Lun 24.05.2004

CULTURA  › DOS MANERAS DE ENTENDER LA DIVERSIDAD EN ARTEBA

Imágenes para la colección

Arte brasileño en colecciones argentinas y Obra gráfica para el Deutsche Bank son dos de las propuestas más interesantes de la muestra.

› Por Sandra Chaher

Apenas se entra al predio de arteBA, aparecen los stands de dos de las propuestas más interesantes de la feria: Arte brasileño en colecciones argentinas –un emprendimiento conjunto de la Embajada de Brasil y la Fundación Centro de Estudios Brasileños– y Obra gráfica realizada para el Deutsche Bank, una pequeña, pero excelente muestra representativa de la colección de 50 mil obras que tiene el banco alemán.
Arte brasileño... reúne los trabajos de artistas brasileños que están en poder de coleccionistas argentinos. Cildo Meireles, Edgard de Souza, Tunga, Waltercio Caldas, Jac Leirner, Vik Muniz, Laurita Salles, Cassio Vasconcelos, Marcos Chaves, Paulo Brusky y Adrianne Gallinari son algunos de los autores de estas obras que representan al arte brasileño de los últimos 20 años. Sin embargo, el criterio de selección de la muestra no fue reflejar un momento de la historia de Brasil, una tendencia, o un movimiento, más allá de que pueda hallarse continuidad entre las diferentes décadas.
“Nuestro objetivo era descubrir formas de coleccionar –dice la artista Karina Granieri, una de las curadoras, junto a Magdalena Jitrik y Cecilia Rabossi–. Como curadora de la Fundación Centro de Estudios Brasileños, me interesaba continuar en arteBA una línea que vengo sosteniendo allí: el intercambio entre la producción de Argentina y Brasil. Por otro lado, ya que la feria está vinculada al mercado, pensamos que lo mejor era incluir a los coleccionistas. Y ahí nos encontramos con lo que podríamos llamar tres estilos muy diferentes de coleccionismo. Por un lado, las obras de Marion y Jorge Helft, que son como una institución del coleccionismo. Empezaron a comparar en los años ‘60 con un criterio en principio intuitivo, pero después hicieron el seguimiento de los artistas que les interesaban, con lo cual armaron una colección con sentido cultural. Por otro lado, están los representantes de lo que se llama nuevo coleccionismo: gente de treinta y pico que empezó a comprar en los ‘90 obras de artistas argentinos e internacionales consagrados por el mercado. Es un fenómeno ligado a la globalización. Y finalmente, decidimos incluir a artistas argentinos como León Ferrari o Marcelo Brodsky, que no se llaman a sí mismos coleccionistas, pero que tienen muchísima obra de artistas brasileños que se gestó desde el intercambio con los colegas de ese país. Ferrari pasó su exilio en Brasil, se metió de cabeza en la producción brasilera de los años ’70 y toda la obra que tiene es producto del intercambio. Brodsky se diferencia en que él compra obra. Está casado con una mujer brasilera, viaja mucho allá, y está muy ligado a las tendencias de producción artística”.
Fuera de esta categorización, en Arte brasileño en colecciones argentinas puede verse El Olimpo, la maqueta del proyecto presentado por el artista brasileño Nuno Ramos para el concurso del Parque de la Memoria, en Buenos Aires. El proyecto, si bien fue ganador, aún no se concretó, pero la maqueta es patrimonio del Gobierno de la Ciudad. “No sabemos si entra en las definiciones académicas o legales de coleccionismo, pero también era una forma de ampliar los límites del concepto”, concluye Granieri.
Enfrentado al stand de Arte Brasileño... hay uno bastante más pequeño pero que imanta por la calidad de la presentación, la iluminación y la modernidad de las obras. Son las 19 trabajos que integran la muestra Obra gráfica realizada para el Deutsche Bank. Se trata en su mayoría de serigrafías –sólo dos son originales– de autores alemanes consagrados del siglo XX, y es como un botón de la colección corporativa más grande del mundo. El Deutsche Bank empezó a coleccionar obra contemporánea a fines de los años ‘80 bajo el lema Arte en el lugar de trabajo: acercar elarte a empleados y clientes. Con el tiempo adquirieron trabajos de artistas internacionales y comenzaron a pedir a determinados artistas que produjeran para su colección.
Los 19 trabajos que pueden verse en arteBa responden a esta última categoría: son obras hechas a pedido del Deustche Bank. Se trata de trabajos sobre papel realizados con técnicas diversas, algunas vanguardistas y otras más convencionales, que representan espléndidamente la producción alemana actual. Entre otras, pueden verse obras de Max Bill, Gerhard Richter, Sigmar Polke, Georg Baselitz, Imi Knoebel, Rosemarie Trockel, Horst Antes, Günter Förg, Katharina Sieverding, A.R. Penck (Ralf Winkler), Dieter Roth, Walter Stöhrer, Olaf Metzel, Peter Dreher, y el dúo de Maik & Dirk Löbbert. “Queremos ver cuál es la respuesta de la gente que viene a arteBA –explica uno de los representantes del Deutsche Bank en Buenos Aires–. Montar obra en otros países no es sencillo: está el transporte, los seguros, el costo. Hubiera sido más económico para nosotros esponsorear arteBA, pero una muestra responde mucho más a los objetivos que nosotros nos imponemos: el fuerte compromiso con el arte y su vínculo con la gente que hace que nuestra colección circule por el mundo; y, por otro lado, queremos lograr un mejor posicionamiento del banco. Con lo cual, si tenemos una buena respuesta en esta muestra, es probable que repitamos la experiencia”.

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