El escritor argentino Raúl Argemí fue distinguido por la Asociación Internacional de Escritores Policíacos con el Premio Dashiel Hammett por su novela Penúltimo nombre de guerra, distinción que también alcanzó al mexicano Rafael Ramírez Heredia por su libro La mara. Ambos autores fueron galardonados durante la celebración de la Semana Negra de Gijón, un prestigioso certamen que congrega en esa ciudad del norte de España a intelectuales y artistas relacionados con la literatura de misterio. Un jurado especializado reconoció a Penúltimo nombre de guerra y La mara por la “alta calidad” narrativa de las publicaciones y por “la profunda investigación” de hechos que abordan distintos aspectos de la realidad iberoamericana. La novela argentina aborda la temática de la dictadura mientras que la mexicana está centrada en la violencia de las bandas que azotan los márgenes del río Suchiate que divide Guatemala y México y pone el acento en la problemática del tráfico de drogas, el contrabando de armas y el negocio generado en la zona con los indocumentados. El Premio Rodolfo Walsh para la mejor obra de género negro de no ficción recayó en otro escritor mexicano. Eduardo Monteverde fue distinguido por su libro Lo peor del horror, donde denuncia los aspectos más oscuros del México actual.