadas”, concluye Lobaiza. Los talleres continuarán en septiembre, octubre y noviembre y apuntarán a adolescentes, adultos y tercera edad, respectivamente.
Paralelamente a los talleres se realizarán dos encuentros (hoy y el 31 de agosto a las 18.30) que tienen como finalidad acercar la poesía a los chicos (entre 9 y 14 años) coordinados por el poeta César Rojas y la tallerista Julia Hacker. En las actividades se trabajará con algunas canciones del autor. “El también era músico y tenía mucha afinidad con la canción popular. Realizó una recopilación de las canciones populares e hizo la versión para piano. Las partituras que se conservan son todas de carácter anónimo, pero se las conoce como las canciones de Lorca porque fue él quien hizo esa recopilación”, explica Rojas. Una de las características que va a tener el encuentro es que se jugará con el espacio. “El tema de la lectura lo planteamos así: ambientamos el lugar con poesías de manera que los chicos puedan recorrer el lugar y elegir alguna poesía que les guste y llevársela. Después plantearemos la actividad de creación colectiva a partir de los textos de Lorca”, dice el coordinador.
En septiembre, en el marco de “Lorca y el teatro”, se llevará a cabo Sangre derramada, una puesta en escena de los poemas de Lorca a cargo de María Balmayor, con música compuesta por Jorge Valcarcel. El título del espectáculo, Sangre derramada, alude a un poema que García Lorca le escribió a un torero muerto. Pero además tiene la intención de que “la sangre derramada es la vida de Lorca derramada en el escenario. Porque él cuando escribe pone todo su potencial, su sangre”, destaca Balmayor.
Durante todos los meses que dure la muestra–homenaje habrá representaciones de la peña “Signo”, que en los años ‘30 funcionaba en el subsuelo del Hotel Castelar y que reunía a intelectuales argentinos y extranjeros junto a numerosos artistas. Además de García Lorca, la visitaban Alfonsina Storni, Oliverio Girondo, Conrado Nalé Roxlo y Jorge Luis Borges, entre otros. Cada mes variará la representación. En septiembre se realizará un café literario en el que participarán profesores de letras del Colegio Nacional Buenos Aires. Una mesa integrada por exiliados de la guerra civil española será la actividad de octubre, mientras que en noviembre el grupo Sentimiento de Tango cruzará al poeta con el 2x4. En diciembre, como cierre de las actividades, se realizará “Decires de poesía de la década del ‘30 y contemporánea argentina”.
Subnotas