–¿Por dónde está pasando lo más interesante de la literatura hispanoamericana?
–Se dice que ahora la narrativa española está en un momento no demasiado excitante, exceptuando a Enrique Vila-Matas, que en los últimos cinco años ha crecido muchísimo. Sin embargo, no ha habido aparatosas revelaciones. Pero me gustaría subrayar el caso de Andrés Barba, del que hemos publicado tres libros sorprendentemente maduros, aunque aún no ha llegado a los 30 años. Por el contrario, hay en la literatura latinoamericana autores muy interesantes, como Roberto Bolaño, uno de los mejores de las últimas décadas, o Alan Pauls. En España, El pasado ha sido considerada una novela extraordinaria. Los editores españoles miran con mayor atención lo que sucede en América latina.