CULTURA
› 70 MIL PERSONAS PASARON POR LA EDICION 2004 DE ARTEBA
Una semana de goce artístico
La muestra conformó a todos los involucrados, tanto en términos de ventas como de calidad. “Los que compraron lo hicieron por placer y también por status”, señaló el galerista Alberto Sendrós.
Por Sandra Chaher
Nadie se queja. Quien más, quien menos, todos están conformes con los resultados de público, ventas y movimiento desplegado en la XIII Feria de Arte Contemporáneo arteBA 2004. La cantidad de público que durante siete días recorrió stands, vio a artistas trabajando y exponiendo, observó las obras instaladas en pasillos y espacios de encuentro se calcula en unas 70.000 personas. Más o menos igual que el año pasado; también las ventas parecen haber seguido el mismo curso.
Los galeristas están conformes; el que no hizo grandes negocios al menos cubrió los costos, pero, como señala Sara García Uriburu, “el gran aporte de la feria, y para lo cual la mayoría estamos acá, no son sólo las ventas sino la ampliación del circuito de clientes. Yo vendí unas 25 obras, con un valor promedio de 4500 pesos, y sólo dos de los compradores eran clientes de mi galería, el resto es público de la feria que esperamos que durante el resto del año nos visite”. Para García Uriburu, las ventas mejoraron en relación al 2003, e incluso se sorprende por la buena salida de la obra escultórica, que no es de fácil ubicación en el mercado.
Recorriendo los pasillos se puede ver un público heterogéneo, aunque quienes compran representan en verdad un sector muy bien definido por la mayoría de los galeristas. “Son personas de entre 30 y 50 años, que tienen la intención de igualar con la adquisición de obras de arte los altos estándares de consumo que también tienen en las demás áreas de su vida. No son coleccionistas en el sentido de conocer de arte, sino que compran por placer y mucho por status, pero afortunadamente el status llegó al arte. Yo vi muy pocos coleccionistas en la feria, y en verdad en Argentina no son más de diez, es la gente que compra arte con criterio y no sólo para acumular”, dice Alberto Sendrós, que hace apenas un año abrió su galería y es la primera vez que se presenta en arteBA. “A mí me fue muy bien en el sentido de que cubro los costos. Los artistas de mis galerías son todos emergentes, los precios de venta van de 500 a 3000 dólares, y vendí de todos los valores. Pero me parece que en general hubo menos ventas que el año pasado, cosa que creo que se debe a que la feria subió el nivel y por lo tanto hay mejores obras y más caras. De todas maneras sé que ha habido operaciones muy importantes.”
Jorge Mara, de La Ruche, está más que contento. Debido a las buenas ventas, a mitad de la feria tuvo que remodelar el stand. “Vendí muy bien dos líneas diferentes: por un lado los informalistas de los ’60 –Alberto Greco y Kasuya Sakai– y por otro los que empiezan a ser reconocidos de la generación intermedia, como Roberto Elía, Kirin, Carlos Arnaiz y Eduardo Stupía. Yo diría que en términos de venta la feria fue muy exitosa, sin diferencias con el año anterior. Y creo que tuvo que ver que el mercado fue muy cauto a la hora de poner los precios: ningún galerista, amparándose en el éxito del 2003, exageró los precios. Al contrario, todos pusimos valores bastante razonables. Y la reacción del público frente a los costos yo la dividiría en función del artista: si le gusta la obra pero no conoce al autor, porque es joven o emergente, están dispuestos a pagar hasta unos 3000 pesos. En cambio, con los consagrados los precios suben y la gente los compra igual. La gente que consume arte es en general la que también viaja y ve que en el exterior la obra plástica es muchísimo más cara. Nuestra pintura tiene muchísima calidad comparada con la de España o Francia, pero los precios en esos países son muchísimo más altos; en ese sentido es un muy buen negocio comprar obra argentina. arteBA tiene poco explorado el posicionamiento internacional. Hubo pocos extranjeros comprando. Y, por otra parte, la feria es un espacio muy importante para la tarea educativa. Yo me he pasado los siete días dando clase. La gente viene, pregunta por este artista o aquel, quieren saber, conocer su obra.”
Durante el transcurso de arteBA 2004 debían definirse dos premios: el arteBA-Petrobras de Artes Visuales y el del Proyecto Red. El primero lo ganó Sebastián Gordín, cuya obra será adquirida en 20.000 pesos por la Fundación arteBA, y hubo un segundo premio para Alberto Pa-
ssolini. Y el Proyecto Red fue ganado por la propuesta de Eloísa Cartonera. “Para mí estamos en el buen camino –dice Marta Fernández, directora de esta edición de la feria y vicepresidenta de la Fundación arteBA–: fue una feria de nivel parejo, de buena calidad, más alta quizá que la del año pasado porque privilegiamos justamente eso. Y también fue pareja en el diálogo entre artistas consagrados y emergentes. Nuestro referente es ARCO, de España, y su directora, Rosina Gómez Baeza, que estuvo aquí estos días, hizo una muy buena evaluación de lo que hicimos.”